Nueva visita a la parte montana de mi local patch con dos objetivos: collalba rubia y chotacabras gris, pero a eso de las 20:00 hrs. algo eclipsó los éxitos pasados y futuros de la tarde.
Esta parte de mi lugar favorito para bichear está compuesta básicamente por las riberas del río Esla con fuertes pendientes en alguno de sus tramos, monte bajo mediterráneo, manchas de encinar adehesado, salpicado por pinares de repoblación, praderías, campos de cultivo de secano, barbechos, algún viñedo y algún campo con regadío y escasísimo bosque de ribera. Además, parte del río está retenido por una pequeña presa a la altura de Santa Eulalia de Tábara y amansa sus aguas en un azud que es ideal para ver aves ligadas al medio acuático. La visita aquí es obligada casi siempre que voy por allí.
Como reza el título, la tarde iba dándonos lo que veníamos a buscar pero mientras disfrutábamos con la observación de, nada menos, que tres charranes comunes en este azud se unió a ellos un charrán patinegro adulto. Esto supone la primera cita para Zamora y para Castilla y León.
En una pasada que nos dieron los charranes comunes aprovechamos para fotografiarlos (es el mayor número de ejemplares de esta especie que he visto juntos en mi provincia) y, mientras los enfocaba con la cámara, se me cruzó el patinegro al que intenté seguir pero perdí. Menos mal que estaba Cristian a mi lado y él sí fue capaz de hacerle algo para dejar constancia de tan tremenda observación. Tengamos en cuenta que este es uno de los charranes más ligados al mar que podemos ver en España y que sus observaciones en el interior son muy, muy raras.
Dejo la serie de fotos de Cristian Osorio para que podáis disfrutarlo.
Nos quedamos patidifusos y, rápidamente, avisamos a la gente correspondiente para que supieran que, en la lista de Zamora y Castilla y León, tenemos un nuevo socio. Para mi, personalmente, añadir especies y aumentar la lista de aves observadas en un lugar (a cualquiera de los niveles) me resulta muy gratificante.
Y aquí, fotos de alguno de los charranes comunes.
Pero la tarde ya había empezado muy bien con el cumplimiento de uno de los objetivos ya que, al llegar y sin bajarnos del coche aún pudimos ver, brevemente eso sí, un macho de collalba rubia en el monte de Bretocino, posado sobre una señal de la carretera primero y, de un corto vuelo, sobrevolando un pinar de repoblación de poco porte, y la perdimos. Esta era la especie número 188 en mi participación en el Big Year.
Fuimos a buscar otra collalba que había sido observada por Xabi Prieto, pajarero gallego que estuvo de visita por aquí hace unos días, pero no tuvimos la misma suerte que él o no supimos dar con ella. Lo que parece claro es que, al menos, hay dos machos seguros en la zona y que, por lo tanto, podría haber dos parejas.
Pero mientras buscábamos la segunda collalba, pudimos ver una silueta inconfundible en el horizonte. Se trataba de un abejero europeo, una de las rapaces que, potencialmente, podía ver aquí y que, ahora sí, ya era la 189 del año. Pude hasta hacerle una foto testimonial.
El pájaro 190 de mi Big Year fue el charrán patinegro, ¡ni más ni menos! y la 191 sería el segundo objetivo que me había marcado para esta jornada, el chotacabras gris o chotacabras europeo. Tuvimos que quedarnos hasta que se puso el sol del todo para oír a un ejemplar cantando en la zona de Vallefondo, en Bretocino. Sin duda, uno de los sonidos más bonitos del verano. Aquí también oímos hasta 3 alcaravanes diferentes.
Pero, entre medias, hubo más pájaros de interés. En el azud de Santa Eulalia de Tábara pudimos ver una pareja de garza imperial que se levantó de una zona de carrizal. Casi seguro que estarán criando ahí. Esta especie está en clara expansión en nuestra provincia y parece que, definitivamente, ha alcanzado el río Esla. También aquí, de interés, unas 30 gaviotas reidoras, 3 garcetas comunes y multitud de vencejos comunes alimentándose sobre las aguas del río. Tuvimos tiempo para las libélulas, pudiéndome anotar un bimbo en mi corta vida como aficionado a las libélulas, Coenagrion mercuriale.
De noche también pudimos oír un autillo desde el Puente Quintos.
Otra jornada más en Zamora para recordar...
Hola Alfonso,
ResponderEliminarNo son habituales las collalbas rubias por la zona? Yo conozco una zona con presencia de la especie en Ferreruela de Tábara (citado en la info que ya te pasé).
Un abrazo y enhorabuena por ese charrán!
Sergio París.
Pues raras no son pero es una especie en regresión y ese es el límite de distribución...
EliminarCualquier año de estos dejan de verse por ahí...
No se si me explico...
Enhorabuena por la observación, y sobre todo por haberla podido fotografiar.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias!!
Eliminar