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lunes, 16 de enero de 2017

De Big Year en este 2017

Para este 2017 me he vuelto a buscar una excusa para esforzarme y darle dinamismo a mis salidas ornitológicas. No es que necesite ningún empujón para salir al campo precisamente pero me gusta irme imponiendo nuevos retos.
Ya he participado en el Big Year en varias categorías -local patch, provincial...- en años anteriores y, después de tomarme el 2016 como año sabático, vuelvo a la carga en la categoría de Comunidad Autónoma participando, lógicamente, por Castilla y León.
Entre los retos que me he impuesto están, por ejemplo, visitar todas las provincias de la región y llegar en mi lista total de CyL a las 300 sps -algo fácil, supongo, pues actualmente tengo 299-.
No sé cuantas especies de aves se podrán ver en un año en mi Comunidad pero creo que rondar las 260 estaría bastante bien, así a ojo. Iremos viendo.
En los primeros días del año las salidas al campo son muy gratificantes pues vas sumando constantemente todo el elenco de especies "básicas". Es importante quitarse todas las máximas posibles en el primer mes y medio antes de que empiecen a llegar las primeras estivales y dejar las mínimas posibles para el segundo periodo invernal a partir de finales de octubre.
En la imagen un acentor común en la ribera del Duero en Toro, Zamora.

La diversión absoluta de algo así es cuando lo hace un grupo de gente amplio. Siempre que la cosa no desmadre y el pique sea sano, es divertido seguir las estrategias del resto de participantes y las actualizaciones diarias de sus listas. 
Para ello se han editado una serie de listas en la web Reservoir Birds (incluida una para Castilla y León llamada "Castilla y León 2017") donde puedes publicar tus actualizaciones y controlar el ranking puntualmente. Lo único que tenéis que hacer es crearos vuestro perfil -si no lo tenéis ya- y añadir la lista que deseéis en él de todas las que hay en el archivo de la web que son muchas, desde la lista mundial hasta varias listas muy locales.
Otra especie que he sumado estos primeros días del año, el pico menor.

Ayer visité la laguna de La Nava, en Fuentes de Nava, Palencia. El objetivo principal era intentar localizar, ver, disfrutar y, finalmente, anotarme para el Big Year las especies de gansos más raras y escasas para no dejar pasar la oportunidad. Además, siempre, en estas primeras semanas vas sumando las especies comunes alrededor de los objetivos. En La Nava, por ejemplo, tenía tres objetivos principales -de los que solo cumplí dos- pero en total sumé 8 especies.
Uno de ellos era este ánsar campestre.

También disfrutamos de un grupo de 17 barnaclas cariblancas aunque este gansito ya lo había visto a primeros de mes en Salamanca.

Y la segunda especie objetivo del día era otro anseriforme, el ánsar careto, de los que vimos 9 individuos en total (6+1+2).

Luego cayeron cosas como: pájaro moscón, buitrón, bisbita alpino, búho campestre... Yo las llamo "especies colaterales", no hay que ir a buscarlas pero en la suma final cuentan por 1 y hay que verlas.
La Nava estaba muy chula, como casi siempre. Al ser domingo había bastantes pajareros con los que echar un rato de charla y unas risas, así que el día fue estupendo y completo. Personalmente me cuesta mucho ir ya que tengo, aproximadamente, las mismas especies que en Villafáfila. Pero prometo visitarlo más, sobre todo, este año.
Hay un mínimo de 10 garcetas grandes, más de 140 cigüeñas blancas, cientos de anátidas con todas las especies de superficie representadas, decenas de aguiluchos laguneros que forman un precioso espectáculo a última hora de la tarde cuando entran a dormir... y hasta un águila perdicera que lleva semanas pero que no se dejó ver ayer.
Las garcetas.

