viernes, 10 de julio de 2015

Menú de verano

En estos días en que las "olas de calor" no dan tregua, es buen momento para dedicar tiempo a los seres que gustan de estas temperaturas y a los que se mueven en las noches de verano. Así he salido un par de estas noches en busca de chotacabras que llevarme al oído para cubrir mis cuadrículas para el Atlas de Aves Reproductoras que está en pleno proceso de trabajo de campo. Tengo varias cuadrículas en la comarca toresana, donde vivo. He sacado chotacabras europeo en todas ellas y cuellirrojo en solo dos (aunque debo prospectar mejor porque es posible que lo tenga en casi todas).
Pero la noche da muchas más cosas. La sorpresa fue un precioso ejemplar de gallipato en medio de una carretera junto a una laguna, en Villavendimio. Estaba completamente seco lo que me permitió ver matices de su piel que no se aprecian cuando están mojados. Es una pasada ese ribete azulado que tiene en la mandíbula superior.

Y los puntos naranjas de los laterales por donde salen las costillas a modo de defensa cuando se siente amenazado...

Detalle de la cabeza de esta increíble y rara criatura, endémica de la península ibérica (no está presente ni en la franja más norteña, ni Galicia y norte de Portugal, ni en gran parte del valle del Ebro) y del norte de África (Marruecos exclusivamente).

En esta madrugada también vi dos sapos corredores, a pesar de la terrible sequía que sufrimos se atreven a salir por las noches. Este estaba comiendo insectos bajo las farolas de la localidad de Abezames.

Y mi primer y único erizo de lo que va de 2015. Es increíble el declive que está sufriendo este animal. De ser común y muy familiar ha pasado a ser francamente raro. Yo hago muchos kilómetros nocturnos al año y no ha sido hasta el 05 de julio cuando he conseguido ver el primer ejemplar vivo y no atropellado. Las infraestructuras humanas son su principal enemigo, especialmente las carreteras, pero también mueren ahogados en piscinas, pozos, pilones, fuentes, etc...
Este era un adulto.

Especial atención he prestado, como toca en estas fechas (a veces porque no hay más remedio ya que no se mueven las aves en la mayor parte del día), a las mariposas. Dejo unas fotos de algunas de ellas, que se que gustan bastante.
Una de las más comunes es Pieris rapae, o blanquita de la col.

Y su versión cachas es su prima Pieris brassicae, o mariposa de la col.

Especialmente abundante estos días, Polyommatus icarus.

Otra de las especies de moda en estas semanas, Leptotes pirithous, o gris estriada, a orillas del Duero.

Una maravilla, Pararge aegeria o maculada, entre las sombras de un soto en Peleagonzalo.

Y una explosión de la gran, por tamaño, Brintesia circe o rey mozo, es lo que vivimos en este momento. A esta la fotografié en el devastado paraje de Montelarreina, en Toro.

Y algún rato de las noches también lo he dedicado a recorrer farolas de los pueblos en busca de mariposas nocturnas. Me resultan muy difíciles de identificar (con casi 2.000 sps.) y suelo necesitar ayuda y tiempo para ello. Pero de las de estos días he podido con una yo solito. Es esta maravilla que se llama Zeuzera pyrina, fotografiada en la localidad de Matilla la Seca.

También han tenido su rinconcito las libélulas, como el grupo de Platycnemis latipes que me encontré junto al río Duero hace dos días. Aquí un macho.

Y si nos pusiéramos con todos los seres que nos encontramos en el campo en estas fechas, esto sería el Apocalipsis. Me dio por fotografiar a este himenóptero y pidiendo ayuda para identificarlo en un grupo de Facebook he sabido que se trata de una de las grandes avispas de la arena, concretamente es Bembix rostrata.

De aves, como ya he dicho, muy flojo. Solo destaco un grupo de 16 avefrías en un banco de piedras en medio del río Duero. Este es un signo claro de que la especie ha comenzado su migración postnupcial porque, además, había juveniles entre ellas.

Compartiendo isla, varios andarríos chicos y algún chorlitejo chico. En la foto, dos de los primeros junto a dos avefrías.

Y en esta foto hay un pájaro... ¿qué véis?

Salir por las noches a la naturaleza tiene cientos de satisfacciones. Aquí una más, sin palabras...


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