sábado, 17 de septiembre de 2011

16/09/2011. Embalse de Ricobayo

Un pelín antes de que el sol asomara por el horizonte, yo ya estaba en la orilla de la laguna de Barillos, en la R.N. de Villafáfila pero, por una vez, no era feliz. Y esto sucedía porque, ante mí, tenía una laguna completamente seca, salvo unos 700 m2 a la otra punta de mi posición. Los pronósticos se han cumplido y, debido a las altas e inusuales temperaturas que llevamos sufriendo durante todo el mes de septiembre, la nula precipitación en todo el verano y la escasa lámina que había, no ha aguantado. Con el primer rayo de sol distinguí una gaviota sombría adulta, un puñadito de chorlitejos grandes y, al fondo, la grulla que lleva todo el verano por aquí. ¡Quién me mandará madrugar a mí! pensaba...
Pero en Zamora, tenemos la suerte, de tener un gran embalse en cuyas colas, cuando el nivel de agua está bajando, se forman unas condiciones ideales para albergar avifauna. En días previos, varios compañeros de la provincia lo han estado visitando con resultados óptimos, así que la cosa estaba clara. Además, queda muy cerca de la Reserva y me fui para allí, al embalse de Ricobayo. Hay varias zonas para elegir donde tirar el rato, pero yo me decidí por El Pedregal, cerca de Fontanillas de Castro, y a la vera del castillo y muralla del antiguo pueblo de Castrotorafe.
Nada más llegar vislumbré que la mañana podía estar más que entretenida. Gaviotas reidoras, muchas garzas reales, limícolas por las orillas, decenas de somormujos lavancos y cormoranes grandes... En fin, había que desgranar todo eso y, al fin y al cabo, eso es lo que me entretiene. Pero comenzaré por la que, para mí, es la observación más interesante del día.
Contento estaba yo con las 4 espátulas que tenía en mi telescopio cuando, de lo más alto del cielo, bajó un gran grupo compuesto por 52 (las he contado por las fotos que les hice). Dieron un par de vueltas atraídas por las que yo estaba viendo pero solo se decidieron a bajar tres, el resto, siguieron rumbo sur. Dejo unas fotos del momento de parte del grupo dando vueltas y de las 4 que había antes de que llegaran, que acabaron siendo 7 espátulas cuando me fui.Pero cuando sucedió todo esto, yo ya tenía a los limícolas separaditos por especies y bien contaditos, siendo el resultado, el siguiente:

- Andarríos chico: muy abundante, único que no conté debido a que está distribuido por todos los playones hasta donde alcanzaban mis ojos.


- Andarríos bastardo: 1 ej. juvenil.


- Avefría europea: 21 ejs.


- Chorlitejo grande: 31 ejs. Foto de un juvenil. - Combatiente: 4 ejs., todos jóvenes.


- Aguja colinegra: 20 ejs. Foto del grupo junto con un combatiente agregado (abajo del todo). - Archibebe claro: 11 ejs.


- Archibebe común: 14 ejs. Foto del grupo en vuelo. - Correlimos menudo: 11 ejs.


- Correlimos zarapitín: 3 ejs.


- Correlimos común: 15 ejs.


- Vuelvepiedras común: 2 ejs.


- Agachadiza común: 1 ej.


En la siguiente foto, un grupo mixto de limícolas con archibebe común y correlimos común, zarapitín y menudo. Y foto de otro grupo mixto en vuelo con: aguja colinegra (cuarta por delante), archibebe común y andarríos bastardo (abajo atrás). Trece especies de limícolas en total, no esta nada mal. Veréis que no tengo ninguna foto decente ni cercana, esto sucede porque los pájaros se observan a una distancia prudencial para una cámara reflex con teleobjetivo (aunque sea un 500mm como el mio). Por eso tengo que aprovechar cuando se mueven de un lado a otro. No me puedo acercar más debido a que las orillas están fangosas y te hundes porque, la verdad, es que los limis aguantan bien.


Del resto de pájaros de la zona, destacar 4 garcetas grandes entre las casi 200 garzas reales (estimación) que utilizan el lugar. Solo en un pedrero había un grupo de 61 ejs. en reposo. Entre ellas también, una garceta común. Foto de dos garcetas grandes, una posada y otra pasando por delante en vuelo. Son mis primeras garcetas grandes del año. Unas 60-70 gaviotas reidoras utilizan estas playas para su quehacer diario. Entre ellas pude ver una con un tubo de pvc amarillo, sin poder leer el código. Esto produjo que la mañana no fuera perfecta. Además, con ellas, dos gaviotas sombrías, una de 2º año y este joven del año que me pasó por la espalda y vi tarde para la foto. Y foto de una reidora que, al igual que la sombría, ha nacido en este 2011. Y vista general del grupo de reidoras con las agujas colinegras entre ellas. De otras aves: unos 70 somormujos lavancos y una estima de 300 cormoranes (entre los allí presentes y los que llegaron a partir de las 10:00 h. desde sus dormideros río arriba). De anátidas, unos 200 azulones y un puñadito de cercetas comunes.


En cuanto a rapaces, muy flojo. Se supone que este es uno de los mejores sitios para ver águila pescadora en nuestra provincia, pero no he tenido suerte. Solo unos cuantos milanos reales y un joven aguilucho lagunero.


Y de fenología, un grupo de aviones zapadores que no creo que tarden en dejar el lugar y mi primera bisbita común del año. Ha sido emocionante oir su reclamo, para mi, el himno del otoño-invierno. Esta sí me dejó hacerle una foto. Otro rato lo pasé viendo a tres ciervas jugeteando entre ellas en la orilla de enfrente a mi posición. Foto de dos de ellas persiguiéndose. Y acabo con una vista del castillo y la muralla de Castrotorafe, que fue muy importante hace muchos siglos ya que controlaba el puente de paso sobre el río Esla, que es el que llena este embalse. Necesito que llueva para que nos llene las lagunas de Villafáfila y poder recibir a las grullas, gansos y resto de miles de anátidas que vendrán como se merecen y, de paso, divertirnos este invierno. De momento, tengo para entretenerme con el embalse de Ricobayo y las aguas del río Esla.

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