La primera vez que pisé Estaca de Bares,
Mañón (A Coruña), fue el último día de septiembre de hace ya unos cuantos años
y, por supuesto, al llegar allí había una persona pegada a un telescopio, o
viceversa. En aquellos años el uso de internet entre los pajareros españoles ya
había dejado los pañales y estaba comenzando a dar sus primeros pasos con
decisión. Había webs ya consolidadas de un par de años de edad y nacían los
primeros blogs. Algún foro de aves ya casi era un veterano -teniendo en cuenta
la "veteranía" de la gran red- de tres o cuatro años. Y en
esas webs, esos blogs y esos foros, algunos ya éramos viejos conocidos aunque no
nos hubiéramos visto nunca. Una de esas personas era esa figura pegada a un
telescopio cuya silueta marcaba el límite imaginario entre el gran mar Atlántico y la
entrada al golfo de Vizcaya, Antonio Sandoval, desde ese día Toñete.
Aquella jornada el paso estuvo flojo, al menos
el rato que yo estuve. Vimos, según he consultado en mi base de datos: pardela
sombría, cenicienta y balear, charrán patinegro, págalos parásito y grande y un
flujo continuo pero no demasiado potente de alcatraz. Del mar entraban bandos
de jilgueros y tengo anotado un importante número de colirrojos tizones a
nuestro alrededor. Para un pajarero de interior, en aquellos años, estas aves
eran -y dejémonos de bobadas, hoy también lo son- un manjar incomparable con la
que aplacar la voracidad de nuestros telescopios esteparios llenos de gansos,
sisones, avutardas, ortegas y aláudidos. Caviar ruso para mi viejo Kowa.
Además de las aves lo mejor de la tarde
fue la conversación con Toñete. Es probable que él no la recuerde (por allí
deben haber pasado y debe haber hablado con miles de personas desde entonces)
pero yo recuerdo muy bien algunos fragmentos. Como cuando describió su
observación de albatros ojeroso desde allí mismo. Me dijo: "mira, desde
allí, hasta allí -indicando con su mano de Este a Oeste toda la línea de mar que teníamos
enfrente de nosotros- no batió las alas ni una sola vez". Allí, allí
mismo, la magia de la migración de las aves marinas le había proporcionado a
Toñete la posibilidad de ver una de las aves más emblemáticas entre los
ornitólogos del Mundo.
El noviembre pasado, de 2015, una vez más
la editorial Tundra demostró que sabe lo que hace cuando publicó una nueva obra
de Antonio Sandoval: "Las aves marinas de Estaca de Bares. Un diario
personal". Recordemos que su primer libro "¿Para qué sirven las
aves?" va por la tercera edición. Escribir sobre Toñete intimida bastante
pero yo soy un poco sinvergüenza.
Portada del nuevo libro de Antonio
Sandoval.
Terminé de leer el volumen hace ya unas semanas. Como en sus obras
anteriores, el listón ha quedado muy alto. Si no eres pajarero el libro te
parecerá una delicia solo por la obra maestra prosística que es. Si quieres ver
la inmensidad del océano desde el cabo de Estaca de Bares, si quieres oler la lluvia
de verano que ha caído durante la noche, si quieres oír el bullicio del pequeño
pueblo de Porto de Bares, o saborear los magníficos platos típicos de la costa
norte gallega en O Barqueiro, debes leer este libro. Cada descripción no se
lee simplemente; se ve, se huele, se oye y se saborea. Hasta sientes las
propias emociones que vive el autor según lo que esté haciendo. Escrito en un
perfecto equilibrio entre lo cotidiano de las gentes de esa zona, lo extraordinario de la observación de las aves, lo ancestral de las tradiciones locales y lo universal de la migración de las aves, Toñete transmite lo que es y lo que siente cuando pasa sus veranos en aquel pequeño rincón del noroeste de la península ibérica.
Por supuesto, si eres pajarero, no es que te recomiende leerlo, es que deberías estar obligado a hacerlo. Si hubiera una E.G,B. (que fue lo que yo estudié) o una Primaria para pajareros, este sería uno de esos libros que habría que leer por encargo del profesor de "literatura sobre aves". Bueno, y por el de "ciencias naturales ornitológicas" y "ciencias sociales de los birders". ¡Y por el de "arte ambiental"! porque esas descripciones del amanecer y atardecer, de la lluvia, las tormentas, los puertos, las playas o de la combinación de nubes, vientos, horizonte y mar, son lienzos en toda regla.
El libro en sí es un diario, como reza el título, en el que Antonio nos describe su día a día durante una campaña de control de la migración de aves marinas en Estaca de Bares, entre junio y noviembre. Pero para los pajareros tiene un valor añadido, y es que el libro también es una guía sobre aves marinas estupenda. Una guía no de identificación sino de la biología y la historia natural de las aves que migran frente, o sobre, este cabo -el mejor de Europa sin duda para presenciar el espectáculo de los viajes de las aves a través de nuestros océanos-.
Y Toñete lo cuenta como nadie...
Sandoval, Antonio
Las aves marinas de Estaca de Bares. Un diario personal / Antonio Sandoval Rey.
Castellón : Tundra Ediciones, 2015
Y Toñete lo cuenta como nadie...
Sandoval, Antonio
Las aves marinas de Estaca de Bares. Un diario personal / Antonio Sandoval Rey.
Castellón : Tundra Ediciones, 2015
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