miércoles, 15 de agosto de 2012

Libélulas de Toro (I) y algo más...


Al igual que hice en la pasada entrada con las mariposas voy a ir dedicando, cuando pueda, otras a las libélulas más cercanas al lugar donde vivo, Toro.
Los odonatos me gustan mucho más que las mariposas, además de resultarme más sencillo su identificación (salvo casos concretos) aunque también llevo muy poco tiempo con ellos. Me parecen unos invertebrados fascinantes, superdepredadores en miniatura, con un ciclo biológico de lo más interesante y un símbolo de nuestros ríos, lagos, lagunas, charcas, abrevaderos, canales, pilones, cunetas inundadas, en fin, cualquier sitio con agua, que es lo que a mi me gusta.
Este está siendo un año muy malo para buscar libélulas debido a la enorme sequía que padecemos pero aquí, en Toro, tenemos la suerte de ser regados por uno de los ríos más grandes de la península ibérica, el Duero. Esto nos facilita poder buscarlas, utilizándolo como último recurso aunque sea.
Ayer, día 14, pude ver tres especies en un momento de dedicación y sin estar en uno de los mejores tramos del río debido a los enormes taludes que allí tiene y que impiden acercarte más a la orilla.
El primer odonato que identifiqué fue un macho de Orthetrum cancellatum, una poderosa libélula que se dedicaba a expulsar de su trocito de orilla a todo bicho que pasaba volando, ya fueran otras libélulas o avispas, mariposas, etc... Desgraciadamente no pude hacerle foto porque no paraba quieta apenas unos segundos y no podía arrimarme mucho, como ya os he dicho. De todas formas en este blog ya ha aparecido varias veces así que, si queréis ver imágenes, solo tenéis que ir a la columna de la derecha y pinchar sobre su nombre.
A la que sí pude fotografiar fue a la segunda especie, Sympetrum fonscolombii, de la que vi varios ejemplares. Es una de nuestra libélulas más comunes y es fácil de encontrar en casi cualquier sitio con un poco de agua, humedad tan solo o, incluso, en medio de cualquier páramo, ahora que se mueven mucho en esta época del año. A una de ellas sí que pude hacerle foto.

Y, de las tres especies de hoy, hay una que sobresale para mí especialmente ya que es la primera vez que la observo en mi corta vida de "dragonflyer". Sería lo que los aficionados ornitólogos españoles y, más concretamente, los twitchers denominamos un "bimbo", que sería algo así como "ver una especie por primera vez en la vida". Pues eso, hoy he hecho un bimbo para mi lista de odonatos.
Seguramente me habré cruzado con esta especie más de una vez pero nunca he sido capaz de separarla de otras muy parecidas en España como Ischnura graellsii o Ischnura pumilio. Esta se trata de Ischnura elegans y el motivo de haberla podido separar ha sido que voy aprendiendo cada vez un poquito más sobre odonatos, aunque muy lentamente porque todo mi tiempo se lo comen los pájaros. Para separar esta especie de otras parecidas lo mejor es fijarse en el pequeño cuernecillo que tiene en el pronotum (algo así como el cuello) y que se ve muy bien en esta primera foto.
Otro problema que tiene esta especie en concreto además del parecido con otras dos de nuestras especies del género Ischnura es que, dentro de la especie, tiene una altísima variabilidad morfológica, lo que hace que haya machos que parezcan hembras y hembras que parezcan machos, en cuanto a su coloracion. El pronotum es una buena forma de separar ambos sexos, además de otros rasgos.
Una segunda foto de Ischnura elegans.