viernes, 28 de octubre de 2016

El busardo moro de Ávila y otros apuntes

El pasado 14 de octubre Marcos Díaz descubrió un busardo moro Buteo rufinus en una pequeña localidad del noroeste abulense llamada Blascomillán, a orillas del río Almar, pequeño afluente del Tormes y dentro de la cuenca del Duero.
En El Pernil no suelo hacer publicaciones de fauna de fuera de Zamora pero como no tengo nada nuevo que contaros os hablaré de este precioso ave. Al fin y al cabo solo está a 40,14 km., en línea recta, del límite con mi provincia.
Resulta que yo nunca había visto esta especie en España así que era una oportunidad de oro para rendirle pleitesía. El ave aguanta en el lugar, a día de hoy, apenas moviéndose en 300 metros de apoyos eléctricos y se porta muy bien, por lo que es altamente disfrutable. De momento no ha sufrido molestias salvo un par de días que ha sido volado insistentemente por algunos fotógrafos.
Es el tercer busardo moro en Castilla y León de este año 2016, después de uno en Burgos en agosto y de otro en Zamora en septiembre. De todos ellos hablaré en el, ya tradicional, resumen anual que haré aquí y que será publicado a principios de enero.
Unas fotos de esta belleza.

Lo mejor del momento es haberlo disfrutado con mis amigos Víctor, Pepe, Nuria y Miguel. 
Volviendo de allí paramos en un rinconcito precioso de la comarca de La Guareña, ya en Zamora, y pudimos ver un adulto de águila imperial ibérica, eso sí, a mucha distancia.

Allí también apareció un joven de águila real acosado por milanos reales. Cerca, en un barbecho, un bonito grupo de unas 200 palomas zuritas, con algunas decenas de torcaces infiltradas, se alimentaban tranquilas. No recuerdo cual es el bando más numeroso de esta especie que he visto últimamente pero, muy probablemente, será este. La paloma zurita es una de esas especies que se nos está yendo entre los dedos, sin darnos cuenta. Es una pena la cantidad de especies de las denominadas "poco emblemáticas", "demasiado comunes" o "poco mediáticas" que están desapareciendo a pasos agigantados. Parece que si no te apellidas "imperial", "real", "ibérica", "cantábrico"... no tienes derecho a que se fijen en ti. Pero si no actuamos pronto es probable que nos quedemos sin palomas zuritas, tórtolas europeas, grajillas, lechuzas comunes, calandrias, sisones o alcaravanes... entre muchas otras especies. En fin...
Hace dos días me topé con estas dos espátulas en una laguna en Toro.

Y otras cosas de interés de esta semana han sido: hasta 6 garcetas grandes distintas en un pequeño tramo del Duero, últimas citas del año de avetorillos o un nuevo lugar con pico menor, entre otras cosas.
Y el gran padre Duero empieza a ofrecer unas vistas otoñales espectaculares para quien quiera y sepa disfrutarlas.

lunes, 17 de febrero de 2014

Unas notas de 4 días

Entre turno y turno del trabajo y chaparrón y chaparrón, he sacado algún ratito para hacer algo de campo. Paso a resumir las mejores observaciones de los días 14, 15, 16 y 17 de febrero.
Lo mejor fue el día 15 en el que visité varios puntos al suroeste de la capital zamorana. Estuve en el CTRSU, en el azud de Judíe y arribas del Duero, de Pereruela. Tenía varios objetivos para el Big Year este día pero se dio muy mal. 
Buscaba gaviotas en el CTRSU y no vi ninguna. Aquí solo había unas 100 cigüeñas blancas, dos docenas de garcillas bueyeras, otra de milanos reales, una pareja de cuervos y un puñado de grajillas. El día más pobre de todos los que he visitado este lugar. Claro que, un sábado por la tarde, tampoco es el mejor momento.
En Judíe, muy flojo también: unos 100 azulones, algún cormorán, lavandera cascadeña, etc... Pero no vi a mi objetivo aquí, el martín pescador. Solo la arriba, junto al río Duero, me dio una alegría en forma de una pareja de chova piquirroja, para anotarme mi especie número 127 en el concurso de este año. Dejo un par de fotos testimoniales.


