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sábado, 22 de abril de 2017

20/04/2017. Show de limícolas en Villafáfila

Las previsiones eran magníficas para una sedimentación potente de migrantes en general y de limícolas en particular. Los fuertes vientos sostenidos del nordeste han producido una frenada de cualquier ave que quiera ir hacia el norte de Europa y han llenado esta parte de la península de aves. Al menos así intuí que debía ser en Villafáfila y, para comprobarlo, me hice una jornada de tarde el pasado día 20.
Efectivamente acerté de pleno y el lugar presentaba una importante "caída" de migrantes, con números muy buenos de, sobre todo, limícolas. Hubiera sido una tarde perfecta si no fuera porque me dejé el grupo más grande de individuos, unos 400, sin revisar. Los vi desde la orilla sur de la Salina Grande y lo dejé para última hora desde la norte, con mejor luz y menor distancia. Pero ese no iba a ser el día que yo, por fin, pudiera disfrutar de una de esas jornadas que me tiro esperando todo el año y, a media tarde, mi coche me dejó tirado. Por "suerte" lo hizo a las puertas de la Casa del Parque y, antes de llamar a la grúa, pude revisar ese lugar que también estaba hasta arriba de limis.
Este es parte del gran grupo de limícolas del que os hablo pero, este día, estaba lleno cualquier punto donde quedara el escaso agua que nos queda en la Reserva.

Centrándonos en los limícolas, anoté 21 especies. No quiero ni pensar que resultados hubieran dado si hubiera podido revisar ese grupo a conciencia pues me dejé alguna especie que ya debería aparecer, como correlimos zarapitín o correlimos gordo, de los que no vi ninguno. Os voy a listar todo lo que observé. Para algunas especies son solo estimas pero sus números eran mucho mayores, como para correlimos común, avefría europea, chorlitejo grande o combatiente.
Cigüeñuela común, avoceta común, chorlito gris (2), chorlito dorado europeo (1), avefría europea (51), chorlitejo patinegro (6), chorlitejo grande (+200), chorlitejo chico (1), zarapito trinador (1), aguja colinegra (15), combatiente (71), correlimos de Temminck (4), correlimos tridáctilo (3), correlimos común (+100), correlimos menudo (1), agachadiza común (2), andarríos chico (19), archibebe oscuro (1), archibebe claro (8), andarríos bastardo (18) y archibebe común (11).
Números muy buenos para Villafáfila de patinegro, correlimos de Temminck y andarríos bastardo. Estos dos últimos, sin duda, son los "best in show" del día. Tendría que mirar mi base de datos para saber si he visto alguna vez un total de más de 18 andarríos bastardos en Villafáfila pero me da que no... En cuanto a los correlimos de Temminck, están en el punto habitual de la Casa del Parque, por lo que su observación es fantástica. Aquí tenéis a los 4.

Los andarríos bastardos se repartían entre la laguna de San Pedro, en Villarrín de Campos, y la Casa del Parque. Y fijo, fijo, que habría alguno más en la Salina Grande. Unas fotos de unos cuantos.

Entre los bastardos, además, había uno marcado con anillas de colores. Está anillado en la Albufera de Valencia, en julio de 2016, por GOTUR. Lamentablemente, de momento, solo sabemos esto, nada de historial. Curioso, cuanto menos, que en el paso postnupcial bajó por el Levante y para el prenupcial viene por la ruta del interior-occidental de Iberia. Agradecer a Miguel R. Esteban y Antonio Gutiérrez su disposición para buscar el proyecto y enviar la observación.

Andarríos bastardo y correlimos de Temminck. Sin duda, Villafáfila vuelve a mostrarse como uno de los mejores lugares del noroeste ibérico para la observación de este limícola tan especial que es el C. temminckii. Este año ya llevamos, hasta este día 20, 6 ejemplares diferentes -aunque mientras escribo esto ya sé que hay dos nuevos más-.

Vi el primer archibebe oscuro del paso prenupcial de este año para la provincia. Ya estaba casi negro del todo lo que le da un plus a la observación. Me da la sensación de que este limícola, al menos aquí, se va rarificando mucho. Estaba en la laguna de San Pedro.

