La pasada madrugada tuve la oportunidad de volver a hacer una prospección de anfibios con el mismo recorrido, aproximadamente, y a las mismas horas que hace dos noches. Las condiciones meteorológicas eran diferentes, eso sí, lo que puede haber condicionado que cambien las observaciones. No llovía pero el ambiente era más fresco, con temperaturas de 4-5ºC. Básicamente han sido las mismas especies (esta vez solo tres) pero en números muy diferentes en dos de ellas.
Otra de las intenciones era poder fotografiar mejor que el otro día al sapo de espuelas ya que me quedó un poquito de mal sabor de boca por la foto que puse aquí. Las de hoy no son para tirar cohetes pero me gustan más.
Precisamente anoche el protagonista fue este anfibio ya que llegué a ver poco más de una docena de ejemplares (la noche anterior solo fue uno) en varios puntos de la vega del Duero y comarca toresana, términos municipales de: Toro, Valdefinjas, Venialbo y Matilla la Seca.
En estas dos primeras imágenes, lo que yo pensaba que era una hembra, basándome solo en el tamaño y la corpulencia pero, indicaciones de expertos herpetólogos zamoranos (Abel Bermejo y Gonzalo Alarcos), me dicen que es un macho debido al volumen de las patas delanteras que adquieren esa vigorosidad para amarrar fuerte a la hembra durante el amplexus.
Vista lateral.
Vista superior.
Y este es un macho también, algo más pequeño y no tan ancho como el anterior pero con las callosidades típicas preparadas para la freza.
Y algo con lo que me quedé con ganas el otro día, mostraros el motivo de porqué este animal se llama sapo de espuelas. Pues aquí tenéis una de sus famosas espuelas, la de la pata trasera izquierda. Tienen una en cada pata posterior y es esa callosidad negra.
Al igual que la madrugada del día 01, hoy he vuelto a ver un gallipato. Este es de la misma edad que el anterior, seguramente, y se encontraba cerca de la localidad de Villavendimio.
El sapo corredor fue mucho menos abundante que en la pasada prospección y solo vi dos atropellados, a diferencia de aquel día. Lo que si denoté fue una mayor actividad en charcas, lagunajos, cunetas con agua... etc. Ya que se oían cantar con intensidad, algo que no sucedió la pasada noche con lluvia.
Y otro protagonista de la noche, este erizo europeo. Hacía bastante tiempo que no me cruzaba en la carretera con un erizo que no estuviera atropellado y que, por desgracia, es lo normal. Este buscaba comida en las cunetas de una carretera cerca de Fresno de la Ribera. Gran labor de colaboración también la que hacen los erizos con los agricultores, manteniendo a raya a multitud de invertebrados que atacan de una manera u otra a los cultivos.
Aquí la vista derecha y detalle de la cabeza.
Y la vista izquierda. Aquí podemos apreciar que tiene unas buenas garrapatas sobre la oreja, algo que es común en todos los mamíferos salvajes a partir de estas fechas.
En cuanto a pájaros, vi varias lechuzas comunes y escuché un alcaraván común, mi querido pernil, en Matilla la Seca.