La mayor parte del tiempo que pasé aquí fue metido en el coche debido a un fuerte aguacero. Una vez que pasó esperaba gran actividad de pájaros pero no fue así. Solo disfruté con las chovas.
Saliendo del lugar y al lado del pueblo de San Román de los Infantes, pude ver muy de cerca por un momento, un bonito macho adulto de esmerejón.
El poco rato que tuve el día 16 lo invertí en mirar varios recodos del Duero, en Toro, en busca del martín pescador. Otra vez sin éxito. Por el momento, la declaro especie maldita en lo que va de Big Year. Se que llamar maldito a un pájaro tan bello es un pecado capital pero es lo que hay...  Van varias intentonas en exclusiva, en varios ríos, sin éxito. ¡Ahí queda de momento! Lo mejor de este día fue disfrutar del canto y las andanzas de un bonito macho de pico menor, aguas arriba de donde vi otro hace unos días.
Lo mejor del día 14, el primero, fue un grupo de 7 ortegas en una paramera que llevo frecuentando desde hace pocas jornadas, en la localidad de Villalonso. Es un hábitat pedregoso, con paredes de piedra, muy abierto y con matorral y almendros dispersos. Muy bonito y entrañable para mi gusto. Le voy a hacer un seguimiento a ver que tal evoluciona su comunidad de aves. Es como un pequeño oasis en medio de la inmensidad de la monótona Tierra de Campos. 
Y, el día 17, localicé un búho campestre en una localidad nueva este invierno, Fuentesecas. Con lo caros que están este año, presta muchísimo ver uno. Foto.

Y nada más. Parece que el tiempo dará una tregua, así que habrá que aprovechar lo que se pueda...
Unas fotos para completar.
Ratonero con colores saturados por la luz del atardecer después de un buen chaparrón, en San Román de los Infantes.

Milano real de 1ºw (2ºcy) entre cigüeñas, en el CTRSU de Zamora.

Perdices rojas a la carrera en Villalonso.

Y paisajes.
La cortina de agua que se me acerca sobre el encinar.

Los antiguos dominios de la alondra de Dupont en Zamora.

Un arroyo bajando bravo al encuentro del Duero, en Pereruela.

Y el atardecer entre nubes en las quebradas rocas que bajan al río.

jueves, 6 de febrero de 2014

06/02/2014. Sotos del Duero

Una de las razones por las que participo en el Big Year es por la intensidad con la que lo vivo. Procuro que no llegue ni a agobiarme ni a obsesionarme pero sí que me gusta que tenga ese punto de responsabilidad que haga que me esfuerce con, sobre todo, las especies más comunes. Si no fuera por esto, jamás habría salido de casa hoy con estos tres objetivos: escribano soteño, curruca capirotada y martín pescador. La mañana ha estado decente a primera hora pero la llegada de una nueva borrasca (esta se llama Ruth) ha hecho que se fuera tornando en bastante desapacible, hasta acabar llevándome a casa bajo un fuerte viento y una fina lluvia.
De mis deberes para hoy, solo he conseguido uno de ellos, el escribano soteño. Me parece increíble haber hecho muchos metros de orilla del Duero y no haber visto, ni oído, ni un martín pescador. Os prometo que, hasta este 2014, era de las especies fijas en mis listados de esta zona. Pero así es la ornitología, basta que quieras ver una especie concreta para que, aunque sea común, no des con ella. En fin, tarde o temprano caerá seguro. Si fuera fácil, no habría diversión.
Aquí os dejo una foto de... ¡ojo! el único escribano soteño de toda la maña. Sí, ya se que he pateado un montón de sotos pero, por lo visto, hoy no hacían honor a su nombre, salvo este precioso macho.

Pero la mañana empezó bastante antes y, además, con la mejor observación del día. Me sorprendieron las llamadas entre una pareja de azores en un pequeño soto de álamos y, mientras caminaba "haciendo el duende" para pasar lo más desapercibido posible, pude ver a uno de ellos, la hembra seguramente. Estaba posada muy cerca del nido, construido en lo más alto de un álamo y, a su vez, en lo más alto de este soto inclinado, asentado a ambos lados de un arroyo que baja al Duero, en medio de una ladera repleta de encinas. A las llamadas de la hembra acudió brevemente el macho y, al llegar, fue ella la que dejó el lugar para perderse monte arriba. ¡Cada vez soy más rapacero!
En este lugar, se refugiaban los pájaros del, cada vez más fuerte, viento. Carboneros, herrerillos, mitos, agateadores, mirlos comunes, palomas torcaces y petirrojos, montaban algarabía cada vez que vislumbraban la imponente silueta del azor. Alas cortas y redondeadas, cola larga y una cabeza enorme, imponen la ley del silencio en lo más profundo de la alameda.
Más abajo, ya a orillas del gran río, otros habitantes van saliendo a mi paso destacando alguno de ellos por discretos, como el picogordo o el pico menor. De este último, puedo hasta mostraros fotos. Pena de luz.



