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domingo, 8 de noviembre de 2015

Las Labradas, en la Sierra de Carpurias

En el norte de la provincia de Zamora, haciendo límite con la vecina León, hay una pequeña sierra llamada Carpurias y, dentro de ella, un lugar llamado Las Labradas donde hay restos de un castro de origen prehistórico a medias entre las localidades zamoranas de Arrabalde y Villaferrueña. Pues en este lugar es donde esta mañana, el amigo Manuel Rodríguez y yo, hemos pasado la jornada pajarera. ¿Y qué hacíamos allí arriba? Pues resulta que el lugar se ha convertido en el hot spot provincial los últimos días. En la última semana de octubre, Mónica Mencía, localizaba 5 gorriones alpinos en el parque eólico de Las Labradas y, en un intento por localizarlos, J.Alfredo Hernández, Maribel Martín y  Cristian Osorio, que no vieron los gorriones, localizaron nada menos que 9 acentores alpinos cerca del castro (está junto a los eólicos). Las citas de gorrión alpino en Zamora se cuentan con una mano y no teníamos una desde hace muchísimos años. Las de acentor alpino son más habituales pero también muy localizadas y además, esta última, es seguramente la mayor en cuanto al número. Así que esta jornada de sábado, los objetivos, estaban claros.
Ninguno de los dos conocíamos el lugar y nos habían hablado muy bien de él, así que teníamos otro aliciente que sumar a la visita.
La altitud del lugar sobrepasa los 900 msnm. que aquí es bastante ya que está en un entorno llano y bajo. En el alto hay restos, como ya he dicho, de un castro de la 2ª Edad del Hierro. Es el mayor poblado celta de la Asturia Cismontana que fue asediado, durante un siglo ni más ni menos, y finalmente conquistado por los romanos en el siglo I a.C. desde el cercano campamento de Petavonium, en el también zamorano valle de Vidriales. Este lugar, que se formó por gentes astures de diversos pueblos de los alrededores y destacaba por su gran extensión para la época, 23 hectáreas, estuvo ocupado durante la Prehistoria entre II a.C. y el I d.C. Es característica fundamental de este castro el haber poseído varias murallas, con varias puertas, en su perímetro y el haber existido actividad minera junto al pueblo. Aquí se han encontrado dos importantes tesoros de un alto valor histórico y documental.
Después de un poquito de historia me pongo con el asunto natural. Ni rastro de los gorriones en el parque eólico pero sí vimos los acentores en las cercanías del castro, concretamente, 3 ejemplares. Muy mal vistos ya que los localizamos por el reclamo según nos sobrevolaban de un picacho de rocas a otro y solo pudimos verlos en movimiento. Con esta especie y otras 26 completamos la mañana. Entre lo más interesante fue ver zorzales reales, los primeros de este invierno para los dos. Aquí uno de ellos.

También una solitaria paloma zurita, ave cada vez más difícil de ver en nuestra provincia. Junto a los zorzales reales vimos abundantes charlos y un alirrojo. Una pena no haber completado la mañana con algún zorzal común y habernos ido con el poker. En estas praderías altas eran abundantes los bisbitas comunes que se mezclaban con otros pajarillos, como los escribanos montesinos.

Temperaturas inusualmente altas para las fechas. Aunque debajo de nosotros la niebla lo cubría todo, allí arriba la mañana despertó soleada y calurosa, muy calurosa para un 07 de noviembre. De hecho hoy casi se ha batido el récord de España de la temperatura más alta para noviembre, en Sevilla eso sí. Estas temperaturas han revolucionado la actividad de los insectos al máximo, que hoy estaban como locos. Entre ellos las mariposas de las que hemos visto varios ejemplares de dos especies: Nymphalis polychloros (arriba) y Lasiommata megera (abajo).


Y os dejo unas imágenes de las maravillosas vistas que teníamos a pesar de la gruesa niebla que, por otra parte, le daban un encanto místico y volátil a esta mañana de noviembre.



