viernes, 1 de noviembre de 2013

30/10/2013. Volvió la Reina

Visita de tarde a la R.N. Lagunas de Villafáfila. Tarde primaveral del todo a pesar de ser el penúltimo día de octubre. Iba enfundado en ropa de abrigo y, a las 16:00 hrs., me sobraban dos prendas de arriba. Solo las agradecí en cuanto se puso el sol y nos recordó las fechas en las que estamos y lo dura que es la estepa.
La tarde de hoy no ha sido pródiga en observaciones por lo que voy a dedicársela a uno de los personajes de la Reserva que ya nos llevan acompañando un tiempo.
Como ya he dicho otras veces, todo local patch que se precie tiene sus habitantes ilustres. Personajes que es difícil que fallen en nuestras visitas y con los que llegas a crear un vínculo especial. Tanto que, el día que no los ves, los extrañas clarísimamente. Más de una vez os he hablado de Fonsito, ese mochuelo que vive en el pueblo abandonado y en ruinas que es Otero de Sariegos y que me da la bienvenida al lugar a mi llegada (siempre que empiece por el recorrido estándar...). Es el dueño de un par de palomares (uno arroñado y otro rehabilitado) y, según sea por la mañana o por la tarde, me recibe en uno o en otro. Más abajo tenéis una foto de él.
Bueno pues, otro de estos personajes alados insignes es, desde que recuperé mi local patch en el 2011, una preciosa hembra adulta de halcón peregrino. Ya sabía pero acabo de comprobar en mi base de datos que la llevo observando estos tres últimos inviernos en el mismo sitio. Llega en septiembre y está en la zona, con seguridad, hasta febrero. Después hay otras observaciones de halcones adultos pero nunca sedimentados, de manera tan descarada, en este lugar. Desde luego, no voy a decir el sitio exacto por seguridad, pero es muy raro que falle en un radio no demasiado amplio. Eso sí, es muy desconfiada así que me resulta difícil tomar imágenes decentes, salvo hoy.
En estos tres inviernos la he visto cazar (o intentarlo) desde aláudidos (alondras comunes) hasta tarros blancos, pasando por todo el resto de anátidas de ese tamaño para abajo, fochas, varias especies de limícolas y, como más sorprendente, cernícalos y lechuzas comunes. Tiene una corpulencia brutal y, seguramente, esto le permita tener miedo a pocas cosas y atreverse con mucho.
Yo no soy un pajarero demasiado "rapacero" (como llamamos en este gremio a los apasionados por la familia de las aves de presa) pero, sin lugar a dudas, esta preciosa me tiene encandilado y más aún cuando, de guindas a brevas, me tolera de cerca y puedo verla en detalle. Por no hablar de cuando se exhibe en sus tremendos vuelos de caza y cae en picado como un misil, a casi 300 km/h, sobre los bandos de cercetas comunes, su presa favorita aquí en invierno. Cuando este halcón estepario se pone a remontar en círculos sobre la Salina Grande y va cogiendo altura, es tal el pánico que causa, que las anátidas se pegan a la lámina de agua y se quedan inmóviles, sin atreverse a hacer el más mínimo ademán de volar. En muchas ocasiones, el vuelo rasante del aguilucho lagunero, otro gran cazador de patos, causa la hecatombe y, entonces sí, cientos de anátidas levantan el vuelo despavoridas a su paso. Es en este momento cuando, la Reina de la Salina Grande, cae del cielo, desde una altura de cientos de metros, y solo deja tras de sí una nube de plumas. El dueño de ese edredón golpea el agua inerte y, nuestra hembra de halcón peregrino, la recoge con sutileza del agua para llevársela a uno de sus perdederos de hierba alta donde pasar desapercibida mientras da cuenta de la presa del día.
Aquí os dejo unas fotos de hoy de esta PRECIOSIDAD. A ver si le pongo nombre...





Y para que no se me ponga celoso cuando lo lea, aquí está Fonsito soleándose en su palomar "de tarde". Fijaros en un detalle. Un ojo está a la solana y el otro a la umbría. Podéis ver la diferencia de dilatación de una pupila y de la otra. La sensibilidad de las rapaces nocturnas a la luz y la adaptación de sus enormes ojos es alucinante. De hecho, estos deben ser una obra de ingeniería biológica fruto de millones de años de evolución.