Hoy he podido disfrutar especialmente de los agateadores, siempre asociados a los bandos de páridos.

En la lejanía, una solitaria garceta grande.

Y este cormorán grande, con un bonito plumaje nupcial ya y que se agazapa como puede contra los envites del viento, cierra el paseo de hoy.
La lista completa para que os hagáis una idea de lo que se ve por aquí en un día como este jueves de febrero: ánade azulón, cormorán grande, garceta grande, garza real, cigüeña blanca, milano real, busardo ratonero, azor común, cernícalo vulgar, gallineta común, paloma torcaz, pico picapinos, pico menor, bisbita común, petirrojo, zorzal común, mirlo común, ruiseñor bastardo, mosquitero común, chochín, carbonero común, herrerillo común, mito, agateador común, rabilargo, corneja negra, estornino negro, gorrión común, pinzón vulgar, pardillo común, jilguero, verderón común, verdecillo común, picogordo y  escribano soteño.
35 especies en términos municipales de Toro y Peleagonzalo.
¡Lo se!, no doy ninguna envidia...

martes, 14 de enero de 2014

11/01/2014. Rarezas en Villafáfila y Big Year por Valorio y Sanabria

Semana para recordar la pasada. Si estábamos viviendo un invierno insulso en lo que a aves de presencia rara y/o escasa se refiere, este 2014 recién estrenado lo arregló en 2 días. Con las últimas lluvias ha habido una entrada masiva de acuáticas a la R.N. Lagunas de Villafáfila que ha debido traer gansos nuevos, además de otras anátidas. Así, ha aparecido lo siguiente:
- 08 de enero: Luis Sitges observa un macho de cerceta americana en la Salina Grande. Se trata de la segunda cita para la historia de Zamora.
- 10 de enero: José Barrueso se pega un atracón de una tarde viendo: 4 ánsares piquicortos, 2 ánsares campestres y 1 híbrido de barnacla canadiense x ánsar común. Creo que no lo olvidará en un tiempo. Podéis ver su crónica con fotos en su magnífico blog.
Bueno pues, con estas expectativas, el día 11 por la mañana improvisé una visita de pocas horas (cosas del trabajo) para intentar localizar todas estas joyas. Día estupendo que nos recibió temprano a orilla de la Salina Grande. Allí nos juntamos unos cuantos que buscábamos a las estrellas del momento: Cristian Osorio, J.Alberto Fdez. Ugarte, Manuel Rodríguez y el menda. Más tarde aparecerían: Víctor Salvador, Alfredo Hernández, Maribel Martín y José Barrueso.
Nos hartamos a repasar cercetas (el objetivo principal era la americana) sin éxito. La Salina Grande a primera hora estaba llena de pájaros pero dos imbéciles con cámaras de fotos se acercaron a la orilla norte de la laguna ESTANDO PROHIBIDO, la que quedaba opuesta a nosotros, y no dejaron pájaro sobre el agua. ¿De verdad merece la pena levantar cientos de aves que acaban de pasar la noche ahí y se están desperezando para sacar una foto que, además, nunca va a quedar bien? Iban a contraluz y las distancias para cámaras reflex aquí son enormes. Solo se me ocurren dos excusas para hacer esto: son fotógrafos de nueva generación sin ningún tipo de sensibilidad ambiental o, la segunda, su capacidad cerebral es la misma que la de una medusa, o sea, ninguna. Por favor, señores fotógrafos, desengañaros. Hay veces y sitios en los que es imposible tomar un primer plano de un pájaro sin montar un hide y, para esto, hace falta un permiso de la Dirección de la Reserva. Así que hagan las cosas bien y dejen de molestar.
En fin, sigamos.
Antes de la aparición de estos dos retrasados, ambientalmente hablando, nos dio tiempo a ver 4 ánsares caretos. Es muy probable que los piquicortos estuvieran en este grupo también (fueron vistos ahí, tanto el día anterior como esa misma tarde) pero, lamentablemente, no nos dio tiempo a repasarlo entero antes de la espantada producida por los dos gilipollas estos. A ver si me leen...
Con la cerceta tampoco hubo suerte a pesar de mirarlas todas bastante bien. A esas horas la luz era muy buena y el día estaba despejado.
Ya dedicados por entero a los gansos, una levantada general de avefrías nos permitió ver a nuestra amiga blanca, que es otra de las estrellas de este invierno. La seguimos en vuelo y vimos donde se bajó. Estaba en un lugar que Cristian y yo conocíamos así que, por antojo de Alberto, nos fuimos a verla para que pudiera disfrutarla. Por desgracia estaba en una zona de difícil acceso pero pudimos verla en su siguiente vuelo. Y pude tomarle unas imágenes testimoniales...