Interesante la observación también de un chorlito dorado europeo. Estaba muy lejos y solo y, claro, fue un susto para mi mente sucia. Es cierto que algunos años vemos algún dorado así en prenupcial, en abril y mayo sobre todo pero, para nada, es regular en estos meses. Eso sí, nada que ver a cuando los vemos, de manera más numerosa, en invierno. Ahora sí que son bonitos aunque esta foto no le hace justicia...

El paso de chorlitejo grande era importante pero, como ya dije al principio, no me dió tiempo a estimarlo con exactitud debido a que el grupo donde más había no pudo ser revisado.

Pero no solo hubo buenas observaciones de limícolas. El paso era patente para otras especies de aves. 
Por ejemplo, cayó el primer fumarel común del año y, además, vi 5 fumareles cariblancos. En la imagen, el común.

Y me encontré el grupo más grande de garcetas comunes que jamás he visto aquí, formado por 17 aves. Se refugiaban como podían del viento entre la vegetación de las lagunas de la Casa del Parque.

También se notaba un aumento del número de lavanderas boyeras pero sigo sin ver subespecies diferentes a iberiae.

En cuanto a las anátidas, solo un par de novedades. Sigue habiendo un número interesante de porrones, con 71 europeos y 6 moñudos, y aún aguanta un solitario macho de ánade rabudo, el de la foto.

Hoy pillé  92 pagazas en la laguna de San Pedro. Esto permite disfrutarlas mucho más cerca de lo que es habitual en la Salina Grande, por ejemplo, el lugar habitual donde están.

Y por la Casa del Parque sigue la tórtola turca -personalmente creo que tiene sangre de S. roseogrisea doméstica- blanquecina. Esta apareció hace algunos años, por primera vez, en Villarrín y lleva un tiempo criando con una turca normal en este lugar.

Jornada agridulce en definitiva que hubiera podido ser para el recuerdo....
Agradecer a mi amigo Pepe San Román, una vez más, su compañía y su disposición siempre para conmigo. Tío, podríamos haber triunfado... ¡o no! pero lo que está claro es que nos divertimos un montón. Como dice Gonzalo: "¡somos unos disfrutones!"

jueves, 16 de febrero de 2017

16/02/2017. Villafáfila con agua, tiempo de chorlitos

¡Pues tenemos agua! Esta es, quizá, la noticia más relevante de mi visita de hoy a la R.N. Lagunas de Villafáfila. Después de la intensa sequía que hemos padecido durante todo el invierno, las lluvias de los últimos días nos han dejado una lámina bastante aceptable. Aún está lejos de su plenitud pero estimo que debe de estar sobre el 70-80% de su capacidad. De momento vamos a disfrutar pero si marzo viene seco y con temperaturas altas, volveremos a pasarlo mal. Así que esperemos que se porte y nos acabe de traer buenas nubes cargadas.

En cuanto a las aves, como reza el título, es tiempo de chorlitos dorados y avefrías. El agua ha reactivado la actividad y en pocos días se ha sumado a la fenología de estas dos especies que comienzan su paso prenupcial. Hoy he podido disfrutar de varios miles de ejemplares de ambas especies. Según parece, el censo oficial ha arrojado 6000 avefrías y yo he estimado hoy unos 1800 chorlitos dorados. Durante las dos próximas semanas tendremos un espectáculo de grandes grupos de estas aves moviéndose por el complejo lagunar.

Parte de un gran grupo de chorlitos.

También han llegado las primeras avocetas (37) y agujas colinegras (25) que van subiendo al norte, otras dos especies típicas de febrero y marzo, cuando alcanzan picos de paso muy interesantes aquí, según los años. Otros limícolas hoy fueron: zarapito real (3), combatiente (19), correlimos común (5), correlimos menudo (1) y andarríos grande (1).
Parte del grupo de avocetas.

Por supuesto, si hay agua, hay anátidas: ánsar común, tarro blanco, ánade azulón, ánade friso, cuchara común, cerceta común, ánade rabudo, silbón europeo y porrón europeo. Como notas de interés, 43 rabudos y 4 porrones, aves ya en paso pues este invierno ha sido muy pobre con los primeros y los segundos solo se encuentran en un punto que no era el de hoy, por los que los doy por nuevos. Como siempre conté los tarros, arrojando una cifra de 109 aves.
Grupo mixto de patos con la localidad de Villafáfila de fondo.