Centrándonos en las observaciones de hoy resumo: muchos pájaros pero poca chicha (los que me conocéis sabéis a lo que me refiero). La tarde ha sido excepcional en lo climatológico y todo está lleno de pájaros pero no he encontrado nada de lo que busco. Mi mayor decepción ha sido ver que ¡todavía  no hay gansos! Bueno, un grupito de 6 aquí, otro de 14 allí...etc, pero poco más.
Hay miles de anátidas de 8 especies y he anotado 12 de limícolas también. Lo más destacable es que sigue habiendo chorlito gris pero ya en números típicos de postnupcial aquí: 2 ejs. hoy.
En los campos de labor, praderías y vegas ya son numerosos los aláudidos, sobre todo, las alondras comunes. Sigo echando de menos a las numerosas calandrias, y ya van dos inviernos. Les daremos un poco más de tiempo y esperaremos que no sean tan escasas aquí como el año pasado. Al menos, en la zona del complejo lagunar.
Dos paseriformes sí los destaco hoy por su paso abundante, el mosquitero común y la curruca capirotada. Solo miré un par de hileras de tarayes y una alameda pero, en ambos, resultaron muy numerosos. 
Aquí un pequeño mosquitero, entre dos luces.

Como cada año por estas fechas, le dedico alguna foto a mis "amigos" cazadores. A esta no la mataréis...

Otro pájaro que se cuenta por miles en estos días, el bisbita común.

Y una de las últimas especies de libélulas que se ven por la Reserva, Sympetrum striolatum. Alguno de los ejemplares llegarán a vivir hasta mediados de noviembre.

¡Y grullas, claro! También tenemos grullas. Hoy se alimentaban algunas en la zona de El Roal, lo que me permitió disfrutarlas a distancia con el telescopio. Luego levantaron y se fueron a su zona favorita, en Las Salinas de Villarrín. Ya no volví a verlas hasta su entrada, casi a oscuras, en el dormidero de la Salina Grande. Momento espectacular, por cierto. Con muy poca luz ya contamos (hablo en plural porque me encontré con Cristian aquí) 172 ejs. aunque, casi seguro, que entraron algunas más al irnos.
Grupito de 8 ejemplares. El reclamo de este pájaro es uno de los sonidos más bellos del otoño peninsular.

Y acabo con algunas fotos del entorno. 
En esta primera la Salina Grande desde otro ángulo poco habitual pero que es el mejor para mirar la laguna a mediodía aunque, las vistas, están un poco limitadas.

El punto tradicional para la tarde es este, desde la balsa de la depuradora. Los atardeceres aquí son impresionantes. Ese tono rosado del cielo es insuperable. La pena es que yo sea un manazas y no pueda mostrarlo en fotos como es, así que, os invito a llevaros a verlo, eso sí.

Y, en este momento, es cuando el frío aparece y la temperatura cae como el picado de nuestra Reina.

5 comentarios:

  1. Finalmente non puiden ir por aí, Alfonso (a miña vida é complicada como poucas). Pero os teus relatos han ser dabondo para que os amantes de Villafáfila poidamos desfrutar nestas datas.
    Aproveito para felicitarche. Porque penso que a literatura e a ornitoloxía non están reñidas. E para os que amamos a palabra sempre resulta un pracer observar que a coxunción de ambas cousas resulta compatíbel nos blogues coma o teu.
    Parabéns!
    PD: Tomeime a liberdade de comentar en galego porque te considero igualmente un amanate da palabra. Estou tan farto de SMS e comentarios sen maiúsculas nen acentos que xa non sei...

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    1. Muchas gracias por tus comenarios Xabier.
      Sí, me gusta cuidar las letras y, desde luego, no me importa que escribas en galego. De hecho, no me importa el idioma con el que se escriba aquí, con tal de que se escriba.
      Pero, por desgracia, no puedo olvidar tus comentarios de hace unos años, hacia mi, precisamente por hablar en castellano en el foro Galiciaves.
      Es algo que tenía olvidado (no soy rencoroso) pero que, al leerte hoy, ha resucitado y me parece un poco de mal gusto que escribas: "Tomeime a liberdade de comentar en galego porque te considero igualmente un amanate da palabra", y en su momento me acusaras de que yo era el culpable de la represión que sufrió el pueblo gallego durante la dictadura franquista al no poder utilizar su lengua materna con libertad...
      En fin, como te digo, lo tenía olvidado pero hoy era el momento de recordarlo... Por contra, me duele mucho que haya sido en mi espacio.
      Espero que tú tampoco seas rencoroso. Un saludo y muchas gracias otra vez.

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  2. Hola Alfonso, completa entrada como siempre.
    A ver si llegan los Gansos y nos vemos por ahí. Los estamos esperando impacientes.

    Saludos desde León

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    1. A ver si es verdad... Y si avisáis antes y así nos conocemos en persona, mejor... ;-)

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  3. "Anisocoria" se llama lo del mochuelo. Qué pasada, nunca me había fijado en algo así, yo creo que los humanos no podemos hacer eso, al menos no de manera tan exagerada.
    Un abrazo, barbón.

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