02/04/2013. Villafáfila va cogiendo tono

Hoy por la mañana volví a pegarle un repaso a la Reserva, junto a Cristian, aprovechando una pequeña ventana entre borrascas. Parece que los próximos días volveremos a tener varios frentes que nos traerán más agua y, esta vez además, viento del norte lo que hará bajar las temperaturas.

Definitivamente, con los datos oficiales del pasado mes en la mano, parece que el marzo de 2013 ha sido el más lluvioso desde que se recoge este dato.

La R.N. de las Lagunas de Villafáfila está como hacía años que no la veía. La Salina Grande rebosa hacia las Salinas de Villarrín, las cuales, no veía con agua desde hacía varios años. El problema de esta última zona es que es muy incómoda de visitar pero haremos lo que podamos. ¡No vamos a quejarnos ahora de agua con todo lo que hemos llorado porque no la teníamos! Las praderas explotan de verdor y comienzan a llenarse de flores. En cuanto tengamos varios días seguidos de sol, va a haber un estallido primaveral que no pienso perderme.

En lo ornitológico hoy, seguimos en días de transición y ya ha habido detalles migratorios importantes. Yo, personalmente, me he sumado varias primeras observaciones de estivales aunque todas ya había sido citadas antes en la provincia. 

Lo más interesante, para mi, ha sido un grupo de 9 garcetas comunes en la laguna de La Rosa. No porque la especie sea rara aquí, sino porque los grupos compactos de este número sí lo son. De hecho, estas 9 igualan  al grupo más grande que tenía registrado hasta ahora, también de 9 ejemplares, el 04/10/2003, en la laguna de Barillos. Decir que, la garceta común, se prodiga más en la Reserva en el paso postnupcial que en el prenupcial. Otro buen grupo fue el de 7 ejs. el 22/09/2006 en la Salina Grande. Pero, el máximo que he contado en mi vida aquí han sido 12 ejs. en toda la Reserva, el 12/09/2002. Como veis  siempre los números más interesantes en paso postnupcial. Aunque tenemos citas de garceta común en casi todos los meses del año, rara vez pasan de 2-3 ejs. y lo normal es uno solitario. Dejo una foto testimonial de las de hoy.

Otro pájaro de interés ha sido una collalba gris asignable a la subespecie leucorhoa, de Groenlandia. Asumir como fija la identificación de esta subespecie solo por observación directa en el campo, debe ser difícil, pero sí que hay una serie de rasgos físicos en el ave que nos pueden hacer pensar en ella, sin dejar de tener en cuenta a los ejemplares europeos más norteños.

Fijaros en el macho de collalba gris de la siguiente foto. Los colores son muy contrastados y apreciable, sobre todo, en esa ceja que separa el antifaz negro del píleo gris azulado. El pecho y las partes ventrales con de un color pastel (anaranjado) muy patente y contrastan con las de las infracovertoras caudales blancas. Los bordes de secundarias, terciarias, covertoras y escapulares son de un color claro, destacando sobre el fondo negro del ala y formando un tenue panel. Por último, fijaros en esta foto de perfil como la proyección alar del pájaro es muy larga, sobrepasando la punta de las infracovertoras caudales. Y por último, aunque en la foto no se aprecia, este pájaro es notablemente más grande y potente que los de la subespecie nominal. Foto de posible Oenanthe oenanthe leucorhoa macho.

Al poco de disfrutar de este pájaro y a escasos metros, pudimos ver un ejemplar, también macho, de la subespecie nominal oenanthe. Traté de sacar una foto en la que la posición fuera lo más parecida posible, para comparar. Creo que los rasgos son evidentes: mucho menos contraste entre partes superiores e inferiores y la ceja, pecho blanco y sin contraste con infracovertoras caudales, carencia de bordes claros en las plumas del ala, pájaro más pequeño (no apreciable en la foto) y, sobre todo, las primarias no rebasan el borde de las infracovertoras caudales. En la siguiente foto, un macho de Oenanthe o. oenanthe.

Y una comparativa en otra posición. Primero posible Oenanthe o. leucorhoa y, debajo, Oenanthe o. oenanthe.

Otras observaciones de interés han sido: un somormujo lavanco, un pechiazul, un buen paso de porrón europeo con 37 ejs. censados en varios puntos, mis primeros mosquiteros musicales, una hembra de esmerejón y un pico de paso importante de hirúndidos (con golondrina común, avión común y avión zapador en orden de abundancia).

Los limícolas flojean un poco aún. Ha aumentado el número de cigüeñuelas y de avocetas. Estas últimas ya van cogiendo posiciones en la zona de la Parva, lugar donde crían muy bien y que el año pasado no tenía agua pero este está a rebosar.

También observamos a una pareja de archibebes comunes haciéndose monerías. Este es uno de ellos.

Tres zarapitos reales estaban a sus anchas con tanta pradera encharcada.

Y una pareja de chorlitejos chicos que ya se andaban persiguiendo. Aquí el macho.

En una zona de taráis, este macho de curruca carrasqueña, mi segunda observación del año en la provincia y la primera dentro de los límites de la Reserva.

Aquí, mi primer críalo del año también. Huía que se las pelaba de una pareja de urracas.

Y, para acabar, estuvimos entretenidos con esta espátula adulta que descansaba en la laguna de La Fuente. Está anillada con códigos de colores y código alfanumérico. Solo conseguimos asegurar la pata derecha pero nos falta la izquierda. Si alguno vais por el lugar y lo conseguís, se agradecería la información. Dejo una foto testimonial.

Esto, definitivamente, se mueve.