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martes, 16 de mayo de 2017

13/05/2017. Los últimos sisones

Amanecí en Villafáfila con un día gris y muy fresco para las fechas en las que estamos, después de una semana de borrascas encadenadas que me habían dado la esperanza de encontrarme con unas lagunas que se hubieran visto reforzadas por el agua nueva. 
Lamentablemente esta idea se desvaneció en cuanto me acerqué a la primera orilla y, si bien es cierto que se nota levemente el impacto de las lluvias, estamos aún a años luz de hablar de recuperación. La sequía sigue siendo acuciante.
Esto unido al viento del sur que hemos tenido durante varios días seguidos ha dejado la escasa lámina de agua limpia de aves. Pagazas piconegras, gaviotas reidoras, avocetas y cigüeñuelas han abandonado el lugar y han desistido de criar este año en la Reserva. Así mismo, seguramente, otras especies como tarros blancos y otras anátidas han debido abortar la reproducción.
En cuanto enlacemos varios días de temperaturas altas ya solo quedará tierra. En la siguiente imagen el aspecto de la Salina Grande. La lámina es una ilusión pues no llega ni el centímetro de profundidad. La verdad es que las condiciones para limícolas son ideales pero, como ya he dicho, el empuje que han debido de tener estos días los han hecho pasar de largo de este lugar.

Estos son los números que acumulé censando limícolas, para que sirva de fotografía del panorama que vivimos: cigüeñuela común (1), avoceta común (11), avefría europea, chorlitejo grande (76), correlimos común (1) y archibebe común (5). Las cifras lo dicen todo pero es que si sigo: gaviota reidora (5), pagaza piconegra (0)... Para comparar con un año normal de cría, deberíamos de tener ahora mismo unas 1000-1200 aves solo entre pagazas, cigüeñuelas, avocetas y gaviotas reidoras, formando una inmensa colonia mixta de cría.
Este pajarillo es el único atisbo de reproducción del que disfruté el pasado sábado. Un juvenil recién salido del nido de tarabilla común.


Con esta decepción decidí dejar las lagunas enseguida e irme a tomar el pulso a las especies esteparias. El tufillo a fracaso absoluto también es extrapolable a esta comunidad de aves. Aquí el problema no es solo que suframos una importante sequía. Aquí el problema es aún mayor, más generalizado y más preocupante. Y es que los campos de labor se están convirtiendo en grandes polígonos industrializados para un mayor rendimiento productivo que están acabando con todo tipo de vida a base de fertilizantes, biocidas "multitarea", labores no tradicionales y políticas agrarias por parte de la Administración que justifican la masacre de todo tipo de vida, sobre todo, contra la base de la pirámide trófica. Si dejamos este hábitat sin ningún tipo de insectos, roedores y otros pequeños vertebrados -por el uso de venenos- y sin una amplia gama de semillas -por el uso de herbicidas- que no sean en exclusiva las destinadas al consumo humano, la cadena se rompe y, a partir de ahí, desaparecen todos los consumidores de la misma, desde los animales herbívoros hasta los depredadores que se alimentan de estos. Alondras, terreras, calandrias, perdices, codornices, bisbitas campestres, sisones, mochuelos, aguiluchos cenizos, cernícalos primillas, liebres, zorros, comadrejas, etc... están siendo masacrados o desplazados de nuestros campos. Creo que es hora de cambiar las políticas agrarias desde la propia base y que la Administración es la gran responsable del declive natural que estamos sufriendo. Además es muy probable que para algunas especies sea demasiado tarde y las estemos perdiendo ya para siempre.
Con este panorama tan pesimista pero, a mi juicio, realista, me dispuse a disfrutar de lo poco que nos queda. Por suerte algunas especies emblemáticas sobreviven en parches que aún conservan su equilibrio natural. Así me acerqué a un punto donde desde hace años he disfrutado de uno de estos pájaros, el sisón.
Tuve la "suerte" de poder ver hasta 11 ejemplares. Digo suerte porque hasta no hace mucho era mucho más seguro el poder ver y oír a los machos de sisón entonando su discreto y monótono reclamo desde lo más profundo de los campos de alfalfa y cereal de secano, pues eran más abundantes. Así que, una vez que dí con este corrico, tiré un buen rato con ellos. Aquí os dejo unas imágenes de un precioso macho adulto en parada nupcial, para otro día un vídeo.

Una bonita hembra.

Otro macho en un alto vigilando a los competidores.

Y este vigilando al de arriba.

Macho persiguiendo a una hembra.

Después de alimentar mi enthousiasmós entre sisones decidí volver a buscar agua -siempre vuelvo al agua- y me fui a las riberas del Esla entre Granja de Moreruela y Santa Eulalia de Tábara, con paradas en el puente Quintos y en el propio azud de Santa Eulalia, además de echar un ojo aguas abajo de la presa.
Lo más interesante aquí apareció en forma de una de las aves más bellas de todas las que se reproducen en Zamora y que no es nada común por esta zona en estas fechas, la cigüeña negra. Esta apareció de la nada y, después de dar un par de vueltas en círculo sin decidirse a bajar al río, se marchó desapareciendo como el fantasma que es.

Conté un total de 3 garcetas grandes. Una de ellas la de la foto.

Y así hasta un total de 58 especies de aves de las que pude disfrutar en este maravilloso lugar. Muchas de ellas representantes del monte mediterráneo como el espectacular abejaruco. Uno de los que vi, el de la foto.

Nos están matando nuestra fauna de manera silenciosa y sibilina... Y no es nadie de fuera, son los nuestros.

viernes, 31 de marzo de 2017

29/03/2017. Anillamiento y Temminck. Jornada 2 de primavera


El pasado día 29 realizamos la segunda sesión de anillamiento de este paso prenupcial-primaveral en la Casa del Parque de la R.N. Lagunas de Villafáfila por parte del GIA -Grupo Ibérico de Anillamiento-. También la hicimos de mañana como la anterior, abriendo las redes a las 07:00 h. y cerrándolas sobre las 14:00 h.
Anillamos un total de 37 aves e hicimos 2 autocrontroles, de 10 especies diferentes: 
Petirrojo: 13 + 1 aut.
Zorzal común: 1
Mosquitero común: 8
Mosquitero musical: 5
Mosquitero ibérico: 1
Ruiseñor bastardo: 1 aut.
Curruca capirotada: 2
Curruca carrasqueña: 1
Verderón común: 5
Jilguero: 1
Las sesiones de primavera aquí son un poco pobres pero siempre nos deparan alguna sorpresa.
Sin duda el pájaro más guapo de la mañana fue este macho de curruca carrasqueña. Para otro día ya hablaremos del asunto Sylvia inornata/cantillans/subalpina. Esta sería la recientemente descrita por algunos autores como nueva especie para la Península, Sylvia inornata, pero hasta que no haya un tema claro, oficial y asumido aquí, seguirá siendo Sylvia cantillans.

Macho de curruca capirotada, la primera del año.

Y la hembra.

Uno de los bonitos mosquiteros musicales.

Y el primer verderón común que cogemos esta primavera. Pájaro espectacular visto así de cerca.

Pero también hubo muchas cosas de interés fuera de las redes y es que, la Casa del Parque, ofrece buenas oportunidades en primavera, con su cóctel de lagunas y vegetación frondosa (que escasea en los alrededores).
Lo mejor fue un correlimos de Temminck que apareció en el mismo punto que el del día 10. En un principio creo que es un ejemplar diferente pues aquel estuvo solo un día y luego se buscó infructuosamente durante varias jornadas. Pero comparando las fotos de ambos ejemplares, la verdad, es que se parecen mucho -aunque no hay buenas fotos de ninguno de los dos-. 

El lugar estaba animado en cuanto a limícolas, con 9 especies. Además aquí se pueden disfrutar a una distancia bastante corta lo que hace que me convierta en un "disfrutón".
Bonito macho de combatiente.

Archibebe común.

La espectacular cigüeñuela común.

Agachadiza común, en primer plano.

Chorlitejos chicos.

Además tuve la ocasión de ver mi primer torcecuello del año mientras se alimentaba de hormigas por el suelo.

A primera hora teníamos una espátula adulta que debió pasar allí la noche.

Y también apareció la primera garcilla bueyera del prenupcial.