A eso de las 11:30 la niebla comenzó a levantar del fondo de los valles y a trepar hasta nuestra posición, hasta que nos enterró en su abrazo, lo que hizo que dejáramos el lugar camino de la llanura donde este meteoro comenzaba a debilitarse.
En esta imagen se puede apreciar como comienza la ascensión y a engullirnos.

Mi querida Muma nos acompañó hoy en busca de los acentores alpinos.

Volviendo pudimos disfrutar brevemente de un elanio común en Quintanilla de Urz.
Con el sol aún apareciendo de entre la niebla, llegamos pasado el mediodía a Villafáfila. Las lluvias de los últimos días han hecho que el agua complete casi todas las láminas pero con muy poca profundidad. Un empujón de unos cuantos litros más y podremos salvar el invierno  y la primavera. Pero hoy lo mejor del rato fue el chorizo zamorano que nos jalamos. 
En un vistazo rápido en solo dos puntos de la Reserva pudimos comprobar que ya están representadas todas las especies de patos comunes del invierno: ánsar común, tarro blanco (los únicos que conté, 31 ejs.), ánade azulón, ánade friso, ánade rabudo, silbón europeo, cuchara común y cerceta común. Solo quedarían los buceadores (porrones), de los que hay una pequeña muestra en las balsas de la Casa del Parque.
De lo que hay miles de ejemplares (rebasando los 5.000 con seguridad) es de avefrías. Entre ellas se esconden combatientes y chorlitos dorados. 
En fin, que ya hay material para plantearse visitas metódicas.
Aquí una imagen de hoy.

Y como hacía mucho que no actualizaba, por causas diversas, os cuento que no he visto mucho de interés en días anteriores. 
El día 02 localicé un par de garcetas grandes en dos puntos diferentes de la vega del Duero, en Toro. Y como me di cuenta de que había una especie común que nunca había salido aquí y que ni siquiera estaba listada en el archivo de etiquetas del blog, me propuse hacer alguna foto a algún ejemplar de... ¡zorzal charlo!

Como ya dije, en las últimas jornadas ha llovido bastante y esto ha activado a los anfibios. Algunos de ellos maravillosos, como este enorme gallipato de Toro de hace dos noches.


Y un paisaje de estos días en la comarca toresana, los viñedos prendidos en rojo, que tantas alegrías nos dan al paladar con la que ya es una de las mejores denominaciones de origen vitivinícolas del país.

martes, 28 de enero de 2014

27/01/2014. P.N. Arribes del Duero

Aunque su nombre oficial es P.N. Arribes del Duero, de un tiempo a esta parte prefiero usar el término de Las Arribas, que es el original de la tierra. De hecho, el apellido Arribas es muy común en toda la provincia de Zamora y, sobre todo, en pueblos de las comarcas enmarcadas en esa zona: Sayago, Tierra de Alba, Aliste y Tierra del Pan.
El día ha estado de perros y no solo porque Muma se viniera conmigo. Un viento fuerte, a ratos tremendo, del noroeste, cielo muy cerrado y lluvias intermitentes, han hecho que la jornada no haya sido para recordar. Aún así, iba a ser uno de los mejores días de la semana en lo climatológico, por lo que había que aprovecharlo. Pocas pretensiones ornitológicas salvo la de buscar un águila imperial vista por Maribel Martín y Alfredo Hernández el día anterior. No lo he conseguido.
Muma en el paraje de La Cicutina, Fermoselle. Hembra de PDAE de casi 7 años de edad. ¡Mi perrucha!

He recorrido la cuenca de tres grandes ríos que surcan mi provincia y que son los que forman el Parque Natural: Duero, Tormes y Esla.
Empecé la mañana en donde el Duero pasa de la suave llanura mesetaria a encajonarse en la ruda piedra granítica. Ya se viene encajando desde Zamora capital pero, a partir de San Román de los Infantes y Pereruela comienza a hundirse en una enorme cicatriz en la roca. 
En esta foto ya ni se le ve pero os prometo que va entre los cortados.

