La cotorra argentina Myiopsitta monachus (también llamada cotorra monje o cotorrita verdigrís) es, como su nombre indica, de origen sudamericano, ocupando varios países de esa región, desde Bolivia hasta la Patagonia Argentina. Su popularidad como ave de jaula hizo que llegara a nuestro continente y posteriores escapes han permitido que ejemplares procedentes de cautividad consigan vivir de forma silvestre en gran parte de Europa, incluyendo a España.
En nuestro país comenzó por establecerse en grandes núcleos urbanos, sobre todo, los asociados al Mediterráneo como los de Cataluña, Levante, Murcia y Andalucía. Solo la Comunidad de Madrid mantiene un núcleo principal y bien establecido, aunque hoy en día existen ya otros más pequeños en varias capitales del centro del país.
En nuestra provincia solo estaba citada en una ocasión en Villardiegua de la Ribera, en la parte de las arribas del Duero, dentro del P.N. Arribes del Duero cuando, por lo visto, una pareja nidificó en los años 90. Parece ser que esta pareja era un escape de una persona local así que no podríamos hablar de que su llegada fuera natural, proveniente de las poblaciones ya asentadas en otros lugares cercanos.
Hace unas semanas, José Alfredo Hernández y Maribel Martín, observaron dos ejemplares cruzando la carretera a la salida de Monfarracinos, pequeño pueblo muy próximo a la ciudad de Zamora y regado por el río Valderaduey, poco antes de que desemboque en el gran Duero. Tras su comunicación y una serie de gestiones, realizadas por José Barrueso, hemos tenido conocimiento de que ambos ejemplares podrían moverse por esta pequeña localidad desde hace, al menos, un mes.
Hace unos días, el propio José, las pudo observar aquerenciadas en los jardines y huertos de una pequeña finca, alimentándose de las piñas de una thuya. Con estos datos hoy, día 20, junto con él me he acercado a ver si las podíamos observar y fotografiar.
Para mi, si más tarde no se arrojan datos nuevos sobre ellas que hagan sospechar de un origen local, esta podría ser la primera observación segura de esta especie, introducida y establecida en nuestro país, que tenemos en la provincia de Zamora.
La cotorra argentina, para nuestra desgracia ya que es un pájaro muy violento con nuestras aves autóctonas, forma parte de la lista de las aves reproductoras de España desde hace años. Personalmente es la primera vez que puedo observarlas tanto en Zamora como en Castilla y León.
Las fotos que ilustran esta entrada están tomadas hoy en el mismo lugar que las vió J.Barrueso hace unos días e, incluso, a la misma hora. Llegamos al sitio sobre las 16:00 pero no aparecieron hasta las 17:10, exactamente igual que el día de su anterior visita.
Llegan a la thuya, comen y, después de unos 20 minutos, desaparecen de allí para dirigirse a unas naves de ganado cercanas.
Son unos pájaros preciosos pero preferiré disfrutarlos si algún dia viajo a ver aves a sudamérica. De momento, lo mejor sería que las autoridades competentes trataran de capturarlas y sacarlas del ecosistema antes de que críen porque, casi seguro, que lo haran en caso de ser macho y hembra. Y casi seguro que lo serán ya que se emparejan muy rápido pero sexarlas a simple vista es muy difícil ya que apenas existe dimorfismo sexual. Llegando a poder observar su comportamiento durante largo rato podríamos saber si son macho y hembra porque el primero estaría constantemente haciéndole monerías a la segunda.
Las fotos no hacen justicia a la hermosura de este lorito debido a que el día estaba muy cerrado pero valgan de testimonio. Aunque, desde luego, nada mejor que verla en sus países de origen. Por mi, estas dos pueden desaparecer ya...
En España tenemos otro loro con poblaciones salvajes y viables, la cotorra de Kramer Psittacula krameri. En octubre de 2002 pude observar un macho de esta especie en la ribera del río Valderaduey, unos metros antes de su desembocadura en el Duero y a muy corta distancia de donde están estas dos cotorras de hoy. La pregunta es ¿puede estar el Duero (utilizado en forma de corredor) metiéndonos ejemplares de estas dos especies invasoras provenientes de sus poblaciones más cercanas, como Valladolid o, incluso, del centro de España?Para acabar, comentar que a última hora de la tarde se formó un dormidero de entre 8.000-10.000 estorninos, supongo que el 95% pintos, en el río Valderaduey.
Allá por los primeros 80 una pareja crió (o lo intentó) en un nido de cigüeñas en Valladolid, y creo recordar que lo hizo durante tres años. Ni me imaginaba hasta dónde iba a llegar la especie...
ResponderEliminarToñico,
EliminarEstos datos deberías pasárselos a la gente de Valladolid que está preparando un libro sobre las aves de la provincia...
Al final quedó muy bien la entrada. La verdad es que es un pájaro muy bonito pero, como tu dices, es un problema si consiguen criar. Un saludo.
ResponderEliminarVaya con las cotorras,las dejas y se quedan con todo,saludos
ResponderEliminarBuscando un piso para mi hijo por Madrid hace dos meses comprobamos que se vendían a bajo precio los que lindaban cerca del Manzanares con unos grandes pinos llenos de ruidosas cotorras, aquí son plaga también ya en ciertas zonas. No me las imaginaba por el Norte y menos en la hermosa pero fría Zamora. Saludos
ResponderEliminar