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miércoles, 5 de abril de 2017

04/04/2017. Chorlitejo patinegro en Villafáfila

Ayer hice una nueva visita a la R.N. Lagunas de Villafáfila, esta vez acompañado por mi amiga Nuria Álvarez-Acevedo, incipiente pajarera.
La tarde se presentó muy soleada, con temperatura incluso alta para las fechas pero con un viento del noreste que fue bajando la temperatura según pasaban las horas, hasta llegar a quedarse muy fresco el asunto cuando, ya sin luz a eso de las 21:15, dejamos la orilla de la Salina Grande, recogimos los bártulos y para casa.
Día típico de primeros de abril aquí, con mucho movimiento de aves. Hay tres lagunas que siguen manteniendo niveles decentes de agua: Salina Grande, San Pedro y Paneras. El resto ya están secas del todo -al Roal no fuimos-. Esto supone que las aves se agrupen solo en estos tres puntos. Sumamos un total de 68 especies y tuvimos varias observaciones de interés que paso a relataros, como siempre, de mayor a menor importancia.
Lo más chulo fue un macho de chorlitejo patinegro que encontramos en la laguna de San Pedro, en Villarrín de Campos. Este punto es habitual en producir la primera observación del paso para esta especie. Es increíble como cada una de estas tiene querencia por un punto concreto de la R.N. La acumulación de datos durante tantos años va trazando un patrón que pocas veces se ve alterado. 
El ave se encontraba en la orilla opuesta a nuestra posición y esto aquí es "atpc". Aún con todo nos esmeramos en tratar de sacar alguna foto testimonial.

Ayer contamos hasta 6 cercetas carretonas. En la laguna de San Pedro, donde el chorlitejo, había 2 parejas más 1 macho solitario. A estos hay que añadir otro macho solo, entre varios miles de cucharas, en la Salina Grande a última hora de la tarde.
Esta es una de las parejas, junto a cercetas comunes.

Y esta la otra.

Datos fenológicos de interés fueron: nuestro primer bisbita campestre del año, el primer aguilucho cenizo y las primeras pagazas piconegras.
Siempre es agradable ese reencuentro año tras año que supone la observación de una especie que hacía muchos meses que no veías. En mi caso los últimos bisbitas campestres, por ejemplo, los vi en septiembre, así que he tenido que esperar 7 meses para ver a este, el primero del año.

Más meses aún hacía que no veía a una de las especies más importantes de todas las que crían en Zamora y en Castilla y León y que no goza de la fama de las grandes águilas, los buitres o los lobos.... la pagaza piconegra. Ayer ya había 26 aves en la Salina Grande.

A última hora localizamos un adulto de gaviota cabecinegra. Aunque aquí cada vez es menos noticiable, si lo contextualizamos a nivel regional, es una especie muy escasa. 
Pudimos disfrutar de varios casos de migración activa a última hora del día. Y es que Villafáfila es lugar de parada de multitud de especies de aves en sus trayectos migratorios, como sucede ahora mismo con el viaje al norte. Así vimos la arribada de un par de grupos de espátulas que llegaron a juntarse y sumaron 15 ejs. Además hicieron lo propio un bando de 27 cormoranes -que solo estuvieron unos minutos sobre el agua para luego seguir al norte- y 5 garzas reales, que siquiera dieron un par de vueltas sobre la Salina Grande para seguir su trayectoria norteña.
En la imagen las primeras 5 espátulas que llegaron y que hicieron compañía a un grupo de 5 garcetas comunes que ya estaban allí.

Y aquí cuando fueron llegando el resto. Había dos anilladas pero con la escasa luz ya a esas horas y la enorme distancia a la que estaban -unos 450 m.- fue imposible hacer nada.

Los cormoranes pidiendo pista en la lámina de agua, con Otero de Sariegos al fondo.