Pocos pájaros aquí debido al fuerte viento. Solo un joven águila real me hizo musitar una sonrisa a pesar del frío. También, gracias a la magia de participar en el Big Year, uno siente una alegría desmesurada al ver especies comunes que llevarse a la lista, como fueron aquí el avión roquero y el escribano montesino.
El Duero no volvería a verlo hasta mediodía, cuando dejé Sayago por el paso tradicional para hacerlo hacia las tierras de Alba y Aliste, el puente de Requejo, también conocido como "puente de Pino". Une los municipios de Villadepera (orilla sur) con Pino del Oro (orilla norte). Es un puente metálico magnífico, construido en 1914 y con una caída de 90 metros sobre el río. Si queréis saber algo más, pinchad aquí.

El Duero aquí, va ya muy profundo.

El segundo río del día ha sido el Tormes que hace de frontera natural entre las provincias de Salamanca y Zamora. En el paraje conocido como La Cicutina, en Fermoselle, cada orilla pertenece a una provincia. En esta foto estoy bajo el puente conocido por ese nombre y que une las dos orillas. Estas son las vistas que tenía mientras comía. Yo estoy en Zamora y lo de enfrente es Salamanca. Aquí el Tormes está a punto de entrar en Portugal. Los alisos jalonan sus orillas y la calma en lo más profundo de la garganta es total. Es el único lugar donde el viento era soportable.
Esos alisos me proporcionaron la observación de lúganos, nueva especie para mi BY.

Pero unos pocos centenares de metros antes de este remanso del puente, el Tormes viene bravo, cayendo por un estrecho cañón de altas paredes de granito. Por las pendientes bajan arroyos que, este año tan lluvioso, decoran las vistas y los sonidos del arribanzo.
Este es uno de esos arroyos que este año lucen especialmente espectaculares.

En lo ornitológico, aquí, lo típico. Muchos buitres leonados y tres águilas reales juntas, la pareja de adultos y un ejemplar subadulto al que daban bastante caña. En la foto, un miembro de la pareja.

También se dejó ver un azor adulto, en una columna como si fuera una rapaz planeadora, aunque mucho más alto que el resto.

Los pájaros pequeños estuvieron ausentes todo el día, debido al fuerte viento. Solo aquí, en La Cicutina, al estar más resguardado, fue donde pude disfrutarlos. Como, por ejemplo, este mito que pertenecía a un pequeño grupo.

La Cicutina es la caída del Tormes desde el embalse de La Almendra y su tremenda presa. Aquí también hice una parada anterior y vi poca chicha. En lo alto de la presa el viento llegaba a moverme y, los que me conocéis, ya sabéis como es mi constitución física...
Estaba uno de los halcones peregrinos adultos en la caja nido que fue instalada en medio de la presa por los voluntarios de SEO/Salamanca.
En el agua del embalse y pegados a la presa, dos solitarios somormujos lavancos...


Y el tercer río del día, el Esla. En este espacio habréis visto muchas veces entradas sobre el embalse de Ricobayo, sobre todo, en los años 2011 y 2012, cuando más lo frecuenté, desde mi regreso a Zamora. Es un embalse grande que tiene su cola allá por tierras de Tábara, y una orientación norte-sur. Bueno pues, su presa, es la que da nombre a este embalse al estar situada en la localidad de Ricobayo de Alba, pueblo que no sería más que otro olvidado (por desgracia) si no fuera por la central hidroeléctrica.
Aquí existe un importante dormidero de cormoranes grandes y garzas, de los más numerosos de la provincia. 
En la imagen, el Esla una vez que ha salvado la presa. A la derecha, se ve el dormidero de cormoranes. Desde aquí, también pude ver una nutria.

