lunes, 19 de septiembre de 2011

18/09/2011. Ánsar campestre en Villafáfila.

El pasado día 15, J.J. Orduña y J.M. San Román, localizaron un ánsar campestre dentro de las lagunas artificiales de la Casa del Parque de la R.N. de las Lagunas de Villafáfila. Ellos, en un principio, no le dieron más importancia pero yo, al enterarme y tener una conversación con J.M. (a partir de hoy Pepe por aquello de abreviar), hice hincapié en que había que seguir y documentar a ese pájaro.
Es cierto que no es el momento de tener a esta rara (en su día abundantísima) especie por aquí pero, por una serie de razones, creo que hay que tratar esta observación con mucho cuidado. Hoy, día 18, me fui a verlo, al volver a ser relocalizado por Pepe por la mañana, ya que llevaba dos días sin verse.Las citas de anátidas siempre son un dilema, para los que andamos en busca de rarezas, cuando aparecen. Es cierto que si en vez de mediados de septiembre, fueran mediados de diciembre, no habría que darle más vueltas a esto. Pero por las fechas en las que estamos, hay que ir con pies de plomo. Aunque, para mí, este ganso es salvaje y voy a decir por qué pienso así.
Dejemos a un lado las evidencias típicas, ya que en este caso no se cumplen. No tiene anillas ni otro tipo de marcaje, no está amputado (como el ejemplar de campestre perteneciente a la colección de este Centro) así que vuela perfectamente, su plumaje está inmaculado (solo tiene los signos típicos de la muda por las fechas) y no se fía ni de su sombra. Estos son las evidencias mínimas que se manejan en otros casos. Ahora yo voy a dar las mías concretas para este ganso.
Desconozco lo habitual de esta especie en colecciones de anátidas, fijo que hay alguna que los tiene, pero yo no los he visto nunca y eso que me dedico a mirarlas bien cuando me encuentro con alguna. No así congéneres suyos como el ánsar común, el careto y las barnaclas canadiense, cariblanca y cuellirroja, muy habituales en esos sitios.
El año pasado fue un año muy bueno (el mejor en la última década) para la especie dentro de la R.N. de las Lagunas de Villafáfila. Desde finales de los años noventa, no se veían tantos campestres por aquí. Todos ellos de la subespecie Anser fabalis rossicus, que es la que históricamente ha invernado siempre aquí (de manera muy escasa) y en el cercano embalse de Ricobayo (miles). Este es un rossicus, apreciable por la combinación de negro y naranja del pico o, como mínimo, un ejemplar procedente de la zona donde crían rossicus y la subespecie nominal fabalis, con más rasgos de la primera que de la segunda.

Durante todo el verano ha habido un grupo de entre 20-30 ánsares comunes pululando por toda la Reserva. A principios del mismo pude ver que uno de estos gansos llevaba un ala colgando. A estos gansos, que se acaban agrupando en los últimos puntos de agua, no les he prestado demasiada antención, la verdad. Suelen moverse por una zona que no frecuento y que, además, está a desmano de casi todo. Pero, justo un poco antes de la aparición del campestre, se presentó junto a la Casa del Parque, el ánsar común del ala rota (por un tiro de caza seguramente). Además también, la población de ánsar común del Centro, se ha visto incrementada con la llegada de los gansos salvajes que en su día no pudieron volver al norte con sus compañeros, allá por el mes de febrero. Para mí, está claro que este Anser fabalis rossicus ha pasado desapercibido entre los gansos que se han quedado a veranear, cada uno por sus causas, y que ha sido cuando se han quedado sin agua en toda la Reserva (recordemos que la última laguna fue Barillos y que se secó hace una semana) cuando han decidido entrar al único punto que les queda en la zona, las lagunas artificiales de la Casa del Parque.

Allí se ha juntado al único ejemplar de su especie que existe en la colección. Ambos mantienen una actitud pasota y aislada respecto del resto de los gansos, algo muy típico en los campestres en libertad. Muchas veces en libertad, aunque se mueven de los comederos a los dormideros y viceversa junto a los ánsares comunes, una vez allí, se mantienen apartados de los mismos y para nada interactúan con ellos. Rasgo idéntico a la actitud de nuestro protagonista y su primo doméstico.

Además, como podéis ver en las fotos, tanto su jizz como su silueta, habla de un ganso atlético. Los gansos domésticos, aunque procedan de especies salvajes, rápidamente adquieren "maneras de oca", como digo yo. Es decir, engordan muy rápido, se les hincha el hígado, lo que les da una forma "culona" y el cuello se hace muy grueso, además de las patas. Este campestre está fornido, tiene bien marcados los músculos de las anaranjadas patas y carece de ningún tipo de cayosidad extraña, algo típico también en los gansos domésticos. Dentro del mismo centro pueden distinguirse los ánsares comunes salvajes que entran aquí de los que llevan años amputados. No tienen nada que ver unos con otros...

Por todas esas razones, para mí, este campestre es salvaje. Declaro mi negligencia en no haberlo localizado antes por la Reserva. Pienso que debe tener o ha tenido algún problema de salud para no poder haber podido irse al acabar el invierno al igual que le ha ocurrido, por ejemplo, a la grulla adulta que lleva frecuentando Barillos toda la primavera y verano.
En la siguiente foto, hecha por J.M. San Román (Pepe), podéis ver lo bien que vuela.

En fin, haré el pertinente informe para el Comité de Rarezas de la Sociedad Española de Ornitología y que ellos decidan que hacer con él. Mi opinión, es que debería homologarse como un ganso salvaje.

Por supuesto, aproveché el resto de la tarde para echarle un ojo al resto de pájaros. Poco movimiento de paseriformes pero bueno de limícolas. Están arreglando alguna de las lagunas y han tenido que bajar el nivel de agua, lo que ha hecho que el sitio sea ideal para estas pequeñas zancudas. He visto lo siguiente:

- Andarríos bastardo: 2 ejs.

- Andarríos chico: el más abundante, como siempre.

- Andarríos grande: 3 ejs.

- Correlimos común: 5 ejs.

- Correlimos menudo: unos 15 ejs.

- Chorlitejo chico: 2 ejs.

- Chorlitejo grande: unos 40 ejs.

- Avefría europea: 50 ejs. aprox.

Unas fotos de todo un poco.

Andarríos bastardo y chorlitejo grande.

Andarríos bastardo y correlimos menudo.

Andarríos bastardo, "a huevo" pero a contraluz.


Chorlitejo chico juvenil, digo yo que ya será el último del año...

Y parte del bando de avefrías en una levantada comunal por culpa de un aguilucho lagunero.

2 comentarios:

  1. Magnífica y muy convincente argumentación para apoyar el origen del ganso compañero!!!A mi me has convencido. Abrazos!

    ResponderEliminar
  2. Que maravilla de lugar y que suerte poder visitarlo tan amenudo.......
    Saludos camperos.

    ResponderEliminar