Según el censo oficial aún quedan 3000 gansos. Esta mañana me entraron muchos de ellos a la Salina Grande a primera hora de este agradable día de febrero.

Entre ellos aún pude ver a uno de los collares noruegos que han pasado este invierno con nosotros, NK6. Además estaba relativamente cerca (esto aquí es a unos 250 metros).

En estas semanas comenzarán a mezclarse los primeros migrantes con las especies invernantes, como este búho campestre.

Y algunos de los residentes, aprovechando estos primeros días primaverales, empiezan a entonar sus cantos nupciales, como hacían hoy estorninos, trigueros o perdices.

Una de las invernantes, esta lavandera boyera de la subespecie inglesa yarrellii.

Y otro, una alondra común, mimetizándose perfectamente con el entorno.

Pocas cosas me prestan más que ver y, sobre todo, oír el monótono reclamo del alcaudón real perchado en lo alto de su atalaya.

El elenco de rapaces diurnas del día ha sido el paquete básico aquí en estas fechas: milano real, busardo ratonero, aguilucho pálido, aguilucho lagunero y cernícalo vulgar. A estos habría que sumarle, como excepción, un joven azor sembrando de pánico las ruinas del abandonado pueblo de Otero de Sariegos.
Milano real.

Las cajas nido colocadas por todo el perímetro lagunar y alrededores no dejan lugar a dudas de que están ocupadas. Este mochuelo será el mejor rodenticida posible. No contamina, no altera el medio y es gratis. A ver si le entra en la cabeza a quien corresponda.

Una de las especies más beneficiadas aquí por estos refugios han sido las grajillas. No hay mal que por bien no venga ya que para nada es una especie que viva su mejor momento. Estas no eliminarán topillos pero sí que lo harán con cantidades industriales de invertebrados, siendo así fieles colaboradoras del agricultor, manteniendo a raya a escarabajos y langostas.

Resumiendo, hoy olía a primavera...

lunes, 22 de febrero de 2016

22/02/2016. Juegos reales y Villafáfila

Hoy, en un día plenamente primaveral, he tenido la oportunidad o inmensa suerte más bien, de poder pasar casi el día entero con los prismáticos al cuello. He estado por la mañana, hasta las 16:00 hrs. aproximadamente, en la R.N. Lagunas de Villafáfila y de esta hora hasta poco antes de oscurecer, en las cercanas orillas del río Esla. Y así debería contaros la historia de hoy, en este orden, pero voy a empezar por la segunda parte porque es donde ha estado el momento del día.
Al poco de llegar a una zona de cortados fluviales, con toda la tarde en silencio y mientras mi navaja cortaba unas láminas de buen salchichón zamorano (comprados previamente en el almacén de Embutidos Fidalgo, de Villafáfila, el cual recomiendo sin duda), oí el inconfundible reclamo de la más grande depredadora de los cielos ibéricos, el águila real. Los graznidos de la rapaz provenían de la ladera del otro lado del río. Prospectando con los prismáticos y con la ayuda de un valiente cuervo que en seguida me marcó la posición de la rapaz, localicé a un precioso adulto posado en el centro de una encina. Pero cual fue mi sorpresa cuando, a su lado, había otro ejemplar más. 
A los gritos del cuervo acudieron otros 2 ejemplares para hacer comparsa y marcar como puntos gps la localización de los dos aguilones. Estos, hartos del hostigamiento, emprendieron el vuelo y, después de dos grandes vueltas en círculos, volando en tándem, dando volteretas e intimidando cuervos, volvieron a otro posadero cercano al anterior pero menos expuesto desde mi posición. Ahí estuvieron hasta que aparecieron los cuervos de nuevo, esta vez, con dos compañeros más, siendo cinco ejemplares en total. Y, nuevamente, caída en vacío sobre el río y remontada hacia los cielos haciéndose carantoñas, entrechocando las garras y emitiendo llamadas de pasión.
La hembra, grande, potente, de una anchura de alas suprema.

El macho, más estilizado, pequeño y ligero que su pareja.

Y, si sois capaces, encontraréis a los dos posados en esta gran encina.