En cuanto a limícolas la cosa está más o menos así: avoceta común (+200), cigüeñuela común (+70), chorlitejo grande (9), chorlitejo patinegro (1), avefría europea (+100), correlimos común (81), correlimos menudo (4), andarríos grande (1), archibebe común (8), aguja colinegra (37) y combatiente (13).
Otras citas dignas de ser mencionadas, por un motivo u otro pero sobre todo fenológico, fueron: silbón europeo (2), críalo (1), búho campestre (1) o lavandera boyera (2).
Junto al observatorio de la laguna de La Fuente, nuestra primera Cynthia cardui del año. Esta mariposa es un portento migratorio también.

Y un mochuelín en un posadero diferente a lo que nos tiene acostumbrados aquí.

martes, 30 de agosto de 2016

28/08/2016. Limícolas por Ricobayo

Ya tenía ganas de toparme con una buena mañana de limícolas en este postnupcial.
El pasado día 28 madrugué -demasiado pues me tocó esperar casi media hora a poder ver algo decentemente- en previsión de que era domingo y el embalse de Ricobayo se llenaría rápidamente de pescadores. Cuando estos empezaron a ocupar las orillas de manera masiva yo ya estaba recogiendo mis bártulos y volviendo para casa, sobre las 11:30 horas.
Hice la ruta habitual por las orillas de los términos de Montamarta y San Cebrián de Castro. Dejé este último lugar para el final porque la zona buena para limícolas está aún inaccesible para los coches de los pescadores, lo que me daba más tiempo. Es una gran isla que, aunque ya está unida a tierra, el barro aún no soporta el peso ni de una persona, por lo que no se puede cruzar. Si todo es normal, pasará aún casi un mes hasta que me encuentre con coches en el lado exterior de dicha isla (para entonces no será tal ya), lugar conocido entre el gremio para ir a pescar anguilas.
En vez de contaros las observaciones por orden cronológico, voy a empezar por mi grupo de aves favorito dando los totales entre los tres puntos de observación (cola y zona del ensanche de Montamarta y orillas de San Cebrián).
En este día anoté un total de 12 especies de limícolas, arrojando los siguientes números: cigüeñuela común (1), chorlitejo chico (sin contar, abundante y aún se ven pollos pequeños), chorlitejo grande (26), avefría europea (81), correlimos común (18), correlimos zarapitín (11), correlimos menudo (21), andarríos grande (1), andarríos chico (muy abundante), archibebe común (3), archibebe claro (1) y aguja colinegra (1).
El grupo más chulo me lo encontré en las orillas de San Cebrián, como ya he dicho. Aquí se han formado unos playones de limos que están en un momento ideal para albergar a estos pequeños viajeros.
Grupo mixto de limícolas con correlimos zarapitín, correlimos común y correlimos menudo.

Este lugar, si madrugas, es muy tranquilo, la luz es ideal y, si pillas un grupo formado principalmente por aves jóvenes, como era el caso, solo hay que buscar el ángulo correcto, medir la distancia, hacerte un ovillo y se hace la magia...
Correlimos común entre dos correlimos menudos.

Dos correlimos comunes y un menudo.

Correlimos menudo.

Grupo de correlimos menudos.

Correlimos zarapitines, preciosos juveniles escamados.

Correlimos zarapitines.

Chorlitejo grande, adulto.

Cigüeñuela común.

Estos son dos de los macarras que pueden echarte todo a perder, jóvenes de archibebe común. Desconfiados, escandalosos y traidores que te delatarán en cuanto tengan oportunidad.

Además de los limícolas hubo otras muchas aves de interés para la ornitología zamorana. Especies que seguimos con especial cuidado para tratar de definir su estatus exacto en nuestra provincia y así controlar a la perfección su fenología, con sus picos de paso, sus relaciones con la climatología, sus patrones migratorios, sus zonas óptimas de descanso, etc...
Anoté 4 gaviotas patiamarillas y 2 gaviotas sombrías, por ejemplo.

