Pues sí, tenemos un lince ibérico en la provincia de Zamora. Es un macho de dos años y medio y se llama Kentaro. Fue soltado junto a su hermano Khan en los Montes de Toledo y, desde el primero momento en que ambos se separaron (Khan se fue directo a Portugal), Kentaro decidió dejar a toda la comunidad científica y administrativa que lo sigue con la boca abierta. Desde Toledo ha cruzado media España pasando por provincias como: Guadalajara, Madrid, Soria, La Rioja, Burgos, Palencia, Valladolid y Zamora. Desde nuestra tierra pasó el límite entrando en Portugal hace unas semanas pero, desde hace unos pocos días, ha vuelto a entrar en España por Zamora. Según nos cuenta el collar GPS-GSM que transporta, lleva una semana por la comarca de Sanabria, al noroeste de la provincia.
Estos dos linces nacieron en marzo de 2013 en el centro de cría de Silves, en Portugal, y los liberaron en noviembre de 2014 en Toledo, como he dicho antes. Este proyecto Life+IBERLINCE está enmarcado dentro del programa "Recuperación de la distribución histórica del lince ibérico en España y Portugal".
Los datos que hay hasta ahora aportan valiosísima información sobre la enorme capacidad de dispersión de la especie. Además durante su periplo, se le ha podido seguir de cerca y se han podido estudiar sus métodos de supervivencia, demostrando lo polivalentes que son ya que a falta de su presa principal, el conejo, no dudan en alimentarse de pequeños roedores, aves o, incluso, pequeños ungulados (cervatos y corzos) como estuvo haciendo durante semanas en La Rioja o Burgos. Pero no solo ha sobrevivido gracias a su amplio espectro alimenticio, sino que ha superado multitud de grandes barreras humanas en forma de autopistas, autovías, carreteras nacionales, líneas férreas (incluidas varias de AVE), canales de riego y muchas otras. A esto hay que sumarle las barreras naturales como los grandes ríos (Duero, Pisuerga, Esla...), grandes hoces o puertos de montaña y, a mi juicio, el haber atravesado la Tierra de Campos castellana en pleno mes de agosto que tratándose de un animal forestal ha demostrado saber adaptarse perfectamente a las circunstancias.
En Zamora entró por el Este, procedente de Valladolid. Pasó al sur de la R.N. Lagunas de Villafáfila y atravesó el embalse de Ricobayo cerca de las ruinas de Castrotorafe, en Fontanillas de Castro. Desde aquí se adentró en Tierra de Alba y Aliste, al sur de la Sierra de la Culebra y entró por aquí a Portugal. A su vuelta, como ya he dicho, ha elegido las serranías sanabresas, donde está ahora mismo.
Espero que se quede en Zamora y que el lince no se vaya nunca más ya que, mi provincia, siempre fue tierra de linces ibéricos.
Os dejo con una foto de un alto valor documental. Es Kentaro, el lince ibérico, pisando monte zamorano en el centro de la provincia. La foto la ha hecho pública la Junta de Castilla y León.
Somos varios los que seguimos los pasos de Kentaro desde hace meses y sabíamos que ya había estado por tierras zamoranas. Ahora que se ha hecho público ya puedo dedicarle una entrada en este blog, ¡con mucho orgullo!
Si queréis leer más, un poco de prensa digital aquí:
Zamora 3.0
NoticiasCastillayLeón.com
La Opinión de Zamora
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