sábado, 5 de noviembre de 2011

Fotos pendientes de octubre

Como siempre a primeros de mes, os dejo unas cuantas imágenes que no tuvieron sitio en sus respectivas entradas del mes anterior, en este caso, octubre de 2011.
Llevo unos días sin salir al campo pero es por una buena razón, no para de llover... Según me han dicho las lagunas de Villafáfila han ido cogiendo agua, ya veremos hasta donde llega. Yo creo que mañana o pasado podré dar una vuelta por allí.
Octubre ha sido el mes en el que han ido llegado de manera notoria ya muchas de las especies que pasarán el invierno entre nosotros, por lo que son los protagonistas principales de estas fotos.
Un milano real joven sobrevolando la Salina Grande.
Pequeño grupo de avutardas tomando tierra.


Las avefrías han ido aumentando su número durante todo el mes de octubre y deberán llegar a varios miles en la tierra de campos zamorana de aquí a nada.
Ya deben rondar los 2000-3000 azulones por la Reserva en estos días. Aquí un bonito macho.

Hemos tenido un paso muy notorio de buitrón también. Este estaba un poco despeluchado por la muda.

Un joven cernícalo vulgar sobrevolando el secarral de otoño que hemos tenido durante su primer mes.

Ya se pueden ver buenos números de cucharas por la R.N. de las Lagunas de Villafáfila.

También han llegado los estorninos pintos que se mezclan con los negros.

Un par de fotos de la hembra de halcón peregrino que vigila la Salina Grande.
Por supuesto, los gansos comienzan a llenarlo ya todo. A ver si nos dan un buen invierno...


Mi segunda lavandera blanca enlutada del año, en el núcleo urbano de Villafáfila.

Hasta 3000 grullas ha llegado a haber un día descansando en la Reserva.

Una focha común, que nunca salen para nada, a pesar de ser habituales en muchos sitios.

Más abundante aún que la focha de arriba, es la cogujada común.

A mediados de mes se comenzó a notar el paso de zorzales comunes, como este que fotografié en los jardines de la Casa del Parque de Villafáfila.

Pero me guardo para el final la mejor foto de todo el mes. Y es que un día mi hijo, Diego, me regaló esta imagen. Luchaba por mantener el equilibrio de los pesados prismáticos viejos de su padre (¡no le voy a dejar los nuevos a un niño de poco más de 2 años y medio!) dentro de uno de los observatorios de la Casa del Parque para exclamar al momento: "¡qué cerca se ven!". Día muy importante para mi...

A ver que nos depara el magnífico mes de noviembre...

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