martes, 21 de junio de 2011

21/06/2011. Empieza el verano en Villafáfila

Hoy he vuelto a la Reserva después de un mes justo (21/05) sin pisar por allí. Además, coincidiendo con el inicio de la estación estival y, Villafáfila en verano, se resume en tres puntos: los pájaros están mudando y están todos muy feos, el número de aves es enorme debido a que ya vuelan los jóvenes nacidos en primavera y que no hay casi agua. Pues bien, hoy se han cumplido todos los puntos menos uno y, por suerte, es el último. Porque sí, tenemos agua y bastante. De hecho, hay más agua que hace un mes debido, supongo, a los días borrascosos de primeros de junio en esta parte de la provincia. Con un poquito de suerte y la ayuda de alguna tormenta veraniega potente en julio, podríamos conservar agua hasta agosto cuando empiece en serio el paso postnupcial. Esto haría que hubiera altas probabilidades de tener muchos pájaros y, con suerte, podría colarse algo singular entre ellos. Ya hace años que no tenemos un postnupcial con un nivel de agua aceptable, a ver si este puede ser aunque las predicciones hablan de un verano muy caluroso con hasta 1ºC por encima de la media. Esto podría iniciar una evaporación a lo bruto pero, para consuelo, debo decir que otros años a estas alturas, la Salina Grande ya estaba por la mitad y ahora mismo está casi llena. En fin, esperemos a ver como evolucionan los acontecimientos.
En cuanto a lo de los pájaros feos, dos ejemplos. Una avutarda con una muda activadísima que no se ni como le da para mover todos esos kilazos corporales.

Y las anátidas, representadas por estos cuatro azulones. Observad a los tres machos como van ya adquiriendo el llamado plumaje de eclipse. Dentro de un par de semanas, será difícil separar machos de hembras en la distancia...



Y, respecto al punto dos, los jóvenes. La estación de cría ha transcurrido muy bien y todo está dominado por una nueva generación. Ha sido un año excepcional para gaviotas reidoras y pagazas piconegras. También grandiosa la cría de tarro blanco (hoy he visto un grupo de 36 ejs. juntos, compuesto por adultos y jóvenes) con muchas decenas por toda la Reserva. Además jóvenes de todas las especies más comunes: cigüeñuela común, avoceta común, ánade azulón, ánade friso, porrón común, focha común, avefría, etc.. Aquí un ejemplar adulto de cigüeñuela para ilustrar (no soy partidario de mostrar pollos y no he pillado un ejemplar con plumaje juvenil decentemente sin molestar).

Otras cosas interesantes han sido:

- Gaviota cabecinegra: 1 ad. en la Salina Grande. Uno de los motivos de mi visita de hoy era intentar constatar que, efectivamente, las cabecinegras han sacado descendencia este año después de haber visto la incubación, pero no he podido conseguirlo. Solo he visto a uno de los adultos en las islas pero, en ningún momento, había jóvenes junto a él.
- Aguja colinegra: 7 ejs. en la Salina Grande. (¿Primeros del postnupcial?)
- Espátula común: 3 ejs. en la Salina Grande.
- Archibebe común: 1 ej. en la Salina Grande y otro más en La Rosa.
- Chorlitejo grande: 1 jov. en la zona de La Rasa de la Salina Grande y dos adultos en la laguna de La Rosa. Para mí, al menos el joven, se trataría de la primera cita postnupcial segura de la especie.
- Garcilla bueyera: 1 ej. en Barillos.
- Garza real: 4 ejs. en Barillos.
- Ganga ortega: oídos dos ejs. sin poder divisarlos.
- Halcón peregrino: 1 ad. sobrevolando la Salina Grande.
- Búho campestre: 3 ejs. volando a eso de las 10:00 a.m. cuando ya calentaba el sol. El de la foto sobrevuela su nido.

- Aguilucho cenizo: el ejemplar macho melánico en la zona de Barillos. La foto está a contraluz pero se ve que es gris oscuro. Si fuese el color original se apreciaría de sobra.


Dejé la Reserva a las 11:00 horas (empecé la mañana allí a las 06:30) cuando ya hacía mucho calor. Dos consejos, evitar estar más tarde de las 11-12 de la mañana ya que el calor es insoportable y la calima impide mirar decentemente por el telescopio y hacer fotos. Y, segundo, ojo con los mosquitos que están que se salen este año...

Con este panorama me volví a Zamora pero no fui para casa. Me bajé hasta el Duero, a la zona donde Alfredo Hernández, Emmanuel D`Hoore e Isabel Martín vieron un charrán común hace unos días. Me senté en la orilla, a la sombrita fresca de un chopo y esperé. Por supuesto, ni rastro del charrán pero me lo pasé pipa con una familia de avetorillos y sus quehaceres entre los carrizales. Un par de fotos testimoniales.

Y, ahora sí, con 30ºC me metí en casa.

2 comentarios:

  1. Que biodiversidad tiene Villafáfila! El Búho campestre es una pasada y lo has captado perfectamente. Saludos

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  2. EL buho campestre tambien me ha llamado a mi la atencion.muy guapo!

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