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domingo, 8 de noviembre de 2015

Las Labradas, en la Sierra de Carpurias

En el norte de la provincia de Zamora, haciendo límite con la vecina León, hay una pequeña sierra llamada Carpurias y, dentro de ella, un lugar llamado Las Labradas donde hay restos de un castro de origen prehistórico a medias entre las localidades zamoranas de Arrabalde y Villaferrueña. Pues en este lugar es donde esta mañana, el amigo Manuel Rodríguez y yo, hemos pasado la jornada pajarera. ¿Y qué hacíamos allí arriba? Pues resulta que el lugar se ha convertido en el hot spot provincial los últimos días. En la última semana de octubre, Mónica Mencía, localizaba 5 gorriones alpinos en el parque eólico de Las Labradas y, en un intento por localizarlos, J.Alfredo Hernández, Maribel Martín y  Cristian Osorio, que no vieron los gorriones, localizaron nada menos que 9 acentores alpinos cerca del castro (está junto a los eólicos). Las citas de gorrión alpino en Zamora se cuentan con una mano y no teníamos una desde hace muchísimos años. Las de acentor alpino son más habituales pero también muy localizadas y además, esta última, es seguramente la mayor en cuanto al número. Así que esta jornada de sábado, los objetivos, estaban claros.
Ninguno de los dos conocíamos el lugar y nos habían hablado muy bien de él, así que teníamos otro aliciente que sumar a la visita.
La altitud del lugar sobrepasa los 900 msnm. que aquí es bastante ya que está en un entorno llano y bajo. En el alto hay restos, como ya he dicho, de un castro de la 2ª Edad del Hierro. Es el mayor poblado celta de la Asturia Cismontana que fue asediado, durante un siglo ni más ni menos, y finalmente conquistado por los romanos en el siglo I a.C. desde el cercano campamento de Petavonium, en el también zamorano valle de Vidriales. Este lugar, que se formó por gentes astures de diversos pueblos de los alrededores y destacaba por su gran extensión para la época, 23 hectáreas, estuvo ocupado durante la Prehistoria entre II a.C. y el I d.C. Es característica fundamental de este castro el haber poseído varias murallas, con varias puertas, en su perímetro y el haber existido actividad minera junto al pueblo. Aquí se han encontrado dos importantes tesoros de un alto valor histórico y documental.
Después de un poquito de historia me pongo con el asunto natural. Ni rastro de los gorriones en el parque eólico pero sí vimos los acentores en las cercanías del castro, concretamente, 3 ejemplares. Muy mal vistos ya que los localizamos por el reclamo según nos sobrevolaban de un picacho de rocas a otro y solo pudimos verlos en movimiento. Con esta especie y otras 26 completamos la mañana. Entre lo más interesante fue ver zorzales reales, los primeros de este invierno para los dos. Aquí uno de ellos.

También una solitaria paloma zurita, ave cada vez más difícil de ver en nuestra provincia. Junto a los zorzales reales vimos abundantes charlos y un alirrojo. Una pena no haber completado la mañana con algún zorzal común y habernos ido con el poker. En estas praderías altas eran abundantes los bisbitas comunes que se mezclaban con otros pajarillos, como los escribanos montesinos.

Temperaturas inusualmente altas para las fechas. Aunque debajo de nosotros la niebla lo cubría todo, allí arriba la mañana despertó soleada y calurosa, muy calurosa para un 07 de noviembre. De hecho hoy casi se ha batido el récord de España de la temperatura más alta para noviembre, en Sevilla eso sí. Estas temperaturas han revolucionado la actividad de los insectos al máximo, que hoy estaban como locos. Entre ellos las mariposas de las que hemos visto varios ejemplares de dos especies: Nymphalis polychloros (arriba) y Lasiommata megera (abajo).


Y os dejo unas imágenes de las maravillosas vistas que teníamos a pesar de la gruesa niebla que, por otra parte, le daban un encanto místico y volátil a esta mañana de noviembre.



