jueves, 20 de febrero de 2014

18/02/2014. Comienza el paso prenupcial en Villafáfila

Habían pasado 20 días desde mi última visita a la R.N. Lagunas de Villafáfila y eso me gusta. Significa que estoy visitando y conociendo otros sitios de mi provincia que, o no conocía, o hacía mucho que no visitaba. El Big Year del año pasado, con este lugar como local patch, me dejó un poco saturado. Por cierto, respecto a la competición de 2013, todavía no tenemos resultados. En cuanto la organización se digne a publicarlos, los daré a conocer aquí. Hace ya más de un mes que entregamos los resultados pero... Seguro que no tardan ya.
La Reserva está espectacular. Jamás en mi vida la había visto así de agua. La cuenca lagunar está completamente desbordada y cualquier bajío está anegado. Vamos a tener una temporada de cría espectacular o, al menos, la base está hecha para que así sea. Si la climatología es normal, no debería haber problemas para tener todo lleno de jóvenes en mayo.
Esta es la que llamamos coloquialmente la "laguna de la granja". Verla así es muy difícil. Lo normal es que a penas se humedezca un poco. Este año está llena y, es más, tiene entrada y salida de agua. Ya la vi llena así alguna vez, pero nunca con corriente.

Y esta es una panorámica desde el camino principal que recorre la cuenca lagunar. Es justo el lugar donde se juntan, la laguna de Barillos (derecha del camino) y la zona de la Parva (izquierda), antes de seguir el agua hacia la Salina Grande. Un poco más adelante, el camino está cortado por una zanja por donde corre el agua desde un vaso a otro. Nunca vi este corte así. Alguna vez he visto el camino total o parcialmente anegado pero nunca roto y hundido por la corriente.

De pájaros, lo más interesante ha sido un zampullín cuellinegro que descubrió el día antes Pepe San Román, en la Salina Grande. Tenía que verlo por narices ya que es una especie importante para hacer un buen Big Year en Zamora. Es anual en la Reserva pero de esas especies que te puede dar un disgusto, así que, cuanto antes me lo quitara mejor. 
El zampullín fue lo primero que busqué cuando llegué, durante casi una hora, sin éxito. Menos mal que, después, me encontré con los amigos Mariano (director de la Reserva) y Sergio, que venía de verlo y me dijeron donde lo localizaron. Volví y, no sin un poco de esfuerzo, por fin lo localicé ancá Cristo.
Pero antes de anotarme el cuellinegro para mi BY me había apuntado otra. La única anátida invernante regular que me faltaba y me había dado esquinazo en esta primera parte del año, el ánade rabudo. Encontré a un macho solitario en la cola de Barillos y me puse a hacer aspavientos de alegría contenida. Después me paré a pesar y me dije: "¡pareces gilipollas! ponerte así por un pato como este ¡ni que fuera un bimbo!" Pero, amigos, esta es la magia y la gracia del BY... Cada especie cuenta y, cuando ves una por primera vez durante el año, la alegría es mucha y, si cuesta, la alegría es doble.
Estaba a unos 350 metros pero no me importa poner un record shot ya que es uno de los protagonistas del día.

Pero resulta que ha comenzado el paso prenupcial para muchas especies y hoy ya se notaba en algunas de ellas. Y una era el ánade rabudo ya que, este que tanta alegría me hizo, solo sería el primero de los 46 ejs que se movían al otro lado de la misma laguna. Buen número para la especie aquí.
Otro de los protagonistas en estos días de febrero, como todos los años, es el chorlito dorado europeo. Estuve disfrutando de un grupo de unos 400 ejs. en los barbechos inundados de los alrededores de la laguna de El Roal. Estos son los que tenía más cerca.


Con los chorlitos había una decena de correlimos comunes. Buenos números también de avoceta en la Salina Grande, 44 ejs, más 1 ej. más en Barillos. En esta laguna también, 2 zarapitos reales.
Otras anátidas en paso potente estos días son las cercetas comunes. Hoy debería haber un par de miles en toda la Reserva (ha habido censo oficial, no se lo que saldrá...). También los porrones son numerosos y, ahora que las lagunas grandes están a tope y tienen profundidad, no están confinados a las balsas de la Casa del Parque o de la depuradora. Así, había una decena de moñudos y más de 100 europeos.
Siguiendo con las anátidas, una de nuestras joyas en las primaveras de aquí, el tarro blanco, ya se va emparejando. Los machos se persiguen y las hembras sufren las persecuciones de los machos. Comienzan a volar lejos de las lagunas lo que significa que están buscando madrigueras para las próximas puestas. 
En esta foto, un  macho de tarro blanco y, debajo, la hembra que le seguía.


También, como novedad, una pareja de somormujos lavancos adultos en la Salina Grande. Durante marzo será una especie fácil de ver aquí y este año más.
También hoy tuve la oportunidad de escuchar una ganga ortega.
Unas fotos para completar.
Pareja de grajillas.

Lavandera blanca.

Y la pareja de cigüeñas blancas que ya ocupa su nido en la torre de la iglesia de Otero de Sariegos junto a su curiosa veleta.

Y una especie que no estamos acostumbrados a ver sobre tejados de edificaciones humanas...

La tarde de este mismo día también la aproveché a dar una vuelta por la comarca toresana a ver que podía aportarme. Como ya comenté en mi anterior entrada, le he cogido el gusto a un pequeño páramo que está cerca de mi casa, en la localidad de Villalonso. Es un páramo elevado, a 804 msnm, sobre el teso de La Horca. Es un hábitat particular y diferente de todo de lo que está rodeado, salvo los otros tesos similares que tiene cerca, casi todos ellos ya en provincia de Valladolid.


Pero hoy no había nada reseñable. A ver la primavera.
El resto de paisaje es un campo abierto, llano y monótono, todo con cultivos de cereal, girasol y, en unos meses, maiz. Todavía queda alguna pradera decente y todo está atravesado por pequeños arroyos, aquí llamados regatos, que paracen el circuito de un sistema sanguíneo. La siguiente foto está hecha desde la localidad de Fuentesecas y se puede ver el camino que va a Matilla la Seca.

Un vecino estornino negro en plumaje nupcial.

Como el Duero baja con muchos sedimentos debido a las crecidas, los cormoranes buscan alternativas. Una de ellas es la laguna de Villavendimio.

Uno de mis rodenticidas favoritos, el cernícalo vulgar, con un topillo recién capturado en lo alto de la torre de la iglesia de Fuentesecas.

El día lo acabé en el pequeño azud de Timulos, en Toro. Poca fauna pero una puesta de sol espectacular. 
Esta garza ya ocupa su nido y vigila al cormorán que se ha posado cerca.

Lo dicho, un atardecer increíble.

Y una joya de piedra, el castillo de Villalonso, del siglo XIII.

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