Me recuerda a una colonia de cría de aves marinas. Estimé unos 200 ejs, más unas 20 garzas reales.


En el rato que estuve aquí llegaron gaviotas, concretamente, unas 120 reidoras y unas 20 sombrías. Todas estas pasan el día en el CTRU de Zamora, alimentándose.
Después del vistazo desde la presa, me acerqué a la cercana localidad de Muelas del Pan, la orilla de enfrente, para acercarme al "mirador del puente" y echar un ojo al embalse desde aquí.
Descubrí una balsa de gaviotas de 187 reidoras, 21 sombrías y 1 cabecinegra de 2ºcy. Estaban bastante lejos pero, con la luz a favor que tenía en ese momento, se veían bastante bien. Lástima que mirar por el telescopio era un suplicio por el fuerte viento.

A ratos llovía y, cuando se juntaron el agua y el sol, se formó este bonito arco iris que casi justo nacía en mi posición. Imagen ideal para despedir la tarde y la jornada. A casa a meterme debajo de la manta...

miércoles, 13 de noviembre de 2013

12/11/2013. El pájaro con los colores del otoño

Mañana espectacularmente otoñal la de hoy porque ¡sí, el otoño es espectacular! Solo 5ºC en el termómetro cuando llegué a la ribera del río Esla, en Bretocino. Una ligera nieblina y nubes altas que hacían el día muy gris, por lo que los colores cálidos de las hojas de los árboles: amarillos, rojos, ocres y marrones, son como joyas que nos ofrece la naturaleza en estas fechas.
Día gris para el objetivo de mi salida, un pájaro también gris y que hará mi especie número 216 en mi participación en el BYlp. Hay varias señales que definen el otoño ornitológico en mi provincia tales como los bandos de aláudidos, los de limícolas, el paso migratorio del ánade friso, la creación de dormideros de milano real o la llegada masiva de pequeños paseriformes como el bisbita común, el petirrojo, los zorzales o el protagonista de hoy, el acentor común.
Para encontrarlo aposté por una ribera con zonas densas de zarzas, ramas viejas y hierbas altas, todo, cerca del pueblo de Bretocino ya que es sabido de lo que le gusta arrimarse al hombre en invierno a este pajarito montano.
No tardé en localizar al primero de oído y, al poquito, dí con uno que trasteaba en un montón de leña, rebuscando alimento en cada uno de los huecos por los que cabía. Por suerte, se subió a un árbol donde pude tomarle unas imágenes testimoniales. Pájaro gris, en un día gris y a contraluz, quedó esto.


En total vi 2 o 3 ejemplares en un trocito de ribera, huertas abandonadas y sotos que recorrí pero oí bastantes más.
El segundo protagonista del día fue una curruca mosquitera. ¡Jamás había visto una mosquitera más allá de septiembre! ¿Qué hace aquí a mediados de noviembre? Ahora os lo cuento. 
La localicé entre unas leñas también y se movía muy raro... ¡sustazo al canto! Pensé: "un sílvido marrón uniforme, haciendo movimientos raros (agitaba mucho las alas y la cola), escondedizo a ras de suelo y a mediados de noviembre..." ¡alerta! Comencé a disparar fotos a diestro y siniestro y me fui acercando. El pajarillo dió un vuelo con dificultad y fui cuando pude comprobar el problema del mismo. "No vuela bien", pensé. Se expuso en un árbol ya casi sin hojas y pude observarlo con atención. En este momento lo identifiqué como curruca mosquitera pero seguí acercándome. Tanto que, al final, pude cogerlo. El pájaro tenía una herida profunda y abierta a la altura del muslo derecho pero no sangraba. Por el estado de las plumas, debe llevar bastante tiempo arrastrándose por ahí. Mi opinión, es que tiene un tiro de un perdigonazo de carabina... Esta debe ser la causa de que una curruca mosquitera esté aquí aún, siendo un pájaro tan térmico.
Después de examinarlo la solté y se quedó un rato inmóvil en el suelo, lo que aproveché para hacerle unas fotos y poder ilustraros la batallita.


