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viernes, 10 de abril de 2015

10/04/2015. Fauna nocturna

La pasada madrugada la comarca toresana explotó de vida después de las tan ansiadas lluvias. Y es que apenas ha llovido bien 3/4 días aquí en lo que llevamos de 2015. La cosa se empieza a tornar preocupante y, aunque llevamos dos días un poco aliviados, aún estamos muy lejos de poder dejar de preocuparnos. Al menos yo me preocupo. Seguro que el gremio de agricultores y ganaderos también lo está. Pero me consta que al gran público, el que no están relacionado de alguna manera con el campo, no se ha parado a pensar la situación que vivimos. A su casa llega agua, pues no hay que darle más vueltas a nada más...
La pasada madrugada, millones de seres que frecuentan la noche para hacer su vida, llenaban nuestros campos después de haber estado, muchos de ellos, ocultos en zonas frescas esperando, precisamente, días como estos en fechas como estas. Agua y primavera, creo que no hay mejor combinación para reactivar la vida en la naturaleza.
Anoche me dediqué a buscar y fijarme en esos seres que casi siempre pasan desapercibidos centrándome, principalmente, en los anfibios, siendo consciente de que la combinación de temperaturas suaves y lluvia los haría salir de sus encames. De este grupo animal pude detectar tres especies: sapo partero común, sapo corredor y sapo común.
De este último, os dejo unas fotos del más grande que me encontré.


Los sapos parteros eran especialmente abundantes y estaban especialmente activos hoy. Varios de ellos hacían honor a su nombre y portaban las puestas sobre sus ancas.

Otro grupo animal que está en la gloria en noches como esta son los gasterópodos, babosas y caracoles. Literalmente, miles de ellos ocupan carreteras, pistas, sendas, praderas, acequias, canales... Y ha sido una buena oportunidad para intentar identificar a alguno de estos pequeños y entrañables seres que habitan entre nosotros y que, a alguno de ellos también, solo se les hace caso si van acompañados de una deliciosa salsa picante.
Primero os presento a Limax flavus, llamada babosa amarilla. Es una de las más comunes en nuestra región geográfica y muy familiar para todos, ya que está asociada a los medios humanizados.

Este es Helix aspersa, caracol común o caracol de jardín. ¡Qué deciros de él que no sepáis!

Este es Rumina decollata, conocido vulgarmente como caracola. Es un caracol omnívoro y ¿adivináis cual es una de sus presas favoritas? Pues el de arriba... Tanto es así que, a pesar de que es un caracol autóctono de la cuenca mediterránea, ha sido exportado a lugares como EEUU como parte de la lucha biológica contra el caracol común en los lugares en que forma plagas.

Y el cuarto de la noche, Cepaea nemoralis, cuyo nombre común es caracol moro. Ya os imagináis su distribución, también mediterránea, llegando a Egipto. Su caparazón es muy variable en cuanto al diseño presentando, normalmente, rayas negras pero que pueden perderse del todo, como es el caso del de la foto. Fue el único de esta especie que encontré en toda la noche. A ver si otro día doy con un ejemplar tipo.

Para identificar a las 4 especies anteriores he tenido la ayuda del magnífico "bichero" toresano Abel Bermejo.
En cuanto a aves pude ver dos nueva para mi, que habrán llegado con la estación, autillo y martinete. Del primero oí 4 ejs. y pude ver uno, en un soto cerca del Duero y, al segundo, lo sorprendí con la linterna pescando y haciendo honor a su nombre en inglés (black-crowned NIGHT HERON) o, incluso, podríamos decir que a su nombre científico en latín (Nycticorax = cuervo de la noche).
De mamíferos tampoco estuvo mal. A parte de liebres ibéricas, conejos, ratones de campo y varios zorros, pude ver un precioso y enorme tejón. Bueno, en realidad, pude ver dos ya que, una hora después, me encontré uno recién atropellado entre Pinilla de Toro y Pozoantiguo. Era una hembra, muy vieja según lo redondeado de sus colmillos, apenas existentes ya. Y, lo peor, debía de estar criando por el tamaño que presentaban sus mamas. Una auténtica pena.
Otro de esos "daños colaterales" de nuestro progreso.


