domingo, 11 de septiembre de 2011

Pico menor para una celebración

El 4 de septiembre de 1988 hice mi primera anotación de la observación de un pájaro en un cuaderno. Por aquellas fechas yo tenía 11 años y apenas sabía identificar un puñado de especies. Siempre reviso ese cuaderno cuando lleguan estas fechas y me hace gracia ver el elenco de especies que anoté: colirrojo tizón, paloma torcaz, abubilla, pito real, papamoscas cerrojillo, cigüeña blanca, gorrión común, etc... En esos días no existía internet (al menos a nivel usuario) y la guía que poseía era una abominación donde apenas se ilustraban las especies más comunes y, encima, mal dibujadas. Mis prismáticos eran los que me habían regalado un par de años antes en la primera cuminión y que pesaban un carajo. Pero ver cualquier pájaro a través de ellos, me fascinaba.
En aquella primera salida opté por ir (de la mano de mi padre) al bosque de Valorio. Este paraje es un bosque periurbano bastante humanizado, pero conserva el toque justo para ser un pequeño vergel para las aves. Quizá sea porque todo alrededor es un secarral y, este pequeño lugar enclavado en un vallejo formado por el arroyo Valderrey, es un oasis para ellas. En aquella ocasión no lo observé (yo creo que ni sabía que existía) pero hoy en día una de sus joyas es uno de los pájaros que más me gustan.
Para celebrar mi aniversario como pajarero, hace unos días me acerqué a Valorio. En esta ocasión está mucho menos salvaje que el día en que anoté el colirrojo tizón en mi cuaderno, con chiringuitos a tope de gente, pistas de deporte, circuitos para correr, columpios y toboganes, etc... Pero los que hemos frecuentado este lugar durante años, sabemos donde estan los mejores rincones para ver aves. Y en uno de estos rincones, es donde se encuentra esa joyita llamada pico menor, representado en el lugar por varias parejas. Aquí es muy fácil de ver si sabes donde buscarlo. De hecho, durante todos estos años en los que, gracias a internet, he ido conociendo a muchos pajareros de España, han sido varios de ellos, sobre todo del norte, los que se han dejado caer por Valorio en busca de su primera observación de pico menor.
Las fotos que os muestro no son demasiado buenas, ya que el pájaro es muy pequeño, discreto y se mueve en la altura del bosque de ribera, entre los claroscuros de la foresta. Pero creo que las imágenes son suficientes para mostrar lo bello de este pájaro carpintero que, en Zamora, tenemos a solo un paseo.
Precioso macho de pico menor en el bosque de Valorio, Zamora capital. Además de darme este homenaje en mi 23 aniversario como observador de aves, también estuve controlando el paso de paseriformes, por desengrasar de tanto ave acuática. Los reyes del lugar en esta época son el papamoscas cerrojillo y el papamoscas gris. Foto del gris primero y del cerrojillo después. Por supuesto, buen paso de sílvidos, cuyo representante más abundante era el mosquitero musical, como el de la imagen siguiente, pero también curruca capirotada, curruca zarcera y alguna curruca mosquitera.





Seguro que no pasará tanto tiempo para que me de otro paseo por Valorio, cuna y tubo de ensayo de ornitólogos zamoranos.

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