Y mientras estaba enfrascado en la búsqueda de libélulas, apareció otro personaje que, por desgracia, es muy común en todos los medios acuáticos de nuestro país en general y de la provincia de Zamora en particular. Es un animal muy popular entre la sociedad actual, sobre todo, en el medio más rural y recibe varios nombres: cangrejo americano, cangrejo rojo americano, cangrejo de río americano, cangrejo de las marismas... Lo que queda claro es su procedencia y el nombre que le da la ciencia es Procambarus clarkii.
En España fue introducido hace ya unas cuantas décadas con varios fines: como cebo para pescar, fines culinarios, combatir algún tipo de enfermedad trasmitida por otros invertebrados o moluscos, etc... Pero en ese momento no se contó con el alto poder de adaptación de este ser y, en pocos años, plagaba ya cualquier sitio que tuviera agua. Es muy poco exigente con el hábitat por lo que puede encontrarse desde las aguas más puras y cristalinas, hasta cualquier poza maloliente.
La llegada de este cangrejo a nuestras aguas no ha traído más que problemas. El primero fue el desplazamiento hasta la destrucción en la mayor parte del país, salvo últimos ríos de montaña del interior, de nuestro cangrejo autóctono, el cangrejo de río ibérico Austropotamobius pallipes lusitanicus que estaba perfectamente adaptado a nuestro sistema ecológico. Mucho más agresivo, este cangrejo americano depreda sobre puestas del autóctono, además de transmitirle un hongo mortal para el cangrejo español. Este invasor ha destruido poblaciones enteras de peces y anfibios autóctonos ya que depreda sobre los huevos y las fases jóvenes de estos, por no decir que afecta también a las poblaciones de odonatos ya que estos tienen gran parte de su ciclo vital bajo el agua. Incluso ha llegado a alterar el hábitat que ocupa de manera masiva, siendo un grave problema, por ejemplo, para los campos de arroz.
Está catalogado en nuestro país como especie éxotica y está prohibida su introducción en el medio natural, además de la posesión, transporte, tráfico y comercio, salvo si está regulado legalmente. Solo se permite el ejercicio de su pesca dentro de la estrategia para su eliminación.
Me gustaría añadir una última cosa. Seguro que hay alguno más, por pequeño que sea, pero considero que tiene algo bueno o que, al menos, ha colaborado en algo. Y eso ha sido en la recuperación de nuestra querida nutria, especie que ha vuelto a muchos cauces de ríos porque ha aprendido a utilizar al cangrejo americano como recurso trófico, es decir, para alimentarse. En algunas pequeñas riberas donde escaseaban los peces pero la calidad de las aguas era magnífica y se asentó este crustáceo, las nutrias tuvieron un nuevo sustento para volver a estos hábitats mucho más ricos en otros recursos.
Así que esta foto me ha permitido presentaros a un miembro más de la fauna zamorana. Este, por desgracia, muy desagradable y completamente prescindible en la inmensa mayoría de los casos pero que, por cierto, está buenísimo en salsa roja...

2 comentarios:

  1. hola, es cierto que el cangrejo rojo ha servido como alimento a la nutria, pero del mismo modo y mucho más extendida ha sido la progresión del visón americano que lo convirtió en su alimento casi único,como puede verse en sus excrementos. Lastimosamente el gran arraigo de la pesca de cangrejos en nuestras latitudes hace que la administración no se tome en serio el problema que supone este cangrejo y el cangrejo señal (también americano por cierto) basta con ver lo que ha supuesto la aplicación del decreto de especies exóticas e invasoras que ha derivado en dos órdenes de veda, una para cada cangrejo, que vienen a decir que hay que pescar las dos esceies siempre que se vaya a pescar, aunque mantiene fechas de veda para ambas especies, lo que permite la recuperación de sus poblaiones y sus negativas consecuencias.

    un saludo y gracias por tu interesante blog.

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  2. Si alguna vez quieres introducirte en el apasionante mundo de los Odonatos, Libélulas o Caballitos del Diablo, pásate un ratito por el "Reino de Libellulasman": www.libellulasman.com
    Sin duda que te lo agradeceré y si alguna duda te surgiera estaré encantado de intentar, al menos, solucionártela.
    Mis mejores deseos y mi enhorabuena por tanta información de calidad en este blog fantástico.

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