Ya en casa, repasando las fotos, me encontré con esta imagen. En el momento que descubrí a la curruca, estaba tan ensimismado dándole al botón de la cámara para documentar el pájaro "por si acaso" que no me percaté de lo que se había posado a su lado.. ¡un acentor común! Así que aquí os dejo una de las imágenes, la curruca a la derecha y el acentor a la izquierda.

Después de la ribera de Bretocino, me acerqué a su monte y, de ahí, hasta el azud de Santa Eulalia de Tábara. He observado un total de 58 especies de pájaros. No lo hago nunca pero, hoy, voy a poneros la lista entera porque me parece una buena cifra para una mañana de otoño, sosegada y disfrutada y, además, es una manera más de poner en valor los recursos ornitológicos de mi provincia. La ruta, como he dicho, fue: ribera del Esla (Bretocino)-monte (Bretocino)-azud de Santa Eulalia de Tábara.
Especies observadas por orden de aparición: lavandera blanca, lavandera cascadeña, andarríos chico, petirrojo, carbonero común, mirlo común, martín pescador, agateador común, garza real, ánade azulón, ruiseñor bastardo, busardo ratonero, chochín, pinzón vulgar, estornino pinto, mosquitero común, bisbita común, pico menor, herrerillo común, escribano soteño, azor común, pico picapinos, acentor común, curruca mosquitera, colirrojo tizón, zorzal común, gorrión común, paloma torcaz, zorzal alirrojo, mito, gallineta común, alcaudón real, corneja negra, aguilucho pálido, cogujada montesina, verderón común, gorrión chillón, cormorán grande, curruca rabilarga, urraca, perdiz roja, escribano montesino, pardillo común, tarabilla común, cernícalo vulgar, milano real, silbón europeo, porrón europeo, ánade friso, gaviota sombría, gaviota reidora, zampullín común, focha común, garceta grande, somormujo lavanco y jilguero.
Esta, es una de las cogujadas montesinas que se dejaron ver bien.

Y esta foto, es una prueba de que la Ley de Murphy se cumple a rajatabla. Si el escribano montesino ha sido la especie que más me ha costado conseguir en este Big Year 2013, a partir de que me lo quité en mi anterior visita al campo hoy, por supuesto, tenía que aparecer sin problemas...

Y uno de los dos andarríos chicos que vi. Este descansando en la presa que forma un pequeño azud en Bretocino.

Y aquí la responsable de calmar un poco al Esla aquí, la presa de Trabadillo. Al fondo, el puente que une los valles de Valverde, Tera y Polvorosa con la Tierra de Campos, de reciente construcción.

Y las sendas que he recorrido por aquí hoy.


El Esla aguas abajo de Bretocino y un poco antes de llegar al puente Quintos y al azud de Santa Eulalia, rinconcitos de mi local patch, para que los conozcáis.

También estuve disfrutando un rato con la observación de una nutria en un punto del río. 
Volviendo para casa ya, a medio camino entre Villarrín de Campos y Castronuevo de los Arcos, me encontré 15 buitres en el suelo. Supongo que la comida no estaría muy lejos porque no es normal que se tiren al suelo aquí si no es para comer.
Parece que, por fin, tenemos el primer frente frío del invierno a punto de entrar. ¡A ver si es verdad!

