Vivo momentos de cambio (para bien, muy bien) y eso me está restando mucho tiempo libre. Pero, en este caso, no me importa ya que la razón por la que vivo estos días así es algo muy importante para mi. Ya contaré en el futuro.
Resumiendo. En la última semana solo he podido sacar 3 ratos para salir de campo. Estos ratos no me han proporcinado nada de excesivo interés como para noticiarlo aquí pero sí a nivel personal. Me han servido para seguir anotando especies a mi Big Year con la llegada de los estivales.
Así, el día 30 de marzo, pude ver mis primeros mosquiteros musicales y mis primeros torcecuellos. De estos últimos, pude disfrutar de la parada nupcial de una pareja. De como se hacían caricias, de como se enfrentaban uno delante del otro en una rama y bailaban "haciéndose la culebra" entre ellos. Como este rito lo asumían en lo más profundo de la maleza, me fue imposible testimoniarlo pero sí que se dejaron alguna foto de manera individual... ¡Este pájaro es una pasada!
Todas estas imágenes son de ese día, en los sotos del Duero, en Toro.
Hoy, abril ya, día 03, también he podido sumar dos recién llegados a la provincia de Zamora, el cuco y la garza imperial. A ambos los he visto en el paraje de Timulos, remanso del Duero en el pueblo donde vivo. Con la llamada del cuco en el ambiente, la primavera ya no tiene vuelta atrás...
Una de las imperiales que trataban de pasar desapercibidas entre el carrizal de la finca Villaguer.
En este lugar, nos visita una gaviota sombría adulta desde el día 10 de marzo, como mínimo. Ya la había sacado antes aquí pero esta foto es de esta semana.
En el cercano pueblo de Coreses he podido ver, dos días seguidos, mi primer alcotán del año.
Y nada más. Completo con alguna de las aves que se me han cruzado por el camino en estas tres pequeñas salidas.
Un chochín desgañitándose...
Uno de los ejemplares de somormujo lavanco que criarán en Timulos.
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