En este lugar, en unos pequeños lavajos, pudimos localizar un macho de pato colorado. Casi seguro que es el mismo que estaba en la Casa del Parque y que no veíamos desde mediados de diciembre, pensando en que se había marchado. Está muy bonito ya, con su plumaje de macho nupcial prácticamente completo. Yo no hice fotos pero Alberto sí, y ya las tiene colgadas en su blog, el cual recomiendo seguir encarecidamente.
Un rato antes de ver la avefría nos sobrevoló este ganso con collar. En la foto se ve perfectamente que sus dos letras pequeñas son "VS". Apuesto a que la grande es una "T". A TVS es de los fáciles de ver este invierno. De echo, Alberto, lo vio más tarde.

Y poco más por mi parte ya que me tuve que ir enseguida. Una pena porque el día estaba para disfrutar, como así fue para los que se quedaron que llegaron a ver los piquicortos a última hora.
El que sí sigue es el chorlitejo chico invernante en los lavajos junto al pueblo de Villafáfila.
Os dejo con una de nuestras liebres "laguneras" que no tienen problema por atravesar lagunas, charcas, cunetas inundadas o lavajos en su huida llegando, incluso, a nadar sin problemas a toda velocidad.

El día antes de mi visita a Villafáfila, 10 de enero, estuve sacando paseriformes invernales para el Big Year en el entrañable bosque periurbano, de la ciudad de Zamora, llamado Valorio. Es una pena que la codicia y el mal entendido progreso de los mandatarios españoles se estén cargando esta joya natural, al alcance de todos los zamoranos, por atravesarlo con una herida moral, con la excusa de que el tren de alta velocidad nos va a unir con lo más granado del modernismo español. Mi opinión es toda la contraria. Si antes paraba poca gente en Zamora (proveniente de Coruña, Vigo o Madrid) en el tren convencional, ahora con el AVE, no lo hará nadie y el efecto será totalmente contrario a la excusa que han dado para construirlo y ponernos una estación aquí. Pero ya sabemos que al paletico zamorano se le dice que le ponen una estación del AVE en su ciudad y se le ponen las orejas tiesas...
Yo, las únicas aves que quiero en Valorio son las que estuve viendo este día: petirrojos, agateadores, pico menor, pito real, estornino negro, paloma torcaz, urracas, carboneros comunes, herrerillos comunes, garrapinos, totovías, etc...
Foto testimonial de un pito real.

El arroyo Valderrey que atraviesa y da vida al bosque.

Imagen de alguna de sus variadas especies de pino.

No contento con esto, al día siguiente me acerqué, en familia, al noroeste provincial. Quería que mi hijo (Diego, de casi ya 5 años) disfrutara de la poca nieve que tenemos este año. Pero el día amaneció más negro que los cojones de un grillo y, en las inmediaciones de la laguna de Peces (1707 msnm), en San Martín de Castañeda, teníamos una importante ventisca con algo de nieve, lo que nos hizo huir hasta el fondo del valle, a orillas del Lago de Sanabria. Toda esta zona, por cierto, es Parque Natural desde 1978, aunque tiene protección desde 1946.
En fin, dimos un pequeño paseo a orillas del río Tera y luego por el pueblo de El Puente de Sanabria, donde pude sacarme el mirlo acuático para mi Big Year.
Lo mejor del día, la comida en el mítico restaurante "Los Rochi", en este mismo pueblo. Aquí pude degustar su ya famoso chuletón de 1 kg de peso, con tres dedos de ancho. Dejo unas fotos de prueba que hice con el móvil.