Volaron varias veces sobre mi, volvieron a posarse en otro par de ocasiones para, al final, perderse tras una loma y no volver a verlas. Pero el recuerdo de la tarde en silencio y el potente reclamo de las águilas rompiéndolo todo, quedarán conmigo para siempre. 
No es la primera vez que presencio la parada nupcial de las águilas reales pero hoy ha sido un momento muy especial.
De interés por la zona, poco más. Un par de garcetas grandes, muchos aviones roqueros ya, un gavilán que se atrevió a cruzarse entre las grandes rapaces y un par de lúganos en lo alto de unos chopos.
Una de las garcetas grandes.

Pero retomemos la visita matutina a Villafáfila. 
Los gansos se han ido; apenas he visto unos 20 ejs. y otro grupo más en migración hacia el norte que ni miraron para abajo. En contrapartida comienzan a saltar los sensores primaverales. Y según se está poniendo la cosa, podríamos tener una primavera para el recuerdo.
Las especies emblemáticas de estos últimos días de febrero siguen en aumento. Los números de las anátidas que estoy controlando se mantienen o siguen sumando ejemplares. Así hoy he contado: tarro blanco (142 ejs. estable), porrón europeo (55 ejs., ligero aumento) y ánade rabudo (106 ejs., récord histórico personal).
En esta imagen una pareja de rabudos en primer término en la laguna de Las Salinas.

En cuanto a las estimas, calculo casi un millar de cercetas comunes, unos 1700-2000 cucharas, unas decenas de ánades silbones y varios centenares de ánades frisos y azulones.
Pareja de cercetas comunes.

Cucharas comunes en la laguna de Las Salinas.

Los limícolas también van en aumento. Hay dos especies que son muy de estas fechas, la aguja colinegra y la avoceta común. De la primera he contado 52 ejs. (en mi anterior visita, 16 de febrero, no había ninguna) y de avocetas hoy: 72 ejs. (en mi anterior visita: 31).
Agujas colinegras en la rasa de la Salina Grande.

Todavía quedan buenos grupos de chorlitos dorados. Hoy he anotado 520 ejs. en tres grupos diferentes. El más grande este de 310 ejs. en Las Salinas.

Otra especie que sigue en aumento son los zampullines cuellinegros. Van a ejemplar por visita desde que los descubrí y hoy ya eran 6. De interés también, 1 garceta grande en la laguna de Barillos. Se cuentan con poco más de una mano mis citas de esta especie en la Reserva desde que vi el primer ejemplar, en 2001 solo... Recordemos que esta especie hace apenas 15 años era toda una rareza por aquí.
Pero...¡primavera! Hoy la primavera me ha enseñado la patita. 
Señal 1) La primera abubilla por Villafáfila.

Señal 2) Aves dejándose los pulmones: alondra común, perdiz roja, cogujada común.... y los incansables y monótonos trigueros, como el de esta foto.

Señal 3) Los barbones se van poniendo burros y alguno, con los rayos de sol de hoy, no han dudado en ver si cada pluma está en su lugar preparada para exhibirse durante los próximos dos meses. Algunos han ido más allá y emborrachados de testosterona se han marcado una vuelta de pluma como si fuera abril...

Y Fonsito, en su casa de cría.

Y al macho de pardillo común se le va poniendo el pecho color frambuesa.

Las grajillas ya ocupan sus nidales.

Y la urraca vacila a las grajillas y farda de ser bicolor, no como ellas. Aunque yo pienso que debe envidiar ese ojo de lapislázuli de sus primas enlutadas...

Una de las lagunas más desconocidas, Las Salinas, a caballo entre los términos de Villafáfila y Villarrín. Encajonada en un vallejo, de difícil acceso y que fue la primera a la que los "técnicos" le metieron mano para intentar la desecación de todo el complejo lagunar hace varias décadas. 
Esta laguna estrecha pero muy alargada es una maravilla cuando está en las condiciones en que la tenemos ahora mismo. Lástima que sea tan engorroso y poco satisfactorio poder revisarla pero visualmente es impresionante, con muchos recodos y unas orillas llenas de vegetación que deben esconder un montón de maravillas en forma de aves, anfibios e invertebrados.
Hoy estuve y, si el barro arcilloso me lo permite, iré más veces esta primavera.

Y un bisbita alpino...

¿De veras hay gente que puede vivir sin todo esto?