miércoles, 28 de noviembre de 2012

Libro: "¿Para qué sirven las aves?"

 
Esta entrada no va dirigida, precisamente, a los seguidores más pajareros de este espacio sino a esos otros curiosos que me leen de vez en cuando. Los habituales y asíduos del mundo ornitológico nacional ya estaréis al tanto de uno de los eventos de este año 2012 que ha sido la publicación del primer libro de literatura ornitológica escrito en castellano.
Esto no va a ser una crítica literaria del libro (ni lo pretendo ni estoy capacitado para hacerla), sino trataré de plasmar mi experiencia con él. Ha habido gente que se lo ha tumbado en dos días. Yo he tardado mucho porque, en algunas ocasiones, he leído algún capítulo dos veces o más. ¡Una delicia!
Personalmente a la alegría de la noticia se ha unido que el autor es amigo y compañero de fatigas en esta pequeña -en comparación a otros países- comunidad de pajareros españoles, Antonio Sandoval, más conocido por todos como Toñete.
Ya hace muchos años que, en aquellas primeras publicaciones que caían en mis manos, como por ejemplo las revistas Ardeola o La Garcilla de SEO/Birdlife, aparecían citas asombrosas de un tal Antonio Sandoval desde el cabo de Estaca de Bares, el mejor punto del Paleártico Occidental para ver aves marinas desde tierra. Fue a principios de este siglo cuando tuve la oportunidad de conocerlo en persona, como no, en Estaca, un otoño recién nacido. De las primeras cosas que le pregunté, no se si él se acordará, fue: "Toñete, cuéntame lo del albatros ojeroso". Su primera respuesta fue, señalando primero con una mano hacia el Este y luego con la otra hacia el Oeste: "Desde allí, hasta allí, no aleteó ni una vez". Bien, pues esta y otras observaciones no menos sorprendentes aparecen detalladas en este libro.
No quiero recomendar -a día de hoy casi todos ya lo habéis leído- este volumen a vosotros, aficionados a la observación de aves que entráis en El Pernil hambrientos de datos y fotos sobre pájaros. Quiero que se lo recomendéis a la misma gente que lo he hecho yo. Se lo he ofrecido a mi madre, a mi hermano, a mi mujer, a mis amigos (no pajareros), a mis compañeros de trabajo para que, entre otras cosas, no vuelvan a preguntarme aquello de: "¿para que sirve ir a ver pájaros?", "¿por qué apuntas todo lo que ves?", "¿no te hartas de pasar frío, calor, mojarte o conducir?", "¿cómo que mañana te vas a Asturias a ver un pájaro?"

