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miércoles, 7 de septiembre de 2016

Fauna veraniega II

Otra pequeña remesa de fotos que han ido quedando pendientes este verano. Sin duda, junto a la primavera, es la estación más productiva fotográficamente hablando.
Para mi, una de las aves comunes más difíciles de fotografiar en estado salvaje es la codorniz común. De hecho esta es la primera vez en que tengo la más mínima oportunidad. Sorprendí a este ejemplar a la sombra de unas zarzas, en un rastrojo, a finales de agosto.

Ese mismo día pude ver uno de los bandos de perdiz más grandes en lo que va de temporada, compuesto por entre 40-60 ejemplares. Lógica y lamentablemente, no puedo decir donde. En la imagen, una parte del grupo con 15 ejemplares.

Una tarde en las graveras de Coreses había 4 espátulas, entre otras aves.

Y una garceta grande que se ha tirado algo más de dos semanas.

En estas fechas los atardeceres en el río Duero, a la altura de Timulos, en Toro, son impresionantes. Durante la última hora, el lugar se llena de martinetes de todas las edades.

Otra de las últimas mañanas de agosto sorprendí a este galápago leproso adulto, y hembra, a orillas del gran río también.

Las noches del final del verano son el mejor momento del año para disfrutar de esos pequeños dragones que viven entre nosotros, llamados salamanquesas. Estas fotos pertenecen a dos ejemplares que salen a cazar a la luz de una farola a 4 metros de la ventana de mi cocina. Ese día había buen número de abejas a la luz -desconozco el porqué- y se estaban poniendo las botas.

Las buenas jornadas de mariposas ya van pasando a la historia por este año pero, todavía, podemos disfrutar de algunas de esas especies que tienen un vuelo más tardío.
Hipparchia statilinus o sátiro moreno.

Maniola jurtina o loba.

Sin duda el final del verano son los días para disfrutar de Polyommatus albicans o niña andaluza. Macho y hembra haciendo "la caidita de Roma".

Entre las nuevas adquisiciones para el gran archivo que ya va siendo este blog, un invertebrado al que le tenía muchas ganas pues hacía años que no veía una. Es un mántido llamado Empusa pennata que ha asimilado el nombre común de mantis palo. Su área de distribución se limita a la zona mediterránea: península ibérica (España y Portugal), la costa mediterránea de Francia e Italia, todas sus islas y la costa norteafricana.
La de la foto es un joven, con su típico color verde pálido. Bonita pero espero poder mostraros a un adulto alguna vez para que podamos ver el impresionante color críptico que tiene.

Y unas fotos del agostado paisaje veraniego en la meseta.
Líneas infinitas salpicadas por las alpacas listas para ser recogidas y llevadas a los pajares para servir de alimento a los animales domésticos.

Vega del arroyo Bebederos desde el teso de la Geroma, con el regato del Raposo al fondo, entre Fresno de la Ribera, Coreses y Algodre. Campos de cereal entre restos de monte, pinos y chopos de repoblación, líneas de almendros y, como no, los viñedos que ofrecen su zumo para fermento divino creando uno de los mejores vinos del país.