El resto del menú fue: revuelto de espárragos trigueros, revuelto de boletus, habones sanabreses y, de postres: arroz con leche, flan, piña, etc... La calidad/precio es excelente, así que lo recomiendo (no me llevo ningún tipo de comisión). Foto de los habones autóctonos de la zona.

Para bajar un poquito la comida nos fuimos a uno de los pueblos de montaña de por aquí en los que ya no vive nadie en invierno. En concreto llegamos hasta Escuredo, justo en el límite con la provincia de León, donde nace el río Negro y a los pies del puerto del Peñón. Si queréis saber algo más de Escuréu (en idioma leonés), pinchad aquí.
En cuanto a pájaros, este pueblecito me dio el arrendajo. Volveré no tardando.
Unas fotos con el móvil.

Hay casas nuevas rehabilitadas que deben ser de residencia de verano, junto a otras que están a punto de caerse pero que nos permiten ver como eran las construcciones sanabresas originales. Hoy está deshabitado pero hasta hace solo cuarenta y tantos años, tenía hasta escuela. Mi querida tía Candi, maestra de profesión, vivió aquí su primer año de docencia. Siempre me cuenta lo duro que es aquí el invierno...


En el Big Year llevo solo 94 especies pero es que no he tenido una buena jornada de campo aún. Participo en la categoría E1 (provincial) y, para que os hagáis una idea, casi todos los participantes en ella ya llevan, a estas alturas, más de 100 especies, alguno, bastantes más.
Tiempo al tiempo pero estaré en la pomada... ;-)

miércoles, 13 de noviembre de 2013

12/11/2013. El pájaro con los colores del otoño

Mañana espectacularmente otoñal la de hoy porque ¡sí, el otoño es espectacular! Solo 5ºC en el termómetro cuando llegué a la ribera del río Esla, en Bretocino. Una ligera nieblina y nubes altas que hacían el día muy gris, por lo que los colores cálidos de las hojas de los árboles: amarillos, rojos, ocres y marrones, son como joyas que nos ofrece la naturaleza en estas fechas.
Día gris para el objetivo de mi salida, un pájaro también gris y que hará mi especie número 216 en mi participación en el BYlp. Hay varias señales que definen el otoño ornitológico en mi provincia tales como los bandos de aláudidos, los de limícolas, el paso migratorio del ánade friso, la creación de dormideros de milano real o la llegada masiva de pequeños paseriformes como el bisbita común, el petirrojo, los zorzales o el protagonista de hoy, el acentor común.
Para encontrarlo aposté por una ribera con zonas densas de zarzas, ramas viejas y hierbas altas, todo, cerca del pueblo de Bretocino ya que es sabido de lo que le gusta arrimarse al hombre en invierno a este pajarito montano.
No tardé en localizar al primero de oído y, al poquito, dí con uno que trasteaba en un montón de leña, rebuscando alimento en cada uno de los huecos por los que cabía. Por suerte, se subió a un árbol donde pude tomarle unas imágenes testimoniales. Pájaro gris, en un día gris y a contraluz, quedó esto.


