miércoles, 3 de agosto de 2016

01/08/2016. Villafáfila a tope de aves

Después de unas semanas de descanso vuelvo a Villafáfila. Comienza agosto y tenemos bastante agua para lo que sería normal aquí (sequía total), así que debemos aprovechar la oportunidad que se nos brinda para saber que pasa por la Reserva si hay agua en verano. Es cierto que si no empieza a llegar alguna tormenta estival de esas que dejan muchos litros en poco tiempo, creo que acabará secándose del todo pero, es lo que corresponde con el ciclo biológico del lugar, así que chitón.
Las abundantísimas lluvias de la pasada primavera no solo trajeron mucho agua al lugar sino que favoreció la llegada de peces de manera masiva que debieron remontar desde el Duero, primero por el Valderaduey y, después, por el Salado, arroyo que nace en el complejo lagunar. Ahora que se está secando están quedando atrapados miles de ejemplares y esto es, sencillamente, un maná para las aves ictiófagas -que se alimentan de peces-. La visión de la Salina Grande, única laguna que conserva agua junto con Barillos, es deliciosa para el ornitólogo. Miles de aves sedimentadas en el lugar, unas alimentándose de peces y otras de invertebrados acuáticos que también deben ser numerosísimos. Todas juntas forman una comunidad de bastantes especies, alguna de ellas en números altísimos.
Mirad las siguientes imágenes.

Hay tres especies, principalmente, que claramente se están viendo beneficiadas por la subida masiva de peces al lugar, como así atestiguan sus números:
Cigüeña blanca: 441 ejs.
Garza real: 64 ejs. (es mi récord personal para Villafáfila).
Espátula común: 56 ejs.
Además de las decenas de pagazas piconegras que también están pescando y que han dejado por unos días las capturas de invertebrados en tierra para pasarse a la dieta del alburno y el carpín. También 5 garcetas comunes.

La observación más interesante de la mañana ha sido la de un charrancito común que, seguramente, también es una consecuencia de la presencia de peces. Es la cita número 11 de esta especie en Zamora y el ejemplar número 19 que anotamos. Por cierto, la segunda observación en este 2016, después del que vimos Cristian y yo en primavera.
Pero estando ya en el mes de agosto, mi cabeza y mis ojos ya solo piensan en limícolas. Y con estos fue con los que empecé la mañana, sobre las 07:30 horas, desde el observatorio de Otero ya que el grupo que había tenía querencia por los limos formados en la esquina suroeste de la Salina Grande. Esto fue lo conté: avoceta común (+400), cigüeñuela común (+500), avefría europea (+300), chorlitejo grande (21), correlimos zarapitín (24), correlimos gordo (1), correlimos común (82), correlimos menudo (6), aguja colinegra (39), combatiente (5), andarríos grande (2), andarríos chico (7), andarríos bastardo (2), archibebe común (3) y archibebe claro (5).
15 especies ya el primer día de agosto nos hace albergar esperanzas en este paso postnupcial.
Una imagen de un plano general ya que la distancia a la que se encuentran no daba para más...

Seguramente los peces también tienen la culpa de la presencia de gaviotas grandes. Conté 8 patiamarillas y 10 sombrías, además de un par de centenares de reidoras. En la foto grupo mixto de patis y sombrías. Lo pequeño de en medio es un fumarel cariblanco, uno de los 4 que había.

Plano de la Salina Grande desde la balsa, con una gaviota sombría en vuelo.

Hay una guardería de unos 20 jóvenes zampullines cuellinegros nacidos aquí. También han criado muy bien las fochas, de las que debe haber entre 200-300 ejs. solo en esta parte de la Reserva.
Respecto a las anátidas, también lo llenan todo: ánsar común, tarro blanco, ánade azulón, ánade friso, cuchara común, cerceta común (1) y porrón europeo.
Pareja de tarro blanco.

Jóvenes de porrón europeo nacidos en la balsa de decantación de la depuradora. Alguno de ellos no volaba aún.

Y el elenco de rapaces es el típico de las fechas, aunque eché de menos alguna culebrera. Así anoté: milano real (1), milano negro, aguilucho lagunero, ratonero, cernícalo primilla y cernícalo vulgar.
Dos jóvenes laguneros, seguramente hermanos, se disputaban restos de un conejo y cada uno se escondía entre la hierba reseca con la esperanza de que no lo encontrara el otro y poder comer a gusto.

Los cernícalos vulgares se han visto beneficiados por la instalación de cajas nido. Implacable raticida.

En esta época del año, con las aves mudando y preparando su plumaje para pasar el invierno, algunos individuos están horribles. Esta urraca parece que se había pasado este último fin de semana...

Y esta corneja advertía de mi presencia a mi llegada al observatorio de Otero.

Llevo muchos años acudiendo a este maravilloso lugar. Así que por mucho que quiera pasar desapercibido el mochuelo, voy a acabar viéndolo con bastante probabilidad.

Y con tanta cigüeña, cualquier posadero es bueno para descansar un rato.

Ahora sí, el postnupcial se ha desatado. A ver que nos depara...

3 comentarios:

  1. manda un poquito de agua para la laguna del Oso

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  2. A ver cuanto aguanta esa agua... Munca he vivido el paso "otoñal" (ornitológicamente hablando) con una buena situación hídrica de Villafáfila, pero tiene que ser la hostia.
    Si eso sucede este año intentaría volver a finales de Agosto o principios de Septiembre, aunque será complicado.

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