jueves, 7 de noviembre de 2013

06/11/2013. Monte y laguna


En mi afán por hacer un buen papel en el Big Year 2013 (modalidad local patch) hoy he visitado los dos hábitats más extremos que tengo, el monte mediterráneo (Santa Eulalia de Tábara) y las lagunas esteparias (Villafáfila). Al primero he ido con objetivos claros (escribano montesino, acentor común y reyezuelo sencillo) y, al segundo, porque noviembre siempre da alguna alegría en lugares con agua. El primero me lo ha dado todo pero el segundo nada aunque esto es normal debido a que el año está acabando, he exprimido mucho y ya queda muy poco "seguro" por anotar.
A las 08:45 hrs. comenzaba a caminar por el pequeño sendero que sube a El Castillón, el yacimiento arqueológico de la Edad del Hierro y del que os hablé en mi anterior entrada. El camino atraviesa el monte de encinas y jaras en paralelo al azud de Santa Eulalia, en el río Esla, lo que además permite ir controlando a las acuáticas. Al llegar a lo alto de la peña, mis vistas eran las que véis en las siguientes fotos.
En esta, un soto de colores otoñales de chopos, sauces y alisos en medio del encinar y a la orilla del Esla. Lo que véis pertenece a Granja de Moreruela.

Y estas son las peñas sobre las que estuve el otro día, también en Granja de Moreruela.

Personalmente, las observaciones de aves más interesantes que realicé fueron las de dos nuevas especies para mi lista del BY: herrerillo capuchino y escribano montesino. Contaba con ambas en mi participación pero, el segundo, me ha costado varias visitas a pesar de no ser raro en la zona, aunque sí localizado. Al herrerillo me lo encontré asociado, como suele suceder, a un grupo de páridos (carbonero común y herrerillo común) y otras especies como: mosquitero común, reyezuelo listado y petirrojos. Aunque contaba con él, no estaba en los deberes para hoy, ya que lo iba a buscar en las siguientes semanas en pinares de repoblación (el mismo día que fuera a buscar a su primo, el carbonero garrapinos). Pero bueno, viene bien ir adelantando deberes.
El escribano, como ya he dicho, me ha dado esquinazo varias veces que he ido EN EXCLUSIVA a buscarlo. Hoy ¡por fin! he dado con uno pero tampoco me ha dejado disfrutarlo demasiado, y no sería por ganas... Lo he visto cuando ya hacía el camino de vuelta entre El Castillón y el puente Quintos.
Del resto de aves he anotado lo típico de aquí hasta un total de 39 especies. De interés para nosotros, 7 garcetas grandes (como mínimo) que andaban con sus quehaceres diarios de pesca y vuelos sobre el río. Aquí os dejo un par de ellas. La primera, que me pasó sobre la cabeza nada más llegar, con muy poca luz aún por lo temprano y las abundantes nubes.

Y esta en una ínfima isla de vegetación junto a dos de sus primas más pequeñas, garcetas comunes.

También pude disfrutar de un reducido grupo de silbones que se intercalaban entre los abundantes azulones. Es la primera vez que los veo en este lugar, si bien es cierto que he comenzado a frecuentarlo con cierta rutina desde comienzos de este año.
Otra observación de interés ha sido la de un arrendajo. Esta especie tiene aquí, prácticamente, su límite de distribución oriental en Zamora. Aproximadamente, el río Esla (que cruza de norte a sur) hace de límite, por lo que las poblaciones al Este del río, ya son muy escasas y puntuales. Ya había visto esta especie aquí a primeros de julio pero siempre es agradable encontrarlo siendo tan escaso en esta zona.
Y la cuarta observación que destaco no es de un pájaro. Cuando me volvía, unos patos levantaron bruscamente de la orilla de enfrente. Desde luego, enseguida entendí que no lo hacían por mi culpa ya que había patos por toda la orilla y no se habían asustado. Me encaré los prismáticos y pude disfrutar, durante un par de minutos, de una sigilosa nutria que avanzaba por la orilla levantando, cada poco, a todas las anátidas que descansaban en la orilla. 
Unas fotos.
Cuando llegué a lo alto del peñasco, a primera hora de la mañana, estos tres buitres se estaban desperezando al otro lado del azud.

