martes, 19 de julio de 2016

18/07/2016. Llegan las cigüeñas negras migrantes

Como cada año por estas fechas comienzan a llegar y concentrarse las cigüeñas negras en las orillas orientales del embalse de Ricobayo en su viaje postnupcial en busca de tierras del sur. Con suerte podremos ver varias decenas de ellas durante, aproximadamente, las dos próximas semanas. Y yo, desde luego, no pienso perdérmelo.
Así hoy me marqué como objetivo visitar el lugar para ver si tenía la suerte de darles la bienvenida. Y tuve esa suerte conmigo ya que he visto la primera de las muchas que vendrán, espero.
Estamos bajo una intensísima ola de calor que hace alcanzar los 38ºC en el termómetro a las horas centrales del día por lo que, obviamente, hay que evitar este momento y madrugar mucho para, a media mañana, irte a un lugar protegido del sol, al menos, en mi caso.
Así, a las 06:45, ya estaba viendo amanecer en las orillas de Montamarta. Se nota el incipiente paso postnupcial con la presencia de abundantes andarríos chicos, varios andarríos grandes, gaviotas reidoras -aunque muchas serán las que han criado en Villafáfila-, archibebes comunes... 
Paré en tres puntos en este lugar y esto es lo que anoté de interés:
Cigüeña negra (1 ad.), cigüeña blanca (4), cigüeñuela común (2pp y 3 pollos grandes), avefría europea (1), chorlitejo chico (abundante, con adultos y jóvenes de varias edades), andarríos grande (4), archibebe común (1), andarríos chico (muy abundante, sin contar pero sobre los 40 ejs.), gaviota reidora (111) y pagaza piconegra (1).
Esta es la primera cigüeña negra del año allí.

Parte del grupo más numeroso de gaviotas reidoras. Seguramente sean las de Villafáfila pues el año pasado, sobre estas mismas fechas, leímos una anillada de las puestas ahí ese año, unas semanas antes.

Hembra de chorlitejo chico.

Y demás pajarillos típicos de esta zona del embalse de Ricobayo, como la cogujada común. Esta preparaba el cebo para sus polluelos.

Desde Montamarta me fui a orillas de San Cebrián de Castro, anotando lo siguiente de interés: garceta común (1), avefría europea (2), chorlitejo chico (abundante, adultos y pollos de varias edades), andarríos chico (sobre una docena), andarríos grande (2), gaviota reidora (17), pagaza piconegra (36) y golondrina dáurica (1).
Cuando la temperatura ya empezó a subir de manera importante -hasta entonces se había mantenido sobre los 20ºC nada más- decidí rematar la mañana aguas arriba, en la orilla de Santa Eulalia de Tábara para disfrutar con la comunidad variopinta de garzas que anda estas semanas por ahí. Así anoté: martinete común, garza real, garceta común, garcilla bueyera y uno de los ejemplares de larga estancia que tenemos en la zona de garcilla cangrejera. Además se portó muy bien junto a las aguas de la cascada. Unas fotos.

Además de las ardeidas vi un pequeño grupo de media docena de espátulas alimentándose en la zona. 
Pero de lo más guapo de este lugar fue la de poder disfrutar de un descaradísimo críalo juvenil a muy corta distancia mientras buscaba orugas entre la hierba. Las aves adultas de este gran cuco son bonitas pero lo del juvenil, para mi gusto, es espectacular.

Cerca de allí pescaban un par de martines pescadores que no se dejaron retratar.
A última hora me sobrevoló un buitre negro subadulto.

Además anoté 4 lejanas gaviotas patiamarillas. Esta es una de ellas.

También descarada esta perdiz roja que no se movía del borde de un camino.

Y, cuando ya me iba, me salió esta cierva que buscaba rápidamente la sombra del monte pues en ese momento, sobre las 11:30 horas, ya teníamos unos abrasadores 30ºC.
¡Empieza la diversión!

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