sábado, 19 de noviembre de 2011

18/11/2011. Censando acuáticas

Durante estas semanas estamos presenciando la llegada masiva de las aves acuáticas invernantes a nuestras bahías, lagunas, embalses, ríos, charcas y... graveras inundadas. Este último sitio, al igual que otros, han surgido de manera artificial y suelen formarse en sitios donde se dan unas condiciones particulares. Cuando acaba una explotación minera de áridos, muchas veces efectuadas cerca de ríos, en ocasiones se inundan rápidamente debido al alto nivel freático de la zona. Si hay suerte, se forma rápidamente vegetación acuática en sus orillas que les da un cierto toque "natural". Suelen ser lugares de cierta profundidad que rápidamente son colonizados por todo un listado de fauna que se aprovecha de la oportunidad y, allí donde antes no había nada, ahora hay un oasis de vida. Claro que el precio que se paga en ocasiones es altísimo, pues se destruye el hábitat autóctono que había antes de la explotación. Pero, pienso yo, que ya que no hay remedio, ¿por qué no conservar estos lugares? Así se ha hecho en muchos sitios y hoy en día son conocidos por albergar una calidad ambiental y natural de primer orden. En fin, la historia de hoy.
En toda la vega media del Duero, entre el límite con la provincia de Valladolid y hasta Zamora capital, hay un montón de explotaciones de áridos que arrancan de las orillas del gran río millones de toneladas de arenas, gravas, arcillas y otros sustratos destiados a la construcción. Al estar tan cerca del "padre Duero" se suelen inundar rápidamente atrayendo, como he dicho antes, a toda una comunidad de animales. Sirven de refugio tanto a invertebrados acuáticos o ligados al agua, como ditiscos o libélulas, como a vertebrados de todo tipo, sobre todo, anfibios y aves acuáticas. En busca de estas últimas me acerqué ayer a una serie de graveras situadas en el término municipal de Coreses, a medio camino entre Toro y Zamora. Mi propósito era comprobar como iba el paso de anátidas y ver si podía encontrarme alguna de las especies más escasas que se pueden ver por Castilla y León. No hubo suerte, pero las censé todas, obteniendo el siguiente resultado:
- Zampullín común: 34 ejs.
- Somormujo lavanco: 2 ejs.
- Ánade azulón: 28 ejs.
- Ánade friso: 40 ejs.
- Silbón europeo: 10 ejs.
- Porrón moñudo: 6 ejs.
- Gallineta común: 8 ejs.
- Focha común: 204 ejs.
- Cormorán grande: 15 ejs.
- Garza real: 2 ejs.
- Aguilucho lagunero: 5 ejs.
- Andarríos grande: 2 ejs.
- Escribano palustre: varias decenas.
Sin duda, estos números deberían aumentar en las próximas semanas.
Dejo unas fotos que hice a lo largo de la mañana, en las 3 horas aproximadamente que estuve por allí.
Ánades azulones machos en vuelo.
Cormoranes grandes. Este primero podéis ver que lleva un sedal de pescar saliéndole de la boca, por lo que seguro que tiene un anzuelo en la garganta, una pena... Grupo de fochas con silbones entre ellas. Panorámica de una de las graveras con fochas, la protagonista del día, y donde se puede apreciar la abundante vegetación acuática creciendo a su alrededor.










Dos ánades frisos, especialmente abundantes este día.


Uno de los andarríos grandes.


Además de las acuáticas vi otras cositas intersantes como: azor común (1 macho), gorrión moruno (1), gavilán común (3 ejs. posados juntos en la misma rama!!!), alcaudón real (1)... etc. También otras aves típicas del inminente invierno castellano: lavandera blanca, bisbita común, petirrojo, mosquitero común, buitrón (especialmente abundante), tarabilla común, zorzal alirrojo, milano real, busardo ratonero, cernícalo vulgar, paloma torcaz, bandos mixtos de fringílidos y otras especies (jilguero, pardillo común, verderón común, verdecillo, pinzón vulgar, gorrión molinero, gorrión chillón), etc..


Foto de un cernícalo vulgar macho posado en uno de los semáforos de la vía férrea que, por los restos, utiliza muy a menudo.




Estas graveras albergan además, durante la época reproductora, dos especies míticas de nuestra avifauna, el avetorillo y la garza imperial. Mi opinión es que, después de explotarlas, se deberían proteger en un caso semejante. En la actualidad, entre todas estas graveras inundadas, hay otras en plena explotación, con lo que conllevan de trasiego de máquinas y camiones. Pero pienso que es una buena forma de curar las heridas y cicatrices que le hacen al Duero.


Cuando volvía para casa decidí detenerme en un alto junto al pueblo de Fresno de la Ribera, desde donde se domina una gran curva del río. Al ir me pareció ver unos puntos blancos sospechosos en una zona típica de almimentación de ardeidas. Y no me equivoqué ya que había 2 garcetas grandes. Además, con ellas, cigüeña blanca (3), garza real (1), andarríos grande (2), focha común (4), cormorán grande (11) y zampullín común (1).

1 comentario:

  1. Como controlas de aves en Villafáfila!!
    A ver si voy este invierno

    Saludos

    mi blog: el ornitoblog

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