lunes, 22 de febrero de 2016

22/02/2016. Juegos reales y Villafáfila

Hoy, en un día plenamente primaveral, he tenido la oportunidad o inmensa suerte más bien, de poder pasar casi el día entero con los prismáticos al cuello. He estado por la mañana, hasta las 16:00 hrs. aproximadamente, en la R.N. Lagunas de Villafáfila y de esta hora hasta poco antes de oscurecer, en las cercanas orillas del río Esla. Y así debería contaros la historia de hoy, en este orden, pero voy a empezar por la segunda parte porque es donde ha estado el momento del día.
Al poco de llegar a una zona de cortados fluviales, con toda la tarde en silencio y mientras mi navaja cortaba unas láminas de buen salchichón zamorano (comprados previamente en el almacén de Embutidos Fidalgo, de Villafáfila, el cual recomiendo sin duda), oí el inconfundible reclamo de la más grande depredadora de los cielos ibéricos, el águila real. Los graznidos de la rapaz provenían de la ladera del otro lado del río. Prospectando con los prismáticos y con la ayuda de un valiente cuervo que en seguida me marcó la posición de la rapaz, localicé a un precioso adulto posado en el centro de una encina. Pero cual fue mi sorpresa cuando, a su lado, había otro ejemplar más. 
A los gritos del cuervo acudieron otros 2 ejemplares para hacer comparsa y marcar como puntos gps la localización de los dos aguilones. Estos, hartos del hostigamiento, emprendieron el vuelo y, después de dos grandes vueltas en círculos, volando en tándem, dando volteretas e intimidando cuervos, volvieron a otro posadero cercano al anterior pero menos expuesto desde mi posición. Ahí estuvieron hasta que aparecieron los cuervos de nuevo, esta vez, con dos compañeros más, siendo cinco ejemplares en total. Y, nuevamente, caída en vacío sobre el río y remontada hacia los cielos haciéndose carantoñas, entrechocando las garras y emitiendo llamadas de pasión.
La hembra, grande, potente, de una anchura de alas suprema.

El macho, más estilizado, pequeño y ligero que su pareja.

Y, si sois capaces, encontraréis a los dos posados en esta gran encina.

Volaron varias veces sobre mi, volvieron a posarse en otro par de ocasiones para, al final, perderse tras una loma y no volver a verlas. Pero el recuerdo de la tarde en silencio y el potente reclamo de las águilas rompiéndolo todo, quedarán conmigo para siempre. 
No es la primera vez que presencio la parada nupcial de las águilas reales pero hoy ha sido un momento muy especial.
De interés por la zona, poco más. Un par de garcetas grandes, muchos aviones roqueros ya, un gavilán que se atrevió a cruzarse entre las grandes rapaces y un par de lúganos en lo alto de unos chopos.
Una de las garcetas grandes.

Pero retomemos la visita matutina a Villafáfila. 
Los gansos se han ido; apenas he visto unos 20 ejs. y otro grupo más en migración hacia el norte que ni miraron para abajo. En contrapartida comienzan a saltar los sensores primaverales. Y según se está poniendo la cosa, podríamos tener una primavera para el recuerdo.
Las especies emblemáticas de estos últimos días de febrero siguen en aumento. Los números de las anátidas que estoy controlando se mantienen o siguen sumando ejemplares. Así hoy he contado: tarro blanco (142 ejs. estable), porrón europeo (55 ejs., ligero aumento) y ánade rabudo (106 ejs., récord histórico personal).
En esta imagen una pareja de rabudos en primer término en la laguna de Las Salinas.

En cuanto a las estimas, calculo casi un millar de cercetas comunes, unos 1700-2000 cucharas, unas decenas de ánades silbones y varios centenares de ánades frisos y azulones.
Pareja de cercetas comunes.

Cucharas comunes en la laguna de Las Salinas.

Los limícolas también van en aumento. Hay dos especies que son muy de estas fechas, la aguja colinegra y la avoceta común. De la primera he contado 52 ejs. (en mi anterior visita, 16 de febrero, no había ninguna) y de avocetas hoy: 72 ejs. (en mi anterior visita: 31).
Agujas colinegras en la rasa de la Salina Grande.

Todavía quedan buenos grupos de chorlitos dorados. Hoy he anotado 520 ejs. en tres grupos diferentes. El más grande este de 310 ejs. en Las Salinas.

Otra especie que sigue en aumento son los zampullines cuellinegros. Van a ejemplar por visita desde que los descubrí y hoy ya eran 6. De interés también, 1 garceta grande en la laguna de Barillos. Se cuentan con poco más de una mano mis citas de esta especie en la Reserva desde que vi el primer ejemplar, en 2001 solo... Recordemos que esta especie hace apenas 15 años era toda una rareza por aquí.
Pero...¡primavera! Hoy la primavera me ha enseñado la patita. 
Señal 1) La primera abubilla por Villafáfila.

Señal 2) Aves dejándose los pulmones: alondra común, perdiz roja, cogujada común.... y los incansables y monótonos trigueros, como el de esta foto.

Señal 3) Los barbones se van poniendo burros y alguno, con los rayos de sol de hoy, no han dudado en ver si cada pluma está en su lugar preparada para exhibirse durante los próximos dos meses. Algunos han ido más allá y emborrachados de testosterona se han marcado una vuelta de pluma como si fuera abril...

Y Fonsito, en su casa de cría.

Y al macho de pardillo común se le va poniendo el pecho color frambuesa.

Las grajillas ya ocupan sus nidales.

Y la urraca vacila a las grajillas y farda de ser bicolor, no como ellas. Aunque yo pienso que debe envidiar ese ojo de lapislázuli de sus primas enlutadas...

Una de las lagunas más desconocidas, Las Salinas, a caballo entre los términos de Villafáfila y Villarrín. Encajonada en un vallejo, de difícil acceso y que fue la primera a la que los "técnicos" le metieron mano para intentar la desecación de todo el complejo lagunar hace varias décadas. 
Esta laguna estrecha pero muy alargada es una maravilla cuando está en las condiciones en que la tenemos ahora mismo. Lástima que sea tan engorroso y poco satisfactorio poder revisarla pero visualmente es impresionante, con muchos recodos y unas orillas llenas de vegetación que deben esconder un montón de maravillas en forma de aves, anfibios e invertebrados.
Hoy estuve y, si el barro arcilloso me lo permite, iré más veces esta primavera.

Y un bisbita alpino...

¿De veras hay gente que puede vivir sin todo esto?

3 comentarios:

  1. Qué remedio! Ya dice el dicho: " Cuando no se puede y además es imposble". Esperemos que al Primavera traiga también la posibilidad para volver ahí, que es algo que necesito tanto como el respirar.

    Cambiando de tema, sí que es uñetera la laguna de Salinas. De hecho te doy mi palabra que ha sido uno de los motivos importantes para que me decidiera a comprar un coche 4x4 (en aquella época iba mucho más por ahí). Porque ya me quedé mangado en los accesos a salinas más de una vez. Pero, como dices, es un lugar maravilloso. Tomar el bocata bajo a la sombra del pinar minetras contemplas las aguas y las aves de la laguna es una experiencia fantástica. Me alegro muchísimo de que este año haya tanta agua.
    Apertas.
    PD: Imagino que lo de las águilas es donde pienso.

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  2. * "cuando no se puede no se puede y además es imposible" (mi mente corre más que mis dedos en el teclado)

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  3. Sí, las águilas están donde piensas o, al menos, en los alrededores... ;-)

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