Antonio Sandoval, a partir de ahora Toñete, es una persona muy polivalente y esto se refleja en este libro de 255 pgs. El hilo conductor siempre son las aves pero con ellas o, mejor dicho, gracias a ellas aborda temas de ecología, psicología, etología, mitología, historia, antropología, mística, narrativa, poesía o música, entre otros muchos.
Para realizar este repaso de su experiencia vital, hace un recorrido por su tierra natal (tanto física como ornitológicamente), la provincia de Coruña y, más concretamente, su costa. Lugares como A Coruña, Ferrol, Caión, Baldaio, las islas Sisargas, las rías de Ortigueira y O Burgo, el estuario del Anllóns, las marismas de Caldebarcos y Carnota, el embalse de Sabón, lagunas de Traba y de Valdoviño, la sierra de A Capelada o los cabos y puntas de Langosteira, Ortegal, O Roncudo, Vilán, Touriñán y, por supuesto, su amada Estaca de Bares donde nace esta idea y donde lleva mirando al mar desde hace más de 25 años, son algunos de los citados en el libro. En el mundo ornitológico español y, sobre todo, para los amantes de las rarezas, muchos de estos sitios son Tierra Santa.
Toñete tiene una pluma extraordinaria y cada una de las descripciones paisajísticas de los lugares que va visitando por Galicia, y que son la columna vertebral de esta obra, no tienen nada que envidiar a las que hizo Humboldt en sus "Cuadros de naturaleza".
También este viaje por su querida costa sirve para contarnos la historia natural de algunas de sus especies míticas, hoy diezmadas pero muy abundantes hasta hace pocos años, como el arao común, la gaviota tridáctila o el cormorán moñudo. Además, desarrolla un repaso de la historia del conservacionismo y proteccionismo gallego y, por añadidura, del español; a consecuencia de varios de los atentados y catástrofes ecológicas que aquellas tierras han sufrido durante años y que, por desgracia, siguen sufriendo a día de hoy. Como ejemplo, un capítulo entero dedicado a la desgracia del petrolero Prestige.
Me he visto reflejado en muchos tramos de la obra y eso es de agradecer ya que sirve para darme cuenta de que hay un montón de gente que siente y vive lo mismo que yo. Que no soy el único que puede ir por la calle y detenerse a mirar una "v" de gansos en migración para, a continuación, sentir una sensación de desolación al ver que he sido el único capaz de pararme a presenciar semejante espectáculo, uno de los más grandiosos de cuantos suceden a nuestro alrededor, a pesar de estar rodeado de gente. Y si alguna de esas persona me pillara in fraganti en mi posición lo único que pensaría es: "¡vaya friki!".
Toñete es todo un icono viviente para los pajareros de mi generación, los que vamos una decena de años por detrás de él. Curiosamente en "¿Para qué sirven las aves?", el autor dedica varias páginas a otro de los mis iconos vivos, José Luis Rabuñal. Con casi 80 años es, para mi, el precurso nacional de la técnica del local patch ya que lleva desde finales de los años 70s acudiendo sistemáticamentte al mismo sitio a pajarear, el estuario del Anllóns en Ponteceso y la laguna de Traba. Esto le ha supuesto llevar a día de hoy unas 3600 visitas lo que hace que nadie lo supere en conocimiento sobre el lugar. Justo en los años en que yo nacía, él ya veía rarezas y, alguna de ellas, no han vuelto a ser citadas en España jamás. Es un ejemplo para mí, no solo como ornitólogo sino, también, como persona.
Personalmente, a mi, los pájaros me han servido para tener cierta sensibilidad en todos los aspectos de mi vida. Para estar orgulloso de un montón de gente que he conocido y con la que, a día de hoy, comparto horas de campo, horas de conversaciones telefónicas, horas de lectura de sus blogs y webs y jornadas de viajes a otros lugares del mundo en busca de pájaros. Por cierto, varios de ellos aparecen en este libro. Me han servido para esforzarme por aprender un idioma internacional para poder estar a la última en cuanto a noticias ornitológicas de todo el mundo. Me han servido para tomar conciencia del triste rumbo natural que está siguiendo todo a mi alrededor y en el que trato de poner mi granito de arena para cambiarlo y para que mi futuro más inmediato, en este caso mi hijo de casi 4 años, lo conozca de la manera más digna posible.
El libro de Toñete me ha servido, para esto y para mucho más. Estoy muy orgulloso ¡Muchas gracias Toñete!
Por cierto, espero que solo sea el primero de muchos.

3 comentarios:

  1. Me imagino lo "solo" que te sientes entre la multitud que pasa absolutamente de la V de gansos ¿y cuando te llega una imbécil urbanita quejándose de que la han despertado las malditas gaviotas (sic) en sus primeros días de veraneo...ella, cretina que vive en en la Gran Vía de Granada donde na la despiertan ambulancias, coches de policía, tráfico, ruidos (para minusválidos) de los semáforos...¿como va a aguantar esta pobre criatura a las gaviotas? Si todos contáramos anécdotas así no escribiríamos un libro como tu adorado Toñete, escribiríamos una biblioteca sobre cretinos.
    Animo Alfonso, tu a lo tuyo, mientras otros miran escaparates nosotros miramos horas y horas a las aves y otros miembros de nuestra maravillosa fauna, mejor, así no aparecen en tromba por los ríos, por los observatorios,etc, déjalos mirando escaparates por favor.

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  2. Muchísimas gracias por este texto, Alfonso, que me ha emocionado. Un abrazo.

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