Tuve un rato para controlar los porrones de los que sigue habiendo buenos números de ambas especies: porrón europeo (57) y porrón moñudo (31). Con ellos había un zampullín cuellinegro.
Porrones moñudos.

lunes, 20 de junio de 2016

18/06/2016. Garcilla cangrejera en Santa Eulalia

Por fin una jornada de pájaros. 
Llegado junio hay que empezar a madrugar bastante. Aquí hace mucho calor a partir de este mes y, si vas a ver aves, solo son aprovechables dos tramos del día. Desde el amanecer hasta eso de las 11:00 y, por la tarde, a partir de las 19:00 hasta que anochezca del todo. El resto de la jornada solo es aprovechable en zonas muy frescas o para perseguir mariposas, libélulas o reptiles. 
Pero, por suerte, en este día estamos saliendo de jornadas de borrascas, por lo tanto, estuvo bastante agradable hasta eso de las 13:00 horas.
Así mi amigo Manuel Rodríguez ya estaba en la puerta de mi casa a las 07:00 a.m. y sobre las 07:30 estábamos en la orilla de la Salina Grande, en Villafáfila. Con poca fe para ver novedades -es el mes que menos me gusta para este lugar- nuestra única intención era palpar como iba la reproducción, sobre todo, de las especies más escasas. Visitamos la Salina Grande, Barillos, La Rosa y La Fuente. Todas tienen bastante agua y pájaros. 
Vimos los primeros pollos de zampullín cuellinegro, tarro blanco, gaviota reidora, pagaza piconegra, ánade friso, ánade azulón, cuchara común, etc. Nos llamó la atención que a pesar de permanecer a estas alturas unas 10 parejas de somormujo lavanco en la Salina Grande, teniendo unas condiciones ideales para ellos, no hayan criado. Recordemos que esta especie se comporta aquí, genéricamente, como un migrador nada más, apareciendo en ambos pasos, sobre todo, el prenupcial.
Entre otras cositas de interés, vimos 5 cercetas comunes (¿primeras del postnupcial?) y 1 espátula común. Así que con este panorama, pusimos rumbo a las riberas del Esla para revisar la orilla de Santa Eulalia de Tábara, el puente Quintos y entre la presa del azud y la desembocadura de La Burga.
Aquí sí lo pasamos bien. Tuvimos un montón de observaciones interesantes y quedó inaugurada, oficialmente, la temporada de buscar especies acuáticas en las colas del embalse de Ricobayo. Es un lugar ideal para acudir en verano, entre junio y septiembre, como sucedáneo de Villafáfila -aunque este año tendrá agua bastante tiempo, así que veremos-.
Desde el puente Quintos vimos como más interesante: garceta común (3), garceta grande (1), martinete común (2 ads.) y garza imperial (1 ad.).
Estas dos últimas especies son colonizadores recientes del río Esla en Zamora. La garceta común fue, sin duda, una de las especies estrella de la mañana, por sus números.
Aquí uno de los primeros ejemplares que vimos, desde el puente Quintos, desde la orilla de Granja de Moreruela.

Después, en la desembocadura de La Burga, con varios pescadores ya a esas horas, anotamos otras 9 garcetas comunes más, 28 garzas reales y 33 avefrías, entre otras cosas. Todo el embalse de Ricobayo es un sumidero de las avefrías que han criado en los alrededores, Tierra de Campos principalmente, y pasarán aquí todo el verano llegando a formar importantes bandos estivales.
Algunas de las garcetas comunes de La Burga.

Y aquí una con garzas reales, pescando alburnos. Cerca se levantó un grupo de unos 50 cormoranes.

Pero, sin duda. la mejor parte estaba por llegar. Hicimos dos paradas más en la zona, la primera en la parte más ancha del río y, la segunda, frente a una línea de sauces en medio del cauce. Sobre todo en este último lugar nos esperaban importantes sorpresas. Especialmente, dos de ellas.
Localizamos un adulto de garcilla cangrejera que se movía por el extremo izquierdo de la sauceda. No es la primera observación en el lugar, hay otra del año pasado de primeros de junio. Conseguimos unas fotos testimoniales pero de muy baja calidad por la distancia y la falta de tiempo -fue justo al final de la mañana, antes de tener que irnos-.

A pocos metros de la garcilla cangrejera vimos 3 espátulas. Esto, en principio, entra dentro de lo normal pero lo mejor fue lo siguiente. Dos de ellas entraban y salían constantemente de la línea de sauces (donde ya hay instalada una pequeña colonia mixta de ardeidas). Lamentablemente no pudimos comprobar si había un nido o no pero, desde luego, tiene toda la pinta. Habrá que estar muy atentos. Sería la primera vez que la especie se reproduce en la provincia de Zamora, que sepamos. Este es uno de los miembros de la pareja.