En días anteriores no he tenido demasiadas observaciones de interés desde mi última entrada aquí, salvo algunas del día 08. En Coreses hay una pareja más de cercetas carretonas y ese día pude ver mi primera garza imperial del año, en Timulos (Toro).

jueves, 25 de septiembre de 2014

Sapo corredor para una lección

Ayer por la tarde la pasamos, mi pequeño Diego y yo, en la gravera rehabilitada de Villaguer (convertida hoy en día en una preciosa laguna, después de la explotación minera), en el t.m. de Toro. Ornitológicamente la cosa estaba muy parada pero el contacto con la naturaleza de un niño de casi 6 años es primordial en su educación.
Por suerte tuvimos un pequeño amigo que nos sirvió de entretenimiento e hizo que el pequeño se trajera a casa nuevas imágenes y nuevas emociones que, sin duda, enriquecerán su conciencia ambiental.
Sorprendimos a un sapo corredor, Epidalea calamita, haciendo el cambio de posición antes de que llegara la noche y esto me permitió contarle algunas cosas sobre estos bellos seres.
Le dije que era uno de las tres especies de anfibios mejor distribuidos por la provincia de Zamora, junto a la rana común Pelophylax perezi, el sapo común Bufo bufo y el tritón jaspeado Triturus marmoratus. También le conté que se alimenta de invertebrados, de "bichos", por lo que es un gran aliado del ser humano, en especial, del agricultor y el ganadero pero que, por culpa de las historias sin fundamento ni rigor científico, se había labrado una mala fama alrededor de estos inofensivos animales que llevaban, a otros animales de dos patas, a acabar con su vida cada vez que se cruzan con uno. Ignorancia pura y dura. Una de esas cosas, basadas y justificadas por la tradición, que las nuevas generaciones debemos erradicar de raíz. Mi niño acabó con esa tradición (o mito) ayer mismo, con 5 años y medio.
Os dejo unas fotos que le hicimos.




De aves, solo notas fenológicas. Mi primer bisbita común del año y las que podrían ser algunas de las últimas observaciones de: tórtola europea, alcaudón común y águila calzada...

jueves, 4 de abril de 2013

04/04/2013. Más anfibios y un erizo


La pasada madrugada tuve la oportunidad de volver a hacer una prospección de anfibios con el mismo recorrido, aproximadamente, y a las mismas horas que hace dos noches. Las condiciones meteorológicas eran diferentes, eso sí, lo que puede haber condicionado que cambien las observaciones. No llovía pero el ambiente era más fresco, con temperaturas de 4-5ºC.  Básicamente han sido las mismas especies (esta vez solo tres) pero en números muy diferentes en dos de ellas.
Otra de las intenciones era poder fotografiar mejor que el otro día al sapo de espuelas ya que me quedó un poquito de mal sabor de boca por la foto que puse aquí. Las de hoy no son para tirar cohetes pero me gustan más.
Precisamente anoche el protagonista fue este anfibio ya que llegué a ver poco más de una docena de ejemplares (la noche anterior solo fue uno) en varios puntos de la vega del Duero y comarca toresana, términos municipales de: Toro, Valdefinjas, Venialbo y Matilla la Seca.
En estas dos primeras imágenes, lo que yo pensaba que era una hembra, basándome solo en el tamaño y la corpulencia pero, indicaciones de expertos herpetólogos zamoranos (Abel Bermejo y Gonzalo Alarcos), me dicen que es un macho debido al volumen de las patas delanteras que adquieren esa vigorosidad para amarrar fuerte a la hembra durante el amplexus.
Vista lateral.

Vista superior.

Y este es un macho también, algo más pequeño y no tan ancho como el anterior pero con las callosidades típicas preparadas para la freza.