En total vi 2 o 3 ejemplares en un trocito de ribera, huertas abandonadas y sotos que recorrí pero oí bastantes más.
El segundo protagonista del día fue una curruca mosquitera. ¡Jamás había visto una mosquitera más allá de septiembre! ¿Qué hace aquí a mediados de noviembre? Ahora os lo cuento. 
La localicé entre unas leñas también y se movía muy raro... ¡sustazo al canto! Pensé: "un sílvido marrón uniforme, haciendo movimientos raros (agitaba mucho las alas y la cola), escondedizo a ras de suelo y a mediados de noviembre..." ¡alerta! Comencé a disparar fotos a diestro y siniestro y me fui acercando. El pajarillo dió un vuelo con dificultad y fui cuando pude comprobar el problema del mismo. "No vuela bien", pensé. Se expuso en un árbol ya casi sin hojas y pude observarlo con atención. En este momento lo identifiqué como curruca mosquitera pero seguí acercándome. Tanto que, al final, pude cogerlo. El pájaro tenía una herida profunda y abierta a la altura del muslo derecho pero no sangraba. Por el estado de las plumas, debe llevar bastante tiempo arrastrándose por ahí. Mi opinión, es que tiene un tiro de un perdigonazo de carabina... Esta debe ser la causa de que una curruca mosquitera esté aquí aún, siendo un pájaro tan térmico.
Después de examinarlo la solté y se quedó un rato inmóvil en el suelo, lo que aproveché para hacerle unas fotos y poder ilustraros la batallita.


Ya en casa, repasando las fotos, me encontré con esta imagen. En el momento que descubrí a la curruca, estaba tan ensimismado dándole al botón de la cámara para documentar el pájaro "por si acaso" que no me percaté de lo que se había posado a su lado.. ¡un acentor común! Así que aquí os dejo una de las imágenes, la curruca a la derecha y el acentor a la izquierda.

Después de la ribera de Bretocino, me acerqué a su monte y, de ahí, hasta el azud de Santa Eulalia de Tábara. He observado un total de 58 especies de pájaros. No lo hago nunca pero, hoy, voy a poneros la lista entera porque me parece una buena cifra para una mañana de otoño, sosegada y disfrutada y, además, es una manera más de poner en valor los recursos ornitológicos de mi provincia. La ruta, como he dicho, fue: ribera del Esla (Bretocino)-monte (Bretocino)-azud de Santa Eulalia de Tábara.
Especies observadas por orden de aparición: lavandera blanca, lavandera cascadeña, andarríos chico, petirrojo, carbonero común, mirlo común, martín pescador, agateador común, garza real, ánade azulón, ruiseñor bastardo, busardo ratonero, chochín, pinzón vulgar, estornino pinto, mosquitero común, bisbita común, pico menor, herrerillo común, escribano soteño, azor común, pico picapinos, acentor común, curruca mosquitera, colirrojo tizón, zorzal común, gorrión común, paloma torcaz, zorzal alirrojo, mito, gallineta común, alcaudón real, corneja negra, aguilucho pálido, cogujada montesina, verderón común, gorrión chillón, cormorán grande, curruca rabilarga, urraca, perdiz roja, escribano montesino, pardillo común, tarabilla común, cernícalo vulgar, milano real, silbón europeo, porrón europeo, ánade friso, gaviota sombría, gaviota reidora, zampullín común, focha común, garceta grande, somormujo lavanco y jilguero.
Esta, es una de las cogujadas montesinas que se dejaron ver bien.

Y esta foto, es una prueba de que la Ley de Murphy se cumple a rajatabla. Si el escribano montesino ha sido la especie que más me ha costado conseguir en este Big Year 2013, a partir de que me lo quité en mi anterior visita al campo hoy, por supuesto, tenía que aparecer sin problemas...

Y uno de los dos andarríos chicos que vi. Este descansando en la presa que forma un pequeño azud en Bretocino.

Y aquí la responsable de calmar un poco al Esla aquí, la presa de Trabadillo. Al fondo, el puente que une los valles de Valverde, Tera y Polvorosa con la Tierra de Campos, de reciente construcción.

Y las sendas que he recorrido por aquí hoy.


El Esla aguas abajo de Bretocino y un poco antes de llegar al puente Quintos y al azud de Santa Eulalia, rinconcitos de mi local patch, para que los conozcáis.

También estuve disfrutando un rato con la observación de una nutria en un punto del río. 
Volviendo para casa ya, a medio camino entre Villarrín de Campos y Castronuevo de los Arcos, me encontré 15 buitres en el suelo. Supongo que la comida no estaría muy lejos porque no es normal que se tiren al suelo aquí si no es para comer.
Parece que, por fin, tenemos el primer frente frío del invierno a punto de entrar. ¡A ver si es verdad!