A eso de las 11:30 la niebla comenzó a levantar del fondo de los valles y a trepar hasta nuestra posición, hasta que nos enterró en su abrazo, lo que hizo que dejáramos el lugar camino de la llanura donde este meteoro comenzaba a debilitarse.
En esta imagen se puede apreciar como comienza la ascensión y a engullirnos.

Mi querida Muma nos acompañó hoy en busca de los acentores alpinos.

Volviendo pudimos disfrutar brevemente de un elanio común en Quintanilla de Urz.
Con el sol aún apareciendo de entre la niebla, llegamos pasado el mediodía a Villafáfila. Las lluvias de los últimos días han hecho que el agua complete casi todas las láminas pero con muy poca profundidad. Un empujón de unos cuantos litros más y podremos salvar el invierno  y la primavera. Pero hoy lo mejor del rato fue el chorizo zamorano que nos jalamos. 
En un vistazo rápido en solo dos puntos de la Reserva pudimos comprobar que ya están representadas todas las especies de patos comunes del invierno: ánsar común, tarro blanco (los únicos que conté, 31 ejs.), ánade azulón, ánade friso, ánade rabudo, silbón europeo, cuchara común y cerceta común. Solo quedarían los buceadores (porrones), de los que hay una pequeña muestra en las balsas de la Casa del Parque.
De lo que hay miles de ejemplares (rebasando los 5.000 con seguridad) es de avefrías. Entre ellas se esconden combatientes y chorlitos dorados. 
En fin, que ya hay material para plantearse visitas metódicas.
Aquí una imagen de hoy.

Y como hacía mucho que no actualizaba, por causas diversas, os cuento que no he visto mucho de interés en días anteriores. 
El día 02 localicé un par de garcetas grandes en dos puntos diferentes de la vega del Duero, en Toro. Y como me di cuenta de que había una especie común que nunca había salido aquí y que ni siquiera estaba listada en el archivo de etiquetas del blog, me propuse hacer alguna foto a algún ejemplar de... ¡zorzal charlo!

Como ya dije, en las últimas jornadas ha llovido bastante y esto ha activado a los anfibios. Algunos de ellos maravillosos, como este enorme gallipato de Toro de hace dos noches.


Y un paisaje de estos días en la comarca toresana, los viñedos prendidos en rojo, que tantas alegrías nos dan al paladar con la que ya es una de las mejores denominaciones de origen vitivinícolas del país.

viernes, 10 de julio de 2015

Menú de verano

En estos días en que las "olas de calor" no dan tregua, es buen momento para dedicar tiempo a los seres que gustan de estas temperaturas y a los que se mueven en las noches de verano. Así he salido un par de estas noches en busca de chotacabras que llevarme al oído para cubrir mis cuadrículas para el Atlas de Aves Reproductoras que está en pleno proceso de trabajo de campo. Tengo varias cuadrículas en la comarca toresana, donde vivo. He sacado chotacabras europeo en todas ellas y cuellirrojo en solo dos (aunque debo prospectar mejor porque es posible que lo tenga en casi todas).
Pero la noche da muchas más cosas. La sorpresa fue un precioso ejemplar de gallipato en medio de una carretera junto a una laguna, en Villavendimio. Estaba completamente seco lo que me permitió ver matices de su piel que no se aprecian cuando están mojados. Es una pasada ese ribete azulado que tiene en la mandíbula superior.

Y los puntos naranjas de los laterales por donde salen las costillas a modo de defensa cuando se siente amenazado...

Detalle de la cabeza de esta increíble y rara criatura, endémica de la península ibérica (no está presente ni en la franja más norteña, ni Galicia y norte de Portugal, ni en gran parte del valle del Ebro) y del norte de África (Marruecos exclusivamente).

En esta madrugada también vi dos sapos corredores, a pesar de la terrible sequía que sufrimos se atreven a salir por las noches. Este estaba comiendo insectos bajo las farolas de la localidad de Abezames.