Junto a ellas descansaba un nutrido grupo de cormoranes entre los que había uno anillado. Estaban bastante lejos y me fue imposible hacer una lectura completa, solo lo que véis en las fotos. Aún con esto, mi amigo Antonio Gutiérrez me dice que es francés y que tratará de esclarecer algo más la cuestión a ver si, por lo menos, podemos llegar a la localidad donde fue marcado, aunque no podremos individualizarlo.

Entre el grupo de 12 espátulas de hoy en San Cebrián -más 1 que había en Montamarta- también me encontré un par de ejemplares anillados.

Como véis en la imagen, uno de ellos solo porta anilla metálica, por lo que será imposible saber nada. El otro lleva un código de anillas de pvc de colores que sí que nos permitirá saber de donde procede.

También de interés la presencia de 2 tarros blancos en el mismo lugar donde hace dos semanas había visto un juvenil. Los de hoy eran un adulto más un juvenil, este último seguramente el de entonces. No me dejaron ni intentarlo.

Como es típico de estas fechas, apunté 6 garcetas grandes. Esta es una de ellas.

Y, como no, nuestras queridas gitanas, las cigüeñas negras en su lugar habitual, antes de que llegara la marabunta de pescadores. Hoy solo vi 2 pero me consta que había algunas más.

Otros números totales interesantes: garceta común (15) y gaviota reidora (148).
A primera hora, ya con la tortura de los disparos de los matafauna a tope en el ambiente, un joven azor se soleaba en un rastrojo pero no me dejó ni parar el coche siquiera. 
Este grupo de perdices rojas formado principalmente por juveniles, se alimentaba cerca de la orilla bajo la atenta mirada de uno de sus progenitores. En pocas semanas serán ellas las perseguidas por los que hoy matan codornices y tórtolas a diestro y siniestro desde antes de que salga el sol.

Volviendo a casa hice una parada técnica en las graveras de Coreses donde lo más interesante fue: garceta grande (1), espátula común (5), martín pescador (1), agachadiza común (1), correlimos menudo (1) y avefría europea (+110 ejs.). Por supuesto sus habitantes habituales como avetorillos, andarríos grandes y chicos, chorlitejos chicos, aguiluchos laguneros, etc...
Esta era la garceta grande, que lleva un par de semanas, como mínimo, por allí.

martes, 13 de octubre de 2015

11/10/2015. Notas Toro y Coreses

En la tarde del día 11 estuve revisando varias graveras de las localidades de Coreses y Toro y, al final del día, invertí el tiempo en un soto muy bien conservado junto al Duero, en Toro también, a la búsqueda de paseriformes de interés.
En cuanto a aves ligadas al medio acuático, en Coreses, comprobé que continúa el macho solitario de pato colorado. Además dos espátulas que ya llevan un tiempo.

En este lugar la novedad fueron 6 agujas colinegras.

Un búho chico cantando en un pinar a media tarde me alegró el rato. Quizá lo oscuro del día, completamente gris, ayudó a este comportamiento.
En una gravera, ya en Toro, encontré otras 5 espátulas que aguantaron muy poco.

Seguía la garceta grande que lleva un tiempo también, acompañada de una garceta común.

Y como novedades, un archibebe claro y un grupo de 14 avocetas comunes.

Además un mínimo de 8 andarríos grandes y otros tantos chicos, varias agachadizas comunes, aún un carricero común y casi dos centenares de patos, todo azulones menos media docena de cercetas comunes.
En el soto que comenté antes, varios paseriformes de interés fenológico para la provincia como: papamoscas gris, papamoscas cerrojillo y curruca mosquitera.
Antes, en la localidad de Fresno de la Ribera, todavía un pequeño grupo de avión común.
Acabo con una foto de un joven cormorán grande.

