miércoles, 5 de febrero de 2014

04/02/2014. Un elanio triste

Hay días que nacen tristes, otros se hacen tristes por si mismos y, hay otros, que alguien te obliga a que sean tristes. Lo malo es cuando un día es estupendo en todo y, de repente se convierte en triste. Yo abogo porque si un día es triste, lo sea en todo. Que todo se junte para que sea un día para olvidar y, al siguiente, empezar de nuevo.
Hoy, 04 de febrero, hemos enterrado a una buena persona. Un tipo de esos que hacía que tus días no fueran tristes aunque ellos mismo ya nacieran con toda esa intención. 
El día de hoy era perfectamente triste. Vientos de más de 140 km/h en mitad de la meseta y lluvias moderadas intermitentes que solo sirven para que te metas en casa y no salgas. Y así llevamos más de un mes pero, quizá, hoy ha sido de los peores.
Edu falleció hace dos días pero hoy lo traían al pueblo para que, los de aquí, pudiéramos darle un último adiós. Desde niño recorrí con él toda esta pequeña comarca de la Lampreana que separa la Tierra del Pan de la Tierra de Campos zamoranas. Grandes extensiones llanas salpicadas por multitud de lagunas que están unidas entre si por regatos y arroyos, que aquí llaman carrizales. 
Uno de esos arroyos, que aquí casi es un río, es El Salado, que nace en la R.N. Lagunas de Villafáfila y muere en el río Valderaduey. Pues bien, en el pueblo de Arquillinos, a orillas del Salado, hace unos días descubrieron un elanio común.
Hoy, que me negaba a que mi día fuera tan perfectamente triste, me acerqué a ver si podía verlo y que él fuera la única luz en medio de la oscuridad de este 04 de febrero. Lo vi nada más llegar y estaba justo donde Alfredo y Emmanuel (sus descubridores) me dijeron que lo vieron. Solo me bajé del coche unos 30 segundos en medio del fuerte viento y la lluvia para hacerle unas fotos testimoniales que me sirvieran a ilustrar esta entrada y contaros que, este elanio común, es mi especie número 123 en el Big Year 2014.
Y que el sitio en el que estaba cerniéndose contra el viento lo recorrí en bici con Edu muchas veces cuando éramos niños... ¡Hasta siempre amigo!



4 comentarios:

  1. Mis más sinceras condolencias, Alfonso. Quédate con los buenos recuerdos de las vivencias que habrás tenido con él.
    Un saludo y muchos ánimos, aunque este tiempo tan malo no ayuda precisamente a superar los malos momentos.

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