Y mi primer y único erizo de lo que va de 2015. Es increíble el declive que está sufriendo este animal. De ser común y muy familiar ha pasado a ser francamente raro. Yo hago muchos kilómetros nocturnos al año y no ha sido hasta el 05 de julio cuando he conseguido ver el primer ejemplar vivo y no atropellado. Las infraestructuras humanas son su principal enemigo, especialmente las carreteras, pero también mueren ahogados en piscinas, pozos, pilones, fuentes, etc...
Este era un adulto.

Especial atención he prestado, como toca en estas fechas (a veces porque no hay más remedio ya que no se mueven las aves en la mayor parte del día), a las mariposas. Dejo unas fotos de algunas de ellas, que se que gustan bastante.
Una de las más comunes es Pieris rapae, o blanquita de la col.

Y su versión cachas es su prima Pieris brassicae, o mariposa de la col.

Especialmente abundante estos días, Polyommatus icarus.

Otra de las especies de moda en estas semanas, Leptotes pirithous, o gris estriada, a orillas del Duero.

Una maravilla, Pararge aegeria o maculada, entre las sombras de un soto en Peleagonzalo.

Y una explosión de la gran, por tamaño, Brintesia circe o rey mozo, es lo que vivimos en este momento. A esta la fotografié en el devastado paraje de Montelarreina, en Toro.

Y algún rato de las noches también lo he dedicado a recorrer farolas de los pueblos en busca de mariposas nocturnas. Me resultan muy difíciles de identificar (con casi 2.000 sps.) y suelo necesitar ayuda y tiempo para ello. Pero de las de estos días he podido con una yo solito. Es esta maravilla que se llama Zeuzera pyrina, fotografiada en la localidad de Matilla la Seca.

También han tenido su rinconcito las libélulas, como el grupo de Platycnemis latipes que me encontré junto al río Duero hace dos días. Aquí un macho.

Y si nos pusiéramos con todos los seres que nos encontramos en el campo en estas fechas, esto sería el Apocalipsis. Me dio por fotografiar a este himenóptero y pidiendo ayuda para identificarlo en un grupo de Facebook he sabido que se trata de una de las grandes avispas de la arena, concretamente es Bembix rostrata.

De aves, como ya he dicho, muy flojo. Solo destaco un grupo de 16 avefrías en un banco de piedras en medio del río Duero. Este es un signo claro de que la especie ha comenzado su migración postnupcial porque, además, había juveniles entre ellas.

Compartiendo isla, varios andarríos chicos y algún chorlitejo chico. En la foto, dos de los primeros junto a dos avefrías.

Y en esta foto hay un pájaro... ¿qué véis?

Salir por las noches a la naturaleza tiene cientos de satisfacciones. Aquí una más, sin palabras...


jueves, 4 de abril de 2013

04/04/2013. Más anfibios y un erizo


La pasada madrugada tuve la oportunidad de volver a hacer una prospección de anfibios con el mismo recorrido, aproximadamente, y a las mismas horas que hace dos noches. Las condiciones meteorológicas eran diferentes, eso sí, lo que puede haber condicionado que cambien las observaciones. No llovía pero el ambiente era más fresco, con temperaturas de 4-5ºC.  Básicamente han sido las mismas especies (esta vez solo tres) pero en números muy diferentes en dos de ellas.
Otra de las intenciones era poder fotografiar mejor que el otro día al sapo de espuelas ya que me quedó un poquito de mal sabor de boca por la foto que puse aquí. Las de hoy no son para tirar cohetes pero me gustan más.
Precisamente anoche el protagonista fue este anfibio ya que llegué a ver poco más de una docena de ejemplares (la noche anterior solo fue uno) en varios puntos de la vega del Duero y comarca toresana, términos municipales de: Toro, Valdefinjas, Venialbo y Matilla la Seca.
En estas dos primeras imágenes, lo que yo pensaba que era una hembra, basándome solo en el tamaño y la corpulencia pero, indicaciones de expertos herpetólogos zamoranos (Abel Bermejo y Gonzalo Alarcos), me dicen que es un macho debido al volumen de las patas delanteras que adquieren esa vigorosidad para amarrar fuerte a la hembra durante el amplexus.
Vista lateral.

Vista superior.

Y este es un macho también, algo más pequeño y no tan ancho como el anterior pero con las callosidades típicas preparadas para la freza.

Y algo con lo que me quedé con ganas el otro día, mostraros el motivo de porqué este animal se llama sapo de espuelas. Pues aquí tenéis una de sus famosas espuelas, la de la pata trasera izquierda. Tienen una en cada  pata posterior y es esa callosidad negra.

Al igual que la madrugada del día 01, hoy he vuelto a ver un gallipato. Este es de la misma edad que el anterior, seguramente, y se encontraba cerca de la localidad de Villavendimio.

El sapo corredor fue mucho menos abundante que en la pasada prospección y solo vi dos atropellados, a diferencia de aquel día. Lo que si denoté fue una mayor actividad en charcas, lagunajos, cunetas con agua... etc. Ya que se oían cantar con intensidad, algo que no sucedió la pasada noche con lluvia.

Y otro protagonista de la noche, este erizo europeo. Hacía bastante tiempo que no me cruzaba en la carretera con un erizo que no estuviera atropellado y que, por desgracia, es lo normal. Este buscaba comida en las cunetas de una carretera cerca de Fresno de la Ribera. Gran labor de colaboración también la que hacen los erizos con los agricultores, manteniendo a raya a multitud de invertebrados que atacan de una manera u otra a los cultivos.
Aquí la vista derecha y detalle de la cabeza.


Y la vista izquierda. Aquí podemos apreciar que tiene unas buenas garrapatas sobre la oreja, algo que es común en todos los mamíferos salvajes a partir de estas fechas.

Es la primera vez que puedo enseñaros a este mamífero en el blog, la única especie de erizo que tenemos en Zamora (en España hay dos). Y se ha portado muy bien, además, para lo tímidos que suelen ser. Seguramente fuera un veterano...
En cuanto a pájaros, vi varias lechuzas comunes y escuché un alcaraván común, mi querido pernil, en Matilla la Seca.

lunes, 1 de abril de 2013

01/04/2013. Tiempo de anfibios

Hemos pasado por dos años, aproximadamente, de una acuciante sequía en nuestro país a nivel general y en esta zona de España en particular. Todos nos hemos quejado de lo seco del paisaje, los arroyos sin agua durante más de un año, laguna vacías, embalses bajo mínimos, campos sin flores en primavera, polvo constante en el ambiente y calor fuera de fecha... Pero, por suerte, todo esto se ha revertido aunque, como dice el refrán, "no siempre llueve a gusto de todos" y hay muchos que ya se quejan del mes de marzo que hemos pasado, el más lluvioso en décadas por aquí.
Pero nosotros, si tenemos falta de agua podemos suplirla con cierta facilidad en nuestro día a día. Si tenemos sed, abrimos el grifo o la botella. Si queremos bañarnos nos metemos en la ducha o en la bañera o, incluso, nos hacemos cientos de kilómetros (en nuestro caso desde aquí) hasta una playa. Pero pocas veces pensamos en todos los seres que, obligatoriamente, depende del agua sí o sí para sobrevivir y realizar varias de sus tareas vitales, no solo para beber o asearnos, como es nuestro caso.
Varios de estos grupos animales están tan ligados al agua que solo deciden moverse fuera de ella o desplazarse de un humedal a otro en noches como estas de la primavera incipiente, cuando la humedad es tan alta gracias a las incesantes lluvias y la temperatura ya va siendo suave durante toda la noche, gracias a los vientos de componente suroeste que se está manteniendo durante días y que hacen que las temperaturas nocturnas no bajen de los 7-9ºC.
Con estas condiciones, la pasada madrugada aproveché a prospectar varias zonas de la comarca toresana en busca de anfibios, y no se ha dado nada mal, observando 5 especies. A algunos sitios he llegado gracias a las indicaciones de un gran herpetólogo local, Abel Bermejo, al que podéis seguir en su blog. Es un lujo, la verdad, tener tantos aficionados a varias disciplinas diferentes de la biología en una provincia tan pequeña como esta.
La especie que más he registrado la pasada noche ha sido el sapo corredor ya que, junto con la rana común, es el anfibio más abundante y mejor distribuído de la provincia de Zamora. Eso sí, la mayoría de las observaciones han sido de ejemplares atropellados en la carretera, lugares por los que transitan estos días en busca de frezaderos en forma de pequeños charcos, fuentes, cunetas inundadas, pilones, abrevaderos de ganado o cualquier zona acuática que cumpla unos mínimos donde un macho y una hembra puedan realizar su puesta. Aún así, habré visto cerca de la cincuentena de ejemplares en total, en términos municipales de Toro, Villavendimio, Peleagonzalo, Valdefinjas, Fresno de la Ribera, Matilla la Seca y Pozoantiguo. Dejo un par de fotos de esta especie.


De las otras 4 especies que observé, solo lo hice de un ejemplar cada uno en tres de ellas. La otra fueron unos renacuajos de sapo partero común en una fuente tradicional de una localidad cercana a Toro, pero solo  4 ejs.
Del resto, la que más ilusión me hizo fue un gallipato, en la carretera que une Fresno de la Ribera con Matilla  la Seca. Hacía ya muchos años que no podía disfrutar de este urodelo, uno de mis favoritos y al que más cariño le tengo de todos. Es una especie con la que he convivido desde pequeño ya que en el pueblo de mi madre era relativamente común en pozos, lagunajos y otras superficies acuáticas. Incluso en el pilón de la huerta de mi abuelo los teníamos. La provincia de Zamora está en el límite norte de su distribución mundial (Península Ibérica y noroeste de Marruecos) y, además, se encuentra bien representado.

Otro anfibio curioso y que podemos observar con relativa facilidad en la provincia de Zamora es el sapo de espuelas, aunque ayer solo vi uno. A este anfibio se le conoce más por ser el más grande de todos los renacuajos que por su estado de adulto, cuando se vuelve más difícil de detectar.

Y el conocido por todos, sapo común, que aquí es mucho más escaso que el sapo corredor. No voy a contar nada que no conozcáis ya sobre este animal rodeado de mitos y leyendas (todas y cada de ellas falsas) y que le cuesta a la especie miles de víctimas al año en un país tan retrasado y con una cultura ecológica en pañales como este nuestro. Para mi es un animal bellísimo y siempre es un gustazo encontrarse con uno. Además, no hay dos iguales (...o yo veo muy pocos). Para muestra, la foto del de anoche.
Recordemos que todos y cada uno de estos animales son muy, muy vulnerables. Los anfibios son los seres que más están sufriendo las consecuencias del maltrato al que sometemos nuestros campos. Ellos sufren por los herbicidas que esparcimos por los cultivos, las cunetas y, en las fuentes, por la manía que tienen la mayoría de los agricultores de lavar allí sus cubas después de sulfatar algo y que, RECUERDO, está totalmente prohibido y acarrea graves sanciones económicas.
Además sufren por la pérdida y destrucción de una atmósfera limpia y equilibrada ya que ellos son especialmente sensibles al respirar también a través de su piel.
En las últimas décadas han aparecido una serie de plagas en forma de hongos que están acabando con ellos y dejándonos sin sapos, ranas y tritones en nuestros campos.
También quiero recordar que estos animales se alimentan de invertebrados (insectos y "bichos") y que, muchos de ellos, son supuestos enemigos de la agricultura así que, SEÑOR AGRICULTOR, cada vez que mata un sapo con su azada o atropella uno con su coche a posta, está tirando piedras contra su propio tejado ya que ese sapo, si lo dejara vivir, se alimentaría de decenas de miles de invertebrados dañinos para sus cultivos. Son un insecticida natural muy eficaz y, además, gratuito.
Y, por último, estas especies están todas protegidas por la Ley. Matarlas, capturarlas (vivas o sus restos) o maltratarlas está penado con gravísimas sanciones. No se pueden manipular sin un permiso especial que concede la Administración.
Así que ahí los tenemos para buscarlos, observarlos y aprender de ellos, no para obligarlos a desaparecer.