Anax parthenope

Hace uno días en nuestro foro provincial, NaturZamora, Rafael Sánchez comunicaba la observación de varios ejemplares de la libélula Anax parthenope en unas graveras cerca de la ciudad de Zamora, en el término municipal de Coreses.

No conocíamos antes, o al menos yo no, la posibilidad de observar este odonato en nuestra provincia. Según la guía que más utilizo "Field Guide to the Dragonflies of Britain and Europe" de Dijkstra y Lewington le dan, para la Península Ibérica, una distribución totalmente mediterránea.

Hecha la consulta en NaturZamora, varios buenos aficionados a los odonatos sugirieron que su distribución debería ser mucho mayor, llegando a Castilla y León sin problemas.

Consultando el magnífico libro (el mejor que hay publicado en castellano), "Los odonatos de Extremadura" de A. Sánchez García, J. Pérez Gordillo, E. Jiménez Díaz y C. Tovar Breña, ellos le dan una distribución diciendo lo siguiente: "en la Península Ibérica se encuentra bien representada". Para Extremadura la dan como asociada a sus dos grandes ríos, el Tajo y el Guadiana, y añaden: "con citas en charcas y embalses distribuidos por el resto del territorio pero sin ser abundante".

Siguiendo con consultas bibliográficas que nos ayuden a entender la aparición de Anax parthenope en Zamora podríamos repasar un pequeño artículo aparecido en la revista gallega Chioglossa nº3, "Primeiras citas de Anax parthenope (Odonata: Aeshnidae) para Galicia e datos sobre e seu hábitat e comportamento" de Emilio Martínez, Genaro da Silva y Cosme D. Romay. Como reza el título ellos dan a conocer las primeras observaciones de esta especie en Galicia y comentan (en gallego): "Na metade sur e na franxa mediterránea da Península Ibérica atópase ben representada (), aínda que falta do cuadrante noroeste ()". Creo que no hace falta que traduzca

Y, para acabar, otra consulta. Repasando lo comentado en otro libro que tengo, "Les libél.lules de la Comunitat Valenciana" de J. Baixeras (coord.), J.M. Michelena, P. González, F. Ocharan, C. Quirce, M.A. Marcos, E. Soler, J. Domingo, S. Montagud, A. Gutiérrez y M. Arles; estos dicen en el capítulo dedicado a Anax parthenope (en valenciano): "Encara que no és una espécie tan abundant com A. imperator, sembla que es tracta d´una espécie ben estensa i relativament comuna." Creo que no hace falta que traduzca.

Bien, resumiendo, Anax parthenope se rarifica de Este a Oeste y de Sur a Norte, haciéndose cada vez más rara y escasa según avancemos hacia el noroeste. Entonces ¿podríamos hablar de que Zamora puede estar en el límite de distribución de la especie? ¿está especie se encuentra en franca expansión actualmente y no tardando ocupará toda la península? Son preguntas que nos haremos a base de prospectar.

En lo que a mi respecta voy a contaros, ahora sí, el motivo de esta entrada. A raíz de la cita de Rafa recuperé una observación que publiqué el pasado 16 de agosto en este mismo espacio. Recordé que aquel día fotografié una libélula en la Salina Grande de la R.N. Lagunas de Villafáfila que, en principio, dí por Anax imperator, como así publiqué aquí, con la imagen y todo. Hace dos días revisé la foto (ya que ese día me quedé mosca) y, cual fue mi sorpresa, cuando veo que se trata de un macho de Anax parthenope, del cual os dejo una foto testimonial que pude hacerle.

Como ya he dicho otras veces, mi carrera en esto de las libélulas es cortísima, apenas dos temporadas o, ni eso, una y media y sin dedicarle todo el tiempo que me gustaría ni acompañar a nadie que pueda enseñarme sus secretos. Esto ha supuesto que, libélula grande que veo en Villafáfila, la de por A. imperator. Ya se que esto es poco rigor y sería como si cada vez que viera un zarapito lo diera por real, sin barajar la posibilidad de que fuera trinador, solo porque los mapas no le ponen un puntito en Villafáfila, cuando es regular pero escaso en prenupcial. Pues, con las libélulas, sucede algo parecido.
Esto me servirá para ser mucho más riguroso y tomármelo mucho más en serio. Desde ahora analizaré ejemplar por ejemplar para que no me vuelta a pasar. No soporto equivocarme en una identificación pero, por supuesto, sucede a menudo. No queda otra, entonces, que aprender de los errores y no volverlos a cometer.