Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando me encontré con un gran dormidero de palomas torcaces en unas choperas de repoblación, en la margen derecha del río. Ocupaban una línea de entre 450-600 m. de orilla y los árboles parecía que habían recuperado las hojas de repente. Cada vez que había una espantada el sonido era estremecedor y el batir de alas lo llenaba todo. Estimé unos 15.000 ejemplares. No pude estudiarlas con detenimiento pues no llevaba la óptica apropiada encima (solo unos prismáticos de combate que siempre van conmigo) pero no es descartable que también hubiera palomas zuritas entre ellas.
Nunca antes había visto una agrupación de torcaces semajante. Conseguí hacerles un pequeño vídeo con el movil que guardo como recuerdo. A ver si lo cuelgo aquí.
Además, en la zona, las anátidas (la mayoría ánades azulones) llegaron a los 600 ejs. El dormidero de cormoranes, formado por dos núcleos, llegaron a unos 60 ejs. y, con ellos, llegaron a dormir nada menos que 10 garcetas grandes. Sigue siendo un año sin precedentes para esta especie en nuestra provincia. Como colofón, un par de gaviotas reidoras volaban río arriba.
Pero picado por la curiosidad, el día 17 decidí regresar al lugar, a la misma hora. Esta vez equipado con telescopio, prismáticos de garantía, cámara de fotos e, incluso, la videocámara. Pero la decepción fue tremenda cuando no apareció ni una sola paloma en ese lugar. Solo un par de grupos (200 + 1000) se juntaron a unos 500 m. de mi posición y, en cierto momento, levantaron el vuelo y, pasando por encima de mi, volaron aguas abajo. Esto me lleva a la conclusión de que el dormidero del otro día es temporal. En estos momentos estamos viviendo los mejores dias de la migración de la paloma torcaz y, supongo, cuando se juntan grupos grandes en el mismo sitio, pueden formar dormideros de esa voluminosidad. En la siguiente imagen, parte de un grupo de los del día 17.
Lo que sí pude hacer este segundo día fue contar y mirar bien las anátidas, que quedaron así: ánade friso (16), cuchara común (19), cerceta común (8), silbón europeo (1), ánade rabudo (3) y ánade azulón (unos 300); muchos menos que hace dos días también. Entre los cormoranes encontré uno anillado con pvc en pata derecha y metálica en izquierda. Debido a la distancia y la poca luz que había ya, fui incapaz de leerla. Solo puedo decir que era oscura (negra o azul oscuro) con letras blancas: ??F. A ver si en los próximos días puedo leerla entera. De las garcetas grandes, nada tampoco, solo 1 ej. que entró junto a los cormoranes. Por allí, dos aguiluchos laguneros, 3 somormujos lavancos y 2 martines pescadores.
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