Una de las bandas sonoras del monte mediterráneo es un pequeño pájaro de discretos colores. No llama la atención por su vistosidad y, además, es muy sigiloso pero, cuando se pone a cantar, su melodiosa voz se impone al resto. ¡Qué sería de los encinares, robledales y jarales sin el canto de la totovía! Esta de hoy cantaba como si fuera primavera en cuanto las nubes dejaban pasar un poco el sol y, además, se dejó arrimar un poco para hacerle una foto y salir aquí.

El resto de aves eran de lo más común aquí. Destacaban quizá, por su abundancia, las currucas capirotadas, como el macho de la foto, ya junto al puente Quintos.

Y, como no, os dejo con una imagen del yacimiento que está siendo cuidado e investigado por voluntarios, de hasta 6 países diferentes, coordinados por la asociación "Zamora Protohistórica" desde hace 6 años.

Y, contento por mis especies números 213 y 214, me fui a la R.N. Lagunas de Villafáfila. 
La hora ya muy mala (12:00) y este tiempo primaveral, hacía que todo esté muy parado. Es cierto que hay muchas anátidas y te puedes entretener pero, desde hace semanas, no se nota movimiento.
Lo normal sería tener ya, en estas fechas, un par de miles de gansos y otro de grullas pero... ¡nada de nada!
En centroeuropa las temperaturas son, todavía, benignas y eso hace que no empujen pájaros hacia el sur.
Hoy ya he visto gansos pero solo he contado... ¡178 ejs.! en toda la Reserva... ¿A quién hay que reclamar?
Lo demás sigue todo, aproximadamente, como lo dejé en mi última visita. Por lo tanto, me limito a poneros algunas fotos.
Aquí, una vista de la Salina Grande desde la parte que denominamos entre nosotros como "la rasa de la Salina Grande". En esta foto hay ánsares comunes, azulones, cucharas, frisos, rabudos, tarros blancos... El fondo es el pueblo de Villafáfila.

Un pájaro que sí hay por miles, el bisbita común. Como el otro día puse una foto hecha en este mismo lugar pero a contraluz, hoy pongo otra a favor de luz pero, por desgracia, había una nube entre el sol y el pájaro en el momento de los disparos de la cámara. ¡Qué sería el otoño y el invierno sin el constante reclamo del bisbita común de fondo!

Al llegar, me recibió el pájaro que más me gusta de la fauna española. Este no es "uno de los que más me gustan" o "uno de mis favoritos", de los que tengo decenas. Este es el máximo, el número uno, un tótem para mi... es el alcaudón real, que vienen a pasar el invierno a la estepa.

Aquí, un precioso milano real (aunque la foto no le haga justicia) transportando su alimento. Es un ave pero no puedo saber cual (¿paloma?, ¿avefría?).

Bonita imagen de una persona junto a su perro fiel en lo alto de un teso.

Y, en una edificación de la Reserva, fotografié esto. Ya llevaba tiempo queriéndolo enseñar aquí pero nunca me acordaba de hacerle una foto. Hoy, que la cosa estaba floja, me entretuve con estos menesteres. 
Supongo que el autor, el día que lo hizo sobre el cemento fresco, quiso dibujar dos aves zancudas de gran pico, entiendo que cigüeñas blancas. Pero para los pajareros frikis, como yo, tienen una clara estampa de otra especie de cigüeña, pero de mucho más lejos. La de arriba un poco menos pero, la de abajo, me recuerda muchísimo a un marabú africano Leptoptilos crumeniferus, especie que, por cierto, pude disfrutar en mi último viaje, en Etiopía. Se dice que es el ave más fea del Mundo. 

Aquí os dejo una foto que pude hacer de marabú africano junto al lago Awassa, Etiopía, el pasado mes de febrero. Opinad vosotros mismos y comparad con los petroglifos de arriba.
Por cierto, como curiosidad, deciros que esta especie se ha citado en Villafáfila (1997) pero, como la inmensa mayoría de las observaciones de este gran pájaro en España, se dan por posibles escapes de núcleos zoológicos.
Hasta la próxima que cada día me enrollo más.