sábado, 1 de junio de 2013

30/05/2013. Charranes comunes y colonia de somormujos


Aprovechando la apacible tarde de hoy, me propuse hacer un recorrido por mi local patch en busca de tres especies para el Big Year: escribano montesino, elanio común y buitre negro. Hace unos días, Cristian vio un elanio en la parte del monte de Bretocino que entra en el parche que cogí para mi participación, el buitre negro campea por la zona aunque, no hay un punto concreto para dar con él y el escribano montesino pues, es muy escaso y localizado, al menos, como reproductor.
No di con ninguno de los tres pero sirven de excusa para salir al campo que, al fin y al cabo, es de lo que se trata. Si no fuera por ellos hoy me habría perdido un buen par de observaciones de hecho y, además, no saldría de Villafáfila, algo que tampoco es bueno.
A primera hora de la tarde recogí a Cristian en su pueblo, que me queda de camino, y nos fuimos al punto donde él había visto el elanio.
Pero lo primero, como siempre, las observaciones de mayor interés para los que no quieran leer más después. En el azud de Santa Eulalia de Tábara, formado por el río Esla, nos encontramos dos charranes comunes asociados a un pequeño grupo de gaviotas reidoras. Es la primera observación de esta especie este año en Zamora, que sepamos. El 2011 fue muy bueno y con muchas observaciones en la provincia pero no así el 2012. A ver como viene este año que ahora estamos en las mejores fechas para encontrarse con ellos.
Dejo una serie de fotos de los dos ejemplares, primero por separado y luego volando juntos.



Los charranes los encontramos aguas abajo de la presa del azud y, al levantarse con las gaviotas, se fueron aguas arriba. Una hora después, los volveríamos a ver sobrevolando el puente Quintos, a un kilómetro aproximadamente, aguas arriba, de donde los habíamos encontrado.
La segunda observación de interés es que nos encontramos con una colonia de somormujos lavancos formada por 53 plataformas. Este es, casi seguro, el mayor registro conocido de  reproducción de esta especie para la provincia de Zamora.
Dejo unas fotos.


Pero, como ya he dicho, la tarde empezó en el monte de Bretocino, justo en el punto donde Cristian había visto el elanio unos días antes. La pequeña rapaz no apareció pero sí que vimos cosas, aunque todas típicas del monte mediterráneo y que ya había visto yo hace una semana aquí y a las que dediqué una entrada: escribano hortelano, curruca rabilarga, cogujada montesina... etc. Como novedad, un alcotán.
Pudimos disfrutar de alguna escena bonita como esta persecución entre dos machos de sisón. Lástima que nos pasaron a contraluz.

Volviendo al Esla, hubo más cosas a parte de los charranes y los somormujos. Por unas pequeñas islas de barro afloradas por la bajada del río (regulado por la presa) correteaban un par de archibebes comunes, unas cuantas cigüeñuelas, una decena de avefrías, lavanderas blancas... También reposaban o se alimentaban tres especies de ardeidas: garza real (7), garceta común (4) y garceta grande (1). Esta última en plumaje estival, algo que no vemos por aquí a menudo. Dejo una foto.

De anátidas, los omnipresentes azulones y, como curiosidad, dos ánsares comunes que han decidido quedarse aquí. Vuelan perfectamente y su jizz es correcto para ser salvajes, así que no hay duda de que son un par de ejemplares de la población invernante (Villafáfila está cerquísima de este punto en línea recta) que se han quedado aquí por alguna razón.

Las tardes de primavera también dan para la observación de otro tipo de fauna, lo que hace que sean mucho más amenas. En el monte de Bretocino vimos una Libelloides baeticus. Este grupo de insectos son muy escasos pero están bien distribuidos. Para mi es la segunda especie de este género que veo en Zamora. La otra fue Libelloides longicornis, en la sierra sanabresa en agosto del año pasado. Dejo una imagen de L. baeticus.

También hubo tiempo para que Cristian le pegara un rato a las mariposas pero yo solo me quedé con este par de morenas, Aricia cramera y alguna más, las que conozco sin necesidad de identificar luego en casa.

La tarde la acabamos en Villafáfila haciendo una espera en un posible territorio de búho campestre, sin suerte también.
De herpetos estuvo interesante, quedando así:
- Bretocino: lagartija colilarga, lagarto ocelado y rana común.
- Villafáfila: sapo corredor y lagartija cenicienta (adulto atropellado en un camino).
Además, en el monte, vimos una cierva.
Cuando iba de camino a buscar a Cristian me encontré, en Villarrín de Campos, con la tórtola turca blanca que había visto en el mismo punto el pasado inverno. Según me han dicho después de preguntar a colegas pajareros, tiene que tener un claro origen doméstico (eso ya lo sabía yo) y puede tener "mil sangres" de, sobre todo, decaocto/roseogrisea/risoria. En otros puntos del país, estos ejemplares deben de ser de lo más normal. Aquí, por suerte, no lo son. Un par de fotos.


Y un atardecer en Villafáfila ¡bien merece la pena! 
Las pagazas piconegras vuelven de sus zonas de caza hacia las lagunas.

Y los machos de avutarda cambian de teso para estar al día siguiente, a primera hora, en un buen lugar donde hincharse y hacer la rueda.

1 comentario: