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lunes, 19 de diciembre de 2016

18/12/2016. Nueva llegada de invernantes

Así empezó este día de diciembre, nuevamente, en la R.N. Lagunas de Villafáfila. Sobran las palabras.

El sol ascendía imponiéndose a una fina capa de niebla a lo lejos y yo ya estaba en la laguna de San Pedro -Villarrín de Campos- contando los tarros blancos. Hacía mucho que no iba antes de la salida del sol y casi no recordaba lo maravilloso que es empezar a observar aves e interpretar sus sonidos aún entre dos luces. La mañana estaba muy fría con un viento sostenido y helador del nordeste que cortaba la piel pero al que ya esperaba desde el día antes, por lo que iba provisto de todo lo que lleva el apellido "térmico" (aunque coloquialmente se les llame "marianos" por ejemplo).
Las novedades más importantes fueron dos. La primera es que, por fin, pude localizar al supuesto halcón sacre que Joan Ximenis y Borja Madariaga citaron aquí el 15 de noviembre pasado y al que ya había buscado varias veces. Encontré al ave a solo unas centenas de metros de donde lo vieron ellos y he podido observarlo con detenimiento; no en las mejores condiciones por la distancia y el contraluz pero bastante decentemente a través de mi telescopio. 
Mis conclusiones son que se trata de un ejemplar de 1ºinv. de halcón peregrino pero de la subespecie calidus (Falco peregrinus calidus). Esta es la subespecie originaria del norte siberiano y se sabe que sus efectivos rusos más occidentales pueden llegar hasta esta parte de Europa durante el invierno. La confusión con un sacre de la misma edad no es del todo descabellado, pues si juntamos poca experiencia con las especies tratadas, una observación sesgada y falta de detalles -por las razones que sean: distancia excesiva, no ver las partes inferiores en vuelo, condiciones meteorológicas, etc.- y otros posibles factores, muchos podríamos equivocarnos al separar un joven halcón sacre de un halcón peregrino siberiano. 
Yo ya he visto, en contadas ocasiones, ejemplares asignables a esta subespecie antes aquí. El último no hace muchos inviernos.
Según he podido leer estos días, hay un influx importante de F.p. calidus en esta parte de Europa durante este invierno, algo que apoya la teoría de la llegada de esta rapaz.
Cuando lo encontré estaba a unos 400 m. y a contraluz pero fácil para el telescopio. Halcón grande, de mejillas muy blancas y bigotera estrecha y larga, con frente clara -color ocre-, dorso de color marrón y con orlas de las cobertoras y el manto más claras que diseñan un dibujo escamado característico, pecho con motas oscuras finas sobre fondo blanco y alas largas de la misma longitud que la cola -esto último descarta sacre completamente, por ejemplo-. Todas estas características juntas son compatibles con un calidus. Aquí unas fotos testimoniales.

Le dí un poco la vuelta para poner la luz un poquito a favor y poder mostrar, casi imaginariamente, los tonos y el diseño dorsal del ave. Pero, claro, esto supuso alejarme otros cuantos metros del halcón por lo que la toma es lo que es... Aquí estaría a unos 600 m.

La segunda noticia del día es que esta última semana llovió dos días. No ha caído demasiado, apenas 18 litros, pero ha servido para paliar la terrible sequía que sufrimos. Hacen falta unos 50 más para poder hablar de niveles óptimos.
La inestabilidad también nos ha dado movimiento de aves y a Villafáfila han llegado nuevos invernantes. 
Por ejemplo, por fin, tenemos porrones en las lagunas de la Casa del Parque. En concreto hay 22 porrones moñudos y 24 porrones europeos.

Además localicé un zampullín cuellinegro con ellos. Supongo que será el mismo que Pepe San Román encontró aquí a primeros de mes pero se me hace raro que nadie lo haya visto desde ese día hasta hoy en un sitio tan fácil de prospectar como en el que está. También podría ser un ejemplar nuevo.

Se nota un aumento considerable de 3 anátidas: cuchara común, silbón europeo y cerceta común. Hace una semana llegó una garceta grande, a la que he podido ver hoy también. Por seguir con números, el censo oficial de la JCyL de mediados de mes, dio como resultado 7500 gansos y 280 grullas. Pues bien, de estas últimas, hoy al anochecer contamos Pepe San Román y yo 321 ejs. que entraron a dormir en la Salina Grande.
Y una cifra más. Hoy he contado todas las grajillas del entorno de la Salina Grande. Con la colocación de las cajas nido, para lechuza común y cernícalo, del plan para la lucha biológica contra el topillo campesino que se lleva a cabo en la Reserva -entre otros puntos-, la grajilla se ha visto beneficiada enormemente de esos lugares ya que los usa también como lugar de cría. Esto ha hecho que su población crezca aquí exponencialmente y es un lujo poder ver grandes grupos en el entorno de las lagunas. Pues eso, que hoy conté 83 individuos de este pequeño y familiar córvido. El grupo más grande de 41 ejs.

Y, por supuesto, sigo con mi control de la invernada del tarro blanco. Hoy me salieron 127 tarros pero me debí dejar alguno porque solo el día antes, José Barrueso y Fernando García, contaron 134 aves de esta preciosa anátida.

Hay limícolas, claro. Las avefrías han aumentado mucho en número -según el censo hay 2000 ejs.- en el entorno lagunar. Además anoté lo siguiente: avoceta común (10), combatiente (19), zarapito real (10) y correlimos común (63). Aquí un par de zarapitos de lejos.

El elenco de rapaces es el típico para las fechas: aguilucho pálido, aguilucho lagunero (en gran número), milano real (muy abundante), busardo ratonero, gavilán común, cernícalo vulgar y halcón peregrino (además del calidus vimos, Pepe y yo, otro adulto nominal azuzando avefrías). Echo de menos algún águila real invernante y me choca no haber visto ni un esmerejón en todo el día.
Entre los ratoneros hay algunos preciosos. Esas aves de 1º/2º invierno en los que no hay dos iguales y algunos lucen unos diseños que no veremos durante el resto del año. Este era especialmente bonito, con amplias zonas blancas y un alucinante barrado en los lados del vientre y muslos.

Pepe, el mochuelo de la Casa del Parque, en su lugar.

Hay más gansos que el invierno pasado, vale, pero no les cogemos las vueltas. Los vemos entrar a lo bruto al atardecer pero durante el día se deben de estar yendo a pastar muy lejos porque no hay quien dé con ellos en los alrededores de las lagunas. Hoy solo habré podido revisar unos 1500 ejs. y, claro, así bajan mucho las posibilidades de dar con los infiltrados. Lo que sí pudimos hacer fue leer dos collares: LZ5 y BJ5, ambos ya leídos este año. BJ5 es un veterano de Villafáfila. La primera vez que lo vimos aquí fue en 2012. 
Unas patas (nombre tradicional del ánsar común aquí).

Otras que están en movimiento son un grupo de 25 cigüeñas blancas, sin duda, en migración y que decidieron usar la Salina Grande para pasar la noche y descansar.

¡Y el atardecer! ¿qué puedo decir que no haya dicho ya mil veces aquí? Pues que no conozco ninguno tan bonito e intenso...

Meditando con que, en mi humilde opinión, la Reserva Natural necesita urgentemente un nuevo plan de gestión cinegético y que la Dirección se debería poner a ello ya, antes de que le estalle en las manos, fueron entrando gansos y grullas a dormir. 
Para mi es vergonzoso oír los comentarios de la gente venida hasta aquí y que no comprende como la Reserva permite cazar, a solo unos metros de la orilla de la laguna, a las especies por las que se creó la propia Reserva. El ánsar común debería no ser cinegético aquí ¡y punto!

Y por enésima vez, el atardecer fue de Óscar.

Como último apunte fenológico, vi un macho de Sympetrum striolatum.

domingo, 27 de noviembre de 2016

25/11/2016. Barnacla cariblanca en Villafáfila

Hace dos días hice una nueva visita a la R.N. Lagunas de Villafáfila. Bajo un cielo gris y un viento persistente, cansino y muy frío del noreste estuve observando lo que se movía por las escasas zonas con agua que tenemos a estas alturas. 
Parece que en estos días estamos teniendo entrada de aves pero aquí, aunque los números de gansos son ligeramente superiores a años anteriores por estas fechas, hay otras especies que este año no están prácticamente presentes. Por ejemplo, después de unos inviernos con cifras récord de avefrías (7.000-10.000 ejs.) este año apenas hay una invernada residual. Otra especie que estoy echando de menos es el chorlito dorado europeo, al que ni siquiera he detectado en mis últimas visitas.
Por contra, como ya he dicho, no parece mal año de gansos -comparando con los últimos inviernos, no con las cifras históricas aquí- pero es una lástima que no tengamos agua pues, supongo, aguantarán poco. Y entre ellos apareció una barnacla cariblanca a principios de mes y que no he podido disfrutar hasta ahora. Ya llevaba varios inviernos sin ver a esta especie aquí. Lejos quedan aquellos años en que teníamos 10-15 individuos pasando la temporada invernal en Villafáfila. Se ha rarificado mucho y en pocos años será toda una rareza, no solo en Zamora sino en todo el país.

Pero si la barnacla me agradó, la observación de 5 búhos campestres juntos fue lo mejor del día. Además si sorprendes a estas aves a primera hora de la mañana suelen mostrarse confiadas y te permiten llevarte imágenes de recuerdo bastante decentes.
Aquí un adulto.

Y aquí un ave de primer invierno, es decir, nacida la pasada primavera. Su cara oscura con aurículas poco pobladas que le dan un aspecto menos cabezón, el tono marrón chocolate del plumaje en general, esa cola con fondo de color crema debajo de unas barras anchas y oscuras delatan que es un ave joven, nacida vete tú a saber donde.

También interesante el número de combatientes. Básicamente estaban divididos en dos grandes grupos, el más numeroso de 56 aves, y sumando entre los dos salieron 95 ejs. El bando más grande se alimentaba en compañía de estorninos pintos y avefrías en un campo arado recientemente en la zona de La Parva.

Otro limícola con buena presencia en estos días es la agachadiza común. Hoy pude disfrutar de varias que se alimentaban en los montones de estiércol fresco como si fueran estorninos, algo que no había visto nunca antes. Sí es verdad que alguna vez he levantado alguna gacha de estos lugares pero siempre pensé que se alimentaban en los charcos que se forman alrededor. Pero hoy he podido ver como inyectan su largo pico entre el excremento animal, en busca de invertebrados supongo.

Eso sí, aquí su mimetismo funciona estupendamente.

Otros limis de interés fueron: 1 avoceta común -especie que tiene aquí una pequeña población invernante, por lo que llegarán más- y un grupo de correlimos comunes que no pude contar.
Volviendo con las anátidas, parece que hay entrada de rabudos estos días. Esta jornada vi un macho solitario en las lagunas de la Casa del Parque pero sé que ayer mismo ya se ha visto algún buen grupo.
Este es el mío.

Los porrones moñudos hoy fueron 15 y, con ellos, 1 solitario porrón europeo.
Los estorninos pintos ya ocupan sus puntos de alimentación con el alboroto típico de estos pájaros.

Y el cielo se llena con las grandes "V" de gansos y grullas, sobre todo, en las primeras horas de la mañana y en las últimas de la tarde.
Ánsares comunes sobre Otero de Sariegos.

Grullas.

Por supuesto conté todos los tarros blancos que vi, arrojando una cifra final de 65 ejs.

Desde este día 25 hasta hoy (día 27) ha estado lloviendo. Aún desconozco la cantidad exacta pero cualquier gota es y será bienvenida.

sábado, 19 de noviembre de 2016

18/11/2016. Villafáfila a medio gas

Ayer hice una visita continua, de mañana y tarde, a la R.N. Lagunas de Villafáfila. Sin objetivos concretos salvo buscar un halcón que se vio a principios de semana y que podría ser un halcón sacre pero del que hay bastantes dudas o yo, al menos, las tengo.
Gran parte del día tuve la compañía de amigos como Nuria Álvarez-Acevedo -con su pequeña Zarza- o Pepe San Román.
La Reserva vuelve a pasar por un momento duro de sequía para el mes del año en el que estamos. Apenas han caído aquí 5l. lo que es muy insuficiente para lo que necesitamos que llueva y que el lugar este, como mínimo, decente para albergar una invernada como cabría esperar -tendrían que caer un mínimo de 40-50l.-. 
Se da la circunstancia además de que el primer censo de aves del invierno ha arrojado la cifra de 4.000 gansos. Este número es superior a lo que se venía registrando en estas fechas durante los últimos años. Parece ser que la cosa invernal se ha puesto dura en Escandinavia y empuja aves hacia el sur. Una pena que no tengamos agua para hacerles decidirse por invernar aquí.
Entre lo más interesante que he visto ha sido el número de tarros blancos. Conté todos los que me encontré -como siempre durante los últimos 6 inviernos-, dando una cifra final de 87 aves. Comparando esta cifra con los 5  últimos años en estas mismas fechas podemos ver que el tarro blanco no solo sigue cumpliendo sino que sigue aumentando su presencia en Villafáfila. Estos son mis números para mediados de noviembre: 64 ejs. (2011), 28 ejs. (2012), 78 ejs. (2013), 56 ejs. (2014) y 31 ejs. (2015). Y estos 87 individuos deberían ir a más pues el máximo de la invernada lo alcanzamos a partir de mediados de diciembre. Ayer había tarros blancos en los únicos puntos con agua: Salina Grande, Casa del Parque y laguna de San Pedro.
Sin duda la anátida más bonita de las que tenemos aquí.