Y algo con lo que me quedé con ganas el otro día, mostraros el motivo de porqué este animal se llama sapo de espuelas. Pues aquí tenéis una de sus famosas espuelas, la de la pata trasera izquierda. Tienen una en cada  pata posterior y es esa callosidad negra.

Al igual que la madrugada del día 01, hoy he vuelto a ver un gallipato. Este es de la misma edad que el anterior, seguramente, y se encontraba cerca de la localidad de Villavendimio.

El sapo corredor fue mucho menos abundante que en la pasada prospección y solo vi dos atropellados, a diferencia de aquel día. Lo que si denoté fue una mayor actividad en charcas, lagunajos, cunetas con agua... etc. Ya que se oían cantar con intensidad, algo que no sucedió la pasada noche con lluvia.

Y otro protagonista de la noche, este erizo europeo. Hacía bastante tiempo que no me cruzaba en la carretera con un erizo que no estuviera atropellado y que, por desgracia, es lo normal. Este buscaba comida en las cunetas de una carretera cerca de Fresno de la Ribera. Gran labor de colaboración también la que hacen los erizos con los agricultores, manteniendo a raya a multitud de invertebrados que atacan de una manera u otra a los cultivos.
Aquí la vista derecha y detalle de la cabeza.


Y la vista izquierda. Aquí podemos apreciar que tiene unas buenas garrapatas sobre la oreja, algo que es común en todos los mamíferos salvajes a partir de estas fechas.

Es la primera vez que puedo enseñaros a este mamífero en el blog, la única especie de erizo que tenemos en Zamora (en España hay dos). Y se ha portado muy bien, además, para lo tímidos que suelen ser. Seguramente fuera un veterano...
En cuanto a pájaros, vi varias lechuzas comunes y escuché un alcaraván común, mi querido pernil, en Matilla la Seca.

lunes, 1 de abril de 2013

01/04/2013. Tiempo de anfibios

Hemos pasado por dos años, aproximadamente, de una acuciante sequía en nuestro país a nivel general y en esta zona de España en particular. Todos nos hemos quejado de lo seco del paisaje, los arroyos sin agua durante más de un año, laguna vacías, embalses bajo mínimos, campos sin flores en primavera, polvo constante en el ambiente y calor fuera de fecha... Pero, por suerte, todo esto se ha revertido aunque, como dice el refrán, "no siempre llueve a gusto de todos" y hay muchos que ya se quejan del mes de marzo que hemos pasado, el más lluvioso en décadas por aquí.
Pero nosotros, si tenemos falta de agua podemos suplirla con cierta facilidad en nuestro día a día. Si tenemos sed, abrimos el grifo o la botella. Si queremos bañarnos nos metemos en la ducha o en la bañera o, incluso, nos hacemos cientos de kilómetros (en nuestro caso desde aquí) hasta una playa. Pero pocas veces pensamos en todos los seres que, obligatoriamente, depende del agua sí o sí para sobrevivir y realizar varias de sus tareas vitales, no solo para beber o asearnos, como es nuestro caso.
Varios de estos grupos animales están tan ligados al agua que solo deciden moverse fuera de ella o desplazarse de un humedal a otro en noches como estas de la primavera incipiente, cuando la humedad es tan alta gracias a las incesantes lluvias y la temperatura ya va siendo suave durante toda la noche, gracias a los vientos de componente suroeste que se está manteniendo durante días y que hacen que las temperaturas nocturnas no bajen de los 7-9ºC.
Con estas condiciones, la pasada madrugada aproveché a prospectar varias zonas de la comarca toresana en busca de anfibios, y no se ha dado nada mal, observando 5 especies. A algunos sitios he llegado gracias a las indicaciones de un gran herpetólogo local, Abel Bermejo, al que podéis seguir en su blog. Es un lujo, la verdad, tener tantos aficionados a varias disciplinas diferentes de la biología en una provincia tan pequeña como esta.
La especie que más he registrado la pasada noche ha sido el sapo corredor ya que, junto con la rana común, es el anfibio más abundante y mejor distribuído de la provincia de Zamora. Eso sí, la mayoría de las observaciones han sido de ejemplares atropellados en la carretera, lugares por los que transitan estos días en busca de frezaderos en forma de pequeños charcos, fuentes, cunetas inundadas, pilones, abrevaderos de ganado o cualquier zona acuática que cumpla unos mínimos donde un macho y una hembra puedan realizar su puesta. Aún así, habré visto cerca de la cincuentena de ejemplares en total, en términos municipales de Toro, Villavendimio, Peleagonzalo, Valdefinjas, Fresno de la Ribera, Matilla la Seca y Pozoantiguo. Dejo un par de fotos de esta especie.