lunes, 24 de agosto de 2015

Polyommatus albicans

Si hay algo motivador cuando te inicias con un grupo nuevo de animales (en mi caso) son los instantes en que descubres una nueva especie que añadir a tu corta andadura en ese grupo, cuando ves un nuevo taxón por primera vez, es algo indescriptible que solo entienden los que sienten verdadera pasión por lo que hacen. A mi, por suerte, me queda mucho que descubrir en el mundo de las mariposas. Supongo que será equiparable a cuando alguien consigue un autógrafo de su cantante favorito o puede llegar a hacerse una foto con su ídolo futbolístico, no se. 
Ese instante de encontrarte con lo nuevo, con lo que solo conocías antes por fotos en libros o webs, lo vivo, lo tridimensional, lo que se mueve, lo que se hace realidad... Ese pequeño chute de adrenalina es uno de los motores que nos mueven a los aficionados a la observación de la naturaleza. Investigar, conocer, experimentar, relacionar y contar lo que descubrimos o vemos en el campo y, como yo, tratar de trasladarlo al resto con la esperanza de que esa pasión se multiplique y llegue al mayor número de personas posible. Unos harán fotografías excelentes, otros tendrán webs, otros blogs, otros escribirán libros o los más humildes pero magníficos trip reports de sus andaduras, incluso unos cuantos harán magníficas redacciones del momento en foros o redes sociales. Pero, a todos, nos gusta contar lo que vemos  de una manera u otra.
Hace unos días viví uno de esos momentos al encontrarme con una especie de mariposa, Polyommatus albicans. Esta especie está muy restringida a una parte concreta de la provincia de Zamora, al sureste, principalmente en la comarca toresana y en La Guareña llegando a Tierra del Vino y Tierra del Pan, de momento. Probablemente tenga una extensión algo mayor que iremos descubriendo con los años. Digo de momento porque, los que seguís este espacio habitualmente ya lo sabéis, varios aficionados estamos tratando de mapear la provincia entera con todas las áreas de distribución de los lepidópteros citados en Zamora.
Esta mariposa, de la familia Lycaenidae, vuela en una sola generación anual lo que hace que su presencia entre nosotros sea mucho más corta que para otras especies. Así solo podemos verla entre finales de junio y septiembre, por lo que hay que estar atento a trabajarla durante este corto espacio de tiempo. Hace unos días comenzaron a citar varios ejemplares en varios puntos del sureste provincial y me propuse dar con ella en la zona donde vivo (ya estaba citada anteriormente). Hasta el pasado día 21 no pude intentarlo en serio pero tuve suerte y la encontré a la primera y, además, de manera abundante. Eso sí, al estar ya a finales de agosto, los ejemplares son viejos y no pude disfrutarlas en todo su esplendor. 
Aquí reverso de un macho, ya muy desgastado.

Y el anverso que ha perdido los bordes negros anchos de las alas anteriores y que apenas muestra los lunares negros de las posteriores.

Vive en prados secos y cerca de zonas rocosas, en terrenos calcáreos entre los 500 y los 2000 msnm. Su área de distribución mundial se circunscribe, básicamente, a Marruecos y la Península Ibérica, donde casi se extiende por toda ella salvo por la parte más occidental. Zamora estaría en ese límite occidental de distribución donde, por lo visto, llega al norte de León pero no rebasaría la Cordillera Cantábrica.
Está incluida en el Libro Rojo de las Mariposas de Europa en la categoría SPEC 4a (especies europeas endémicas no amenazadas).
Aquí una hembra mostrando el reverso, también desgastada.

Y aquí su anverso de color marrón leonado y el borde de medialunas naranjas en ambos pares de alas.

En cuanto a las aves, estos días, no he tenido muchas novedades desde mi última visita al embalse de Ricobayo. El paso postnupcial de paseriformes ya es muy notorio y he anotado mis primeros "básicos" como mosquiteros musicales y papamoscas cerrojillos. 
Este año hay una especie que destaca entre el resto de pajarillos por su abundancia, el alcaudón común. Y no solo aquí sino en toda la región ya que hablando con colegas de afición de provincias limítrofes, todos tienen la misma percepción. Curiosamente los eché mucho de menos en primavera pero, donde quiera que sea, han debido criar de manera espectacular porque ahora mismo todo está lleno de jóvenes. Como el de esta foto que oteaba insectos desde un aspersor destinado al riego en el borde de un maizal.

Y a esta avutarda macho, de hace unos días, que caminaba junto a una carretera en una calurosísima tarde de agosto donde el aire parecía hervir, como muestra la imagen y donde se ve la reverberación. Treinta y muchos grados en el momento de la toma, en medio de un barbecho reseco por este verano tan cruel.