Y la mañana, sin duda, estaba para las ardeidas. Además de la cangrejera estos fueron los números de este lugar respecto a esta familia de aves: garceta grande (5), garceta común (11), garcilla bueyera (1p. con nido), garza real (sin contar, decenas) y martinete común (1jov.+2ads.). A esto habría que sumarle lo que vimos en el puente Quintos en la primera parada y podríamos decir que hemos visto en un rato casi todas las garzas reproductoras de España -faltarían el avetoro y el avetorillo-, 7 especies de 9 posibles.
Además pudimos disfrutar 2 gaviotas patiamarillas (3ºcy + 2ºcy.) que se movían junto a una gaviota sombría (2ºcy). Algunos ejemplares de patis pasarán el verano por este embalse. En la imagen, el 3ºcy (derecha) y la sombría (izquierda).

Dos garcetas grandes en primer plano y, si os fijáis bien, en la parte superior izquierda se ve un punto blanco a lo lejos, pues ese punto también era una garceta grande.
Otros pájaros de interés aquí fueron: alimoche común (1ad.), avefría europea (97) y cerceta común (2). Pero, vamos, el sitio está lleno de patos (ya un par de centenares) y bastantes gaviotas reidoras. Por supuesto, en el monte que jalona sus orillas, el compendio habitual de especies mediterráneas.

viernes, 29 de enero de 2016

28/01/2016. Al vertedero a gaviotas

Ayer hice una visita al CTR (Centro de Tratamiento de Residuos) de Zamora. Estuve hace unas semanas pero no había apenas aves en aquella ocasión. Después de estas estupendas lluvias que nos ha dejado enero, se ha formado una gran charca en uno de los lados de la planta y, creo, esto ha sido determinante para la permanencia allí de gaviotas.
Lejos quedan los buenos números de láridos que había a principios de este siglo pero, con lo que hay ahora, da para entretenerse al menos, aunque en mi visita de ayer no me lo permitieron. Creo que debemos irnos haciendo con los horarios de estas aves tan rutinarias que, sin duda, están adaptadas a los del vertedero. Y ese, precisamente, ha sido el problema de ayer. El rato que estuve allí no dejaban de llegar camiones con carga lo que hacía que el movimiento de aves fuera constante desde donde yo estaba.
Me situé junto a la charca donde bajan a beber y limpiarse con la esperanza de que se detuvieran en la orilla lo que me permitiría poder ver a los ejemplares con detenimiento y buscar anillas de pvc. Nada más lejos de la realidad. Bajaban a beber, un pequeño baño y vuelta al vaso de la planta a buscar alimento. Además lo hacían posándose en el agua por lo que apenas pude revisar unas patas y, además, solo estaban los segundos necesarios. Pepe Barrueso tuvo más suerte que yo hace unos días, podéis verlo en su blog.
Solo algunos ejemplares salían del agua...

...y aguantaban un poco más pero, de estas, ninguna poseía anillas ni fue de ninguna otra especie que no fuera gaviota sombría o reidora. Pero hay que aprovechar estos momentos para ver gaviotas detenidamente ya que es de los pocos sitios donde podemos verlas de cerca en toda la provincia.
Aquí dos preciosos adultos de gaviota sombría rodeados de reidoras.

Y un ejemplar de primer invierno (1ºw) que, a pesar de su corta vida, ya ha perdido la pata derecha.

Lo único de interés que pude llevarme a los prismáticos fue una fugaz gaviota patiamarilla de 1ºw también que apenas estuvo unos segundos sobre el agua y que no me dio tiempo ni a fotografiar. 
Con esta foto podréis haceros una idea de lo que os digo. Bajan, beben y se bañan y vuelta al vaso.

Gaviotas reidoras adultas y de 1ºw (2ºcy.).

Hay un pequeño campo cercano donde las reidoras aguantan un poco más entre camión y camión de basura pero, lamentablemente, tampoco se le ven las patas. Fijaros lo que hay en el suelo a la izquierda de estos cuatro ejemplares.

Es un estornino pinto con plumas blancas. Esto es una supuesta aberración cromática pero que le da al pájaro una singularidad única.

Tuve que esperar un poco a que saliera del surco en el que estaba descansando para poder mostraros al ave entera.

Entre bajada y bajada de las gaviotas, me entretuve con los bonitos gorriones morunos.


Unas 200 cigüeñas blancas eran las dueñas del cotarro.

Y también se alimentan en el lugar entre 40-60 garcillas bueyeras.

Una pequeña muestra de la marabunta que se forma cuando garcillas, grajillas, cuervos, milanos reales, gaviotas y cigüeñas, levantan el vuelo a la vez.