jueves, 22 de septiembre de 2016

20/09/2016. Ricobayo y Villafáfila

Hace un par de días repetí visita de tarde a las orillas del embalse de Ricobayo en términos municipales de San Cebrián de Castro y Fontanillas de Castro. Lo hice acompañado de Manuel Rodríguez y nuestro objetivo era intentar dar con un grupo de 10 moritos que había visto el día antes el abulense Víctor González. En esta ocasión decidimos no visitar Montamarta para, si era posible, acabar la tarde en Villafáfila, muy desamparada últimamente.
No vimos los moritos y del resto de especies no hubo novedades sobresalientes, al menos, en la parte de San Cebrián. Entre lo que contamos tuvimos esto: garceta grande (20), garceta común (4), avefría europea (99), chorlitejo grande (28), correlimos común (20), combatiente (5), andarríos chico (2), gaviota sombría (1, 2ºcy) y gaviota patiamarilla (1, 4ºcy).
Como podéis leer, muy flojo respecto a mi anterior visita del día 16. Ni rastro de las espátulas, ni de los estérnidos, etc... Ha subido notablemente el nivel del agua lo que no sé si habrá influido en la ausencia de esas especies.
En la imagen, parte de las garcetas grandes, con cormoranes y garzas reales.

Una foto testimonial de la gaviota patiamarilla.

Desde San Cebrián nos fuimos a revisar una pequeña zona ya en término de Fontanillas. Aquí menos pájaros aún pero, al menos, uno de ellos fue la alegría de la tarde. Y es que Manu divisó nada más bajarnos del coche una aguja colipinta. Esta es diferente a la del día 16 ayudándonos de las buenas fotos que pudimos hacerle, al igual que aquella, y que nos sirvieron para compararlas.
Esta primera imagen me gusta mucho pues parece una zona de costa.

Al igual que el ejemplar del día 16 y como buen juvenil también, se portó de lujo y se dejó arrimar bastante sin inmutarse. Se dedicaba a alimentarse sin importarle nuestra presencia y, por lo que pudimos ver, lo que come son melucas -lombrices- que se esconden en estos barros. Supongo que serán el sucedáneo de interior de sus amados xorrones, o gusanas, costeros.


Impresionante verla de cerca utilizando ese enorme pico en forma de punzón.

Y del uso en el barro blando pues queda esta pinta...

Aquí, con ella, unos chorlitejos chicos, un andarríos grande y otro chico y un correlimos común. Este último trataba de ocultarse ante nuestra presencia.

Ante la poca actividad ornítica del embalse fuimos a aprovechar una hora y media al único punto con agua de la Salina Grande, en Villafáfila. El pasado fin de semana estuvo bastante entretenido, según datos de Joan Ximenis, así que veríamos a ver que nos deparaba el final del día. La verdad es que este lugar -apenas una hectárea de barros y agua de 2 cm. de profundidad que se mantiene por el desagüe de la balsa de decantación de la depuradora del pueblo- nos ha dado grandísimas alegrías en los postnupciales de varios años. Así que, para que repitiera, solo sería necesario visitarlo con regularidad.
Pero este no fue el día: aguja colinegra (5), chorlitejo grande (14), andarríos bastardo (1), correlimos común (7), correlimos menudo (1) y combatiente (9). Además pasó un grupo de limícolas que se bajó en otro punto con un trocito de agua -de una emanación natural- pero muy lejano, imposible de descifrar nada.
También de interés, 7 tarros blancos y un mínimo de 2 cercetas carretonas en un grupo de unas 150 cercetas comunes.
Este es el lugar que ya nos ha dado varios correlimos pectorales, varios correlimos canelos, un archibebe patigualdo chico, un archibebe fino, un falaropo picofino..., etc. Y siempre cuando el punto se encontraba en estas condiciones hidrológicas o muy parecidas.

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