Visita, después de dos semanas sin ir, a Villafáfila. La cosa sigue muy seca, no ha caído ni una gota decente en todo el verano y, para colmo, como ya informé, el único sitio capaz de entretenernos está cerrado por vacaciones.
Aún con todo, decidí acercarme al lugar, ver a Cristian e intentar sacar los dos carricerines cejudos vistos por Xurxo Piñeiro en la zona del regato del Tío Hachero a última hora de la tarde del día anterior. Negativa la prospección.
Bajo una calorina de aúpa, Cristian y yo estuvimos recorriendo el perímetro de la Casa del Parque y mirando la laguna de abajo (la mejor para limícolas) desde donde podíamos. Luego os cuento las conclusiones pero, ahora, voy a centrarme en la estrella noticiable del día.
Después de visitar el Centro, de buscar los cejudos y todo eso, acabamos la tarde a orilas de la Salina Grande que tiene algo de agua de lo que le da la balsa de la depuradora. Aquí había varios limícolas y, entre ellos, un precioso adulto de aguja colipinta. Si esta especie ya es muy escasa de ver, aunque regular en paso prenupcial (primaveral), lo es mucho más en postnupcial. Tanto que esta podría ser solo la segunda cita de la especie en paso otoñal conocida para Zamora (sin descartar que haya alguna observación escondida por ahí). Para mí, desde luego, es la primera vez que la veo en estas fechas.
El pájaro llegó estando nosotros allí y se puso a comer inmediatamente, lo que facilitó su disfrute. La única pena fue que ya estaba anocheciendo y nos faltaba algo de luz. Aún así, espectacular su librea anaranjada, acenturada por el rojo del atardecer terracampino.
Llegó y se puso a comer como una posesa. Se alejó brevemente pero volvió a los pocos minutos. Dejo una serie de imágenes de este bello pájaro al que vemos muy poco por el interior.
Como conté al principio, antes de esto estuvimos en los alrededores de la Casa del Parque. Por desgracia no hemos podido contar los pájaros que había de cada especie pero sí creo que hayamos podido ver todo o, si no, hemos estado muy cerca.
Habría unos 60-70 limícolas de 15 especies destacando hoy los correlimos zarapitines, más abundantes que las otras dos especies presentes. Hemos podido afinar más debido a que había un águila calzada y un joven halcón peregrino picadísimos con ellos y los han levantado varias veces. Aprovechando el baile aéreo que se marcan cada vez que se asustan y hasta que vuelven a posarse, me he liado a tirar fotos para ir identificando cosas. Entre eso y el telescopio, algo hemos podido hacer. Sin duda, con el Centro abierto, hoy habría sido un día para gozar.
En fin, no doy números pero sí las especies, que son estas: correlimos zarapitín, correlimos común, correlimos menudo, andarríos chico, andarríos grande, andarríos bastardo, chorlitejo patinegro, chorlitejo grande, chorlitejo chico, archibebe común, aguja colinegra, combatiente, cigüeñuela común, avoceta común y avefría europea.
Dejo una serie de los vuelos para uso y disfrute del personal.
Como podéis ver, curioso, todos los limicolas de las fotos son adultos. Eso quiere decir que la oleada de jóvenes está por llegar o que han criado muy mal y regresan solos...
Entre los limícolas que había en la Salina Grande, a parte de la aguja, estaba este combatiente, también adulto, macho.
Y los dos culpables de las levantadas de los limícolas hoy y a los que tenemos que dar las gracias ya que, sin ellos, no habría fotos. Halcón peregrino juvenil, justo antes de lanzarse a un nuevo picado sobre las pequeñas zancudas y águila calzada adulta, forma clara.
Entre los patos, que también se levantaron con las rapaces, destacaban estas 7 cercetas comunes, primer grupo que veo.
Y la segunda alegría del día, además de la aguja, llegó en forma de odonato. Y es que esto de estar empezando me acarrea enormes satisfacciones porque voy viendo especies nuevas cada muy poco. Hoy le toca a la tercera Ischnura que tenemos en la provincia de Zamora, Ischnura pumilio. Después de disfrutar la aguja colipinta y con los últimos rayos de la tarde, Cristian y yo nos pusimos con las libélulas pequeñas con la intención, precisamente, de ver esta especie. Hace unos días pude disfrutar de Ischnura elegans a orillas del Duero y me propuse ver esta tercera ya que Ischnura graellsii es la que había controlado siempre aquí en Villafáfila. Pues bien hoy, por fin, ha sido el día en que he podido identificar esta especie. Fíjense en los dos puntos que tiene en S9, categóricos para salir de dudas con I. graellsii, además de tener parte del azul en S8, algo que no sucede de manera general en I. elegans ni I. graellsii.
En la primera foto, un macho de Ischnura pumilio.
Y en esta segunda, la preciosa hembra roja...
Y nada más por hoy...
Gracias por las fotos de las aves en vuelo. Si que las he disfrutado identificando aves.
ResponderEliminarMuy bueno el apunte sobre la ausencia de juvs. Algo se ha dicho por "ahí" acerca de el fracaso de la nidificación de las limícolas.
Yo no las veo a mogollón pero estaré al tanto.
Primeras Cercetas por aquí también.
Un saludón, Alfonso!