martes, 23 de diciembre de 2014

Nieblonas

A muchos mayores de la provincia donde vivo les he oído hablar de "nieblonas" cuando este fenómeno meteorológico se vuelve persistente en el tiempo y, además, se hace duro e infame. 
Estos días estamos viviendo, al menos en la zona toresana y en Tierra de Campos, días de potentes nieblas que impiden la actividad ornitológica, en mi caso. Además son días de compromisos sociales y laborales, asuntos típicos para cerrar este año 2014.
Hace unos días estuve en Villafáfila, de mañana, pero después de esperar dos horas a ver si levantaba la niebla, desistí y me volví a casa. No creáis que me ha pasado muy a menudo. Normalmente suele levantar a media mañana pero el otro día no lo hizo no solo en la mañana, tampoco por la tarde, permaneciendo la Reserva bajo su espeso manto, durante todo el día.
La visibilidad se limitaba a entre los 20-30 metros, lo que hacía imposible la observación de aves en todo caso. 
Me encanta la niebla (salvo si tengo que hacer largos viajes en coche) pero para practicar el birding es un engorro. Es una sensación increíble el silencio que provoca, la soledad que te hace sentir en medio del campo pero siendo prácticos, es algo que hay que evitar si quieres llevarte algo al telescopio.
En fin, unas imágenes de ese día.
Grupo de gansos en la laguna de San Pedro, en Villarrín. Para que os hagáis una idea esta es la laguna donde se pueden ver más cerca ya que es muy pequeña y, como podéis comprobar, apenas se ve la orilla de enfrente.


A la que sí que descubrí fue a Cersei, la imponente hembra de halcón peregrino que ya frecuenta sus atalayas a orillas de la Salina Grande, como todos los años. Además de a ella sorprendí a otro ejemplar, un macho, que estaba dando muerte a una captura reciente. Lástima que huyera en cuanto vio los antinieblas del coche...

Un pequeño grupo de ortegas, que debían de volar por encima de la capa de niebla, fue lo único que rompió el implacable silencio reinante. Pasaron como fantasmas.
Este estornino pinto se buscaba el condumio en el suelo helado.

Un zorzal común en la valla de la Casa del Parque y para casa.

Cuando la niebla se levanta, los días invernales son espléndidos. Unos días antes de mi visita a Villafáfila los días eran así. Las nieblas matutinas dejaban paso a un día ideal, con la impresionante luz invernal que tenemos en la meseta los días de anticiclón, haciendo imperial el refrán: "Mañanas de niebla, tardes de paseo".
En la imagen, el momento en que la niebla levanta y da paso a un día perfecto para la práctica de cualquier actividad al aire libre. Localidad de Toro, con su imponente colegiata y los arrabales, desde la orilla del Duero.

Y dos de las 6 garcetas grandes que había ese día (8 de diciembre) en la laguna de Villaguer, en Toro.

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