En esta imagen se distinguen perfectamente dos aves adultas (izquierda y centro) y resto de aves de primer invierno.

Revisando bandos de gansos, tampoco tuve la fortuna de repasar muchos grupos salvo uno a primera hora, me encontré con un collar noruego. Según la base de datos de la Casa del Parque es su primera lectura aquí: B[LZ5]. Y, por cierto, el collar está puesto al revés; esto no afecta a la lectura de las dos letras pequeñas pero sí a la principal de la serie, la "L". Podéis verlo en la segunda foto.

Una de las noticias del día fue la aparición a primera hora de un dormidero importante de búhos campestres, con más de 20 ejs., en un lugar bastante accesible. Como me enteré cuando ya iba de camino decidí ponerlo en mi agenda del día. Cuando llegué al lugar había un coche con un fotógrafo cerca de allí y decidí pasar de largo, no sea que fuera a levantar la liebre y por mi culpa las aves sufrieran molestias. Soy consciente de que podría haber sido un fotógrafo con una ética exquisita pero son ya tantas decepciones que decidí dejarlo para más tarde.
Después de comer coincidimos con una persona y mis peores augurios se hicieron realidad. Este tipo, a pesar de venir de fuera, ya conocía la noticia del dormidero de aves y nos dijo que sobre las 12:00 h., es decir, una hora y pico después de haber estado yo solo y haber pasado de largo, había dos fotógrafos persiguiendo búhos en el lugar. Una vez más... ¡lamentable!
Nuria y yo pasamos por allí sobre las 16:00h. y solo pudimos ver un ave de las 20 que debía haber originalmente, la de la foto.

Además de 4000 ánsares, 1000 grullas, 87 tarros, y varios miles de otras anátidas (azulones, frisos, cucharas, cercetas comunes y silbones) pude ver otras cosas de interés. Limícolas por ejemplo (totales): combatiente (42), zarapito real (4), agachadiza común (21), correlimos común (28), aguja colinegra (5), andarríos grande (1) y avefrías europeas (+2000).
Y gaviotas: reidora (64) y sombría (3).
Una de las agachadizas en las lagunas de la Casa del Parque.

Además de las especies de anátidas citadas arriba, otras dos: porrón europeo (1) y porrón moñudo (12), números muy bajos.
Pareja de porrones moñudos.

Bonito macho de colirrojo tizón.

Un colega que me he echado las últimas visitas, un mochuelo europeo que vive en la Casa del Parque y que, desde hoy, bautizo como Pepe, en honor al biólogo del centro, amigo mío. 

Un par de zampullines comunes.

Y en cuanto a espectáculos que ofrece Villafáfila en estas fechas está la entrada de gansos y grullas a la Salina Grande a última hora del día. El de ayer fue tremendo pues vivimos un gran momento para disfrutar de ambas especies. Eso sí ¡abríguense mucho!

Me resultó curioso que ayer había gente buscando el ánsar chico que empieza a hacerse famoso. A mi me parece muy bien que vengan a verlo pero no lo entiendo. Es una gallinica de Dios. El problema es que, como nos temíamos cuando apareció en la Casa del Parque en septiembre, sale a comer por los campos de alrededor con los ánsares salvajes y ahí viene el lío. Porta anilla de colección en la pata derecha y está muy cojo así que, por favor, cada vez que vengáis y lo veáis hacedlo saber, que no haya gente que se mete muchos kilómetros y luego se entera de que es un escape, como pasó ayer. Aquí lo tenéis.

Y ahora una de un cafre común Homo cafrensis. ¿Qué la Salina Grande está seca? ¡Pues ya tengo mi atajo para no rodearla! Este tipo pasó por mi lado y, después de haberse saltado dos "Prohibido el paso" fue a hacer lo propio con un tercero a la otra orilla... ¡lamentable! Y por lo visto es de Villafáfila, o sea, es de un pueblo cuyo nombre es conocido internacionalmente por, precisamente, lo que él no cuida ni respeta. Así demuestra él el orgullo que siente por su pueblo.
A última hora de la tarde dos personas y un perro hacían lo mismo pero andando. Creo que va siendo hora de que la Guardería tome cartas en el asunto y haga respetar las normas, ya no solo las mínimas sino las impuestas por la Administración. En 8 horas allí no me cruce ni un solo coche de los agentes. Ya no digo que tengan que vigilar cada camino que, al fin y al cabo, mientras no se salga de ellos no se produce demasiado daño en estas fechas pero lo de circular fuera de ellos cuando miles de aves catalogadas lo están usando y hay señales que lo prohíben... ¡en fin!