sábado, 23 de mayo de 2015

21/05/2015. La orgía del alburno

El pasado jueves acabé la tarde en el embalse de Ricobayo, en mi lugar favorito, la orilla de Santa Eulalia de Tábara. La R.N. Lagunas de Villafáfila ya está seca al 95% por lo que ya no merece la pena ir por allí. La reproducción de aves acuáticas este año ha sido un desastre, por no decir inexistente. Así que toda esa fauna se ha trasladado al vecino embalse formado por el río Esla y se ha juntado con los residentes en el lugar, formando un enclave repleto de vida ahora mismo, con más de un millar de individuos de varias especies solo en esta orilla. Imaginad como puede estar el humedal entero con lo grande que es...
Esta tarde tuve la suerte de que había un cardumen de alburno bastante grande en la orilla en que yo me encontraba, que era la de la desembocadura del arroyo de La Burga. Un buen grupo de cormoranes daba candil a los peces debajo del agua y, en su huida hacia arriba, hacía que el espectáculo fuera impresionante. Decenas de aves ictiófagas se afanaban en comer todo lo que podían. Así, decenas de garzas reales, garcetas grandes, garcetas comunes, espátulas, gaviotas reidoras y los oportunistas milanos negros, aprovechaban para ponerse las botas. El agua bullía de comida y no daban a basto a capturar ejemplares. Esta especie de pez, invasora e introducida por el hombre, es una desgracia para el ecosistema pero hay que reconocer que muchas aves prosperan gracias a utilizarlo como base alimenticia.
Imágenes de la depredación masiva de alburnos, toda una orgía alimentaria.

Dos cigüeñas blancas también hacían uso de la despensa. Aquí una de ellas.

La llegada de un grupo de espátulas completó el elenco de pescadores.



Fuera del grupo de pescadores, también teníamos limícolas. Ahora mismo el embalse está en su nivel ideal para ellos ya que se forman grandes playones donde pueden buscar alimento. Dentro de este grupo de aves, esto es lo que conté: avefría (14), chorlitejo grande (102), chorlitejo chico (2), archibebe claro (6), archibebe común (8), correlimos zarapitín (8), correlimos común (4), correlimos tridáctilo (12) y combatiente (1).
Archibebe claro.

Correlimos zarapitín y chorlitejos grandes.

Del grupo de pescadores los números fueron: garceta común (9), garceta grande (18), garza real (40 ejs. aprox.), cigüeña blanca (2), espátula común (17), cormorán grande (500 ejs. aprox.) y gaviota reidora (40 ejs. aprox.).
Además centenares de azulones y casi 50 ánades frisos.
Garceta grande en vuelo hacia el dormidero.

Lo más interesante de la zona, a mi juicio, ha sido el descubrimiento de la tercera colonia de cría de cormorán grande en la provincia de Zamora. Fue descubierta hace unos pocos días por una persona que "no quiere que su nombre aparezca en sitios como este". Es una magnífica noticia. Yo he visto donde está pero no me he parado a contar nidos aunque no debe de ser muy numerosa aún. Con la población de cormoranes veraneantes que hay año tras año en esta zona de la provincia y la gran cantidad de alimento que hay para ellos, era cuestión de tiempo que acabaran criando por la zona.
A última hora de la tarde estuve controlando el dormidero de cormoranes y ardeidas que se forma aguas abajo de la presa del azud.


Unas tomas de las orillas actuales que el embalse tiene en esta zona.


A las acuáticas hay que sumarles la rica avifauna no acuática de la zona. En este día escuché mis primeros escribanos hortelanos del año, por ejemplo, pero también currucas mirlonas, carrasqueñas, capirotadas o las omnipresentes cogujadas, tanto común, como montesina. En la foto una de las segundas.

Ya volviendo me despidieron dos ciervas cerca de la carretera. Posaron un segundo antes de volver a internarse en el monte a resguardo.



Y una foto curiosa de otro día. El celo de los machos de perdiz roja es un espectáculo. A este no le bastaba con lo alto de los terrones o de las pavesas de piedras para subirse a que se le oiga y eligió lo alto de una edificación, para protección de un transformador, para desatar toda la potencia de sus pulmones.