De las otras 4 especies que observé, solo lo hice de un ejemplar cada uno en tres de ellas. La otra fueron unos renacuajos de sapo partero común en una fuente tradicional de una localidad cercana a Toro, pero solo  4 ejs.
Del resto, la que más ilusión me hizo fue un gallipato, en la carretera que une Fresno de la Ribera con Matilla  la Seca. Hacía ya muchos años que no podía disfrutar de este urodelo, uno de mis favoritos y al que más cariño le tengo de todos. Es una especie con la que he convivido desde pequeño ya que en el pueblo de mi madre era relativamente común en pozos, lagunajos y otras superficies acuáticas. Incluso en el pilón de la huerta de mi abuelo los teníamos. La provincia de Zamora está en el límite norte de su distribución mundial (Península Ibérica y noroeste de Marruecos) y, además, se encuentra bien representado.

Otro anfibio curioso y que podemos observar con relativa facilidad en la provincia de Zamora es el sapo de espuelas, aunque ayer solo vi uno. A este anfibio se le conoce más por ser el más grande de todos los renacuajos que por su estado de adulto, cuando se vuelve más difícil de detectar.

Y el conocido por todos, sapo común, que aquí es mucho más escaso que el sapo corredor. No voy a contar nada que no conozcáis ya sobre este animal rodeado de mitos y leyendas (todas y cada de ellas falsas) y que le cuesta a la especie miles de víctimas al año en un país tan retrasado y con una cultura ecológica en pañales como este nuestro. Para mi es un animal bellísimo y siempre es un gustazo encontrarse con uno. Además, no hay dos iguales (...o yo veo muy pocos). Para muestra, la foto del de anoche.
Recordemos que todos y cada uno de estos animales son muy, muy vulnerables. Los anfibios son los seres que más están sufriendo las consecuencias del maltrato al que sometemos nuestros campos. Ellos sufren por los herbicidas que esparcimos por los cultivos, las cunetas y, en las fuentes, por la manía que tienen la mayoría de los agricultores de lavar allí sus cubas después de sulfatar algo y que, RECUERDO, está totalmente prohibido y acarrea graves sanciones económicas.
Además sufren por la pérdida y destrucción de una atmósfera limpia y equilibrada ya que ellos son especialmente sensibles al respirar también a través de su piel.
En las últimas décadas han aparecido una serie de plagas en forma de hongos que están acabando con ellos y dejándonos sin sapos, ranas y tritones en nuestros campos.
También quiero recordar que estos animales se alimentan de invertebrados (insectos y "bichos") y que, muchos de ellos, son supuestos enemigos de la agricultura así que, SEÑOR AGRICULTOR, cada vez que mata un sapo con su azada o atropella uno con su coche a posta, está tirando piedras contra su propio tejado ya que ese sapo, si lo dejara vivir, se alimentaría de decenas de miles de invertebrados dañinos para sus cultivos. Son un insecticida natural muy eficaz y, además, gratuito.
Y, por último, estas especies están todas protegidas por la Ley. Matarlas, capturarlas (vivas o sus restos) o maltratarlas está penado con gravísimas sanciones. No se pueden manipular sin un permiso especial que concede la Administración.
Así que ahí los tenemos para buscarlos, observarlos y aprender de ellos, no para obligarlos a desaparecer.