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jueves, 4 de mayo de 2017

Big Year al día. Abril

Con una serie de fotos os resumo lo que ha sido mi Big Year en la modalidad regional -Castilla y León- durante el mes de abril. 
Este mes he sumado, nada menos, que 56 especies. Está dentro de lo que esperaba pues mi experiencia de otros años me dice que es el mes que más se suma, después de enero (este por ser en el que se empieza, obviamente).
Abril me llevó hasta la palentina laguna de La Nava, hice una incursión a las leonesas graveras de Grulleros y pasé un fantástico fin de semana por la montaña palentina. En este último lugar sumé, además de un buen puñado de especies nuevas para el año, unas cuantas que no había visto nunca en Castilla y León y que también añado a mi lista regional histórica. Esto último fue la excusa principal por la que me decidí a hacer un gran año en esta modalidad y ya estoy en 306 sps. en mi vida vistas aquí.
Abril lo he cerrado con 222 sps. y este número me permite seguir en la parte alta de la tabla aunque cada vez se está poniendo más difícil mantenerse. La última semana de mes no pude salir al campo y esto lo he notado mucho. Incluso he renunciado a un par de especies de interés que aparecieron en León pero es que he tenido que bajar el pistón para no agobiarme... ¡Y sigo sin tener halcón peregrino con 4 meses de competición! Imperdonable. Podría haberlo hecho solo con acercarme a alguno de los nidos que conozco pero me niego a sacarlo tan fácil.
Os dejo un serial de imágenes que resumen el mes tan bonito que he tenido, con algunas de las especies nuevas u otras que completan esas jornadas por lagunas, montes, riberas o montañas.
Polluela pintoja en la laguna de La Nava, Fuentes de Nava, Palencia. Encontrada junto a Manuel Rodríguez y, por suerte, luego vista por un montón de gente.

Porrón pardo en las graveras de Grulleros, León. Están trabajando bien los amigos leoneses...


Agateador euroasiático en el hayedo del puerto de Piedrasluengas, Palencia.

Carbonero palustre en el hayedo del puerto de Piedrasluengas, Palencia.

Escribano cerillo en Herreruela de Castillería, Palencia.

Chovas piquigualdas en El Golobar, Brañosera, Palencia.

Chovas piquigualdas y una piquirroja en El Golobar, Brañosera, Palencia. A ver si sacáis la intrusa en un ejercicio visual de identificación...

Mirlo acuático en Cervera de Pisuerga, Palencia.

Vencejo real en Muelas del Pan, Zamora.

Garza imperial en Toro, Zamora.

Pechiazul en El Golobar, Brañosera, Palencia.

Acentor común en El Golobar, Brañosera, Palencia.

Espátulas comunes en la R.N. Lagunas de Villafáfila, Zamora.

Pájaro moscón en Coreses, Zamora.

Chova piquirroja en Ricobayo de Alba, Zamora.

Avutardas en Fuentesecas, Zamora.

Milano negro en Almaraz de Duero, Zamora.

Pardillo común en Coreses, Zamora.

Familia de cárabos europeos en el hayedo de Piedrasluengas, Palencia.

Y, por supuesto, si andas por el campo, no solo ves aves...
Gato montés en Camasobres, Palencia.

Nutria en Toro, Zamora.

Saturnia pavonia en Herreruela de Castillería, Palencia.

Aglia tau en el hayedo de Piedrasluengas, Palencia. Todo un "pepinazo" en el mundo de los heteróceros.

Y las instantáneas que llenan las mentes de los naturalistas para siempre...
Imágenes de la laguna de La Nava, Fuentes de Nava, Palencia.

Valdecebolla desde El Golobar, en la subida a Sel de la Fuente, Brañosera, P.N. Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, Montaña Palentina.

Herreruela de Castillería desde Casa Castillería. Palencia. Es una casa rural que recomiendo a todo el mundo. Casona rehabilitada hace unos años, con todos los detalles necesarios para pasar un fin de semana impresionante en el corazón de la Montaña Palentina.

Hayedo de Piedrasluengas, P.N. Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, Montaña Palentina.

P.N. de Picos de Europa desde el mirador del puerto de Piedrasluengas, P.N. Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, Montaña Palentina.

Y este mes debo agradecer a muchos amigos su ayuda para con algunas especies o por su grata compañía en algunos momentos: Manuel Rodríguez, Nuria Álvarez-Acevedo, Fernando Jubete, Alberto Benito, J.Alberto Fdez. Ugarte, Martín Rey, J.Alfredo Hernández, Maribel Martín, Pepe San Román y muchos otros que han compartido el mes conmigo de una manera u otra...

jueves, 17 de marzo de 2016

16/03/2016. Sayago y Villafáfila

Ayer hice una jornada de campo completa, dividida en dos partes. Ha sido mi primer día de vacaciones y quería empezarlas haciendo lo que más me gusta de manera masiva. 
Así arranqué la jornada adentrándome en el suroeste provincial, por la comarca de Sayago para, después, ir volviendo hacia el noreste, por la comarca de Alba y acabar el día en Villafáfila con la intención de realizar un control sobre el dormidero de gaviotas que se está formando en estos días y que es inmenso, luego os cuento.
Voy a omitir los kilómetros que hice porque, fijo, alguno me saldrá con el tema de la huella ecológica y todas esas cosas. ¡Qué más quisiera yo que poder hacerlo sin contaminar lo más mínimo! Pero hoy por hoy me resulta imposible.
Mi único objetivo serio para tierras sayaguesas era el de detectar alguna de las aves estivales que deberían haber ido saliendo en estos días y que se estaban haciendo de rogar; una excusa como otra cualquiera para cambiar de mi hábitat natural, los humedales.
Estamos a mediados de marzo y aún no había visto mi primer milano negro en esta provincia, así que fui a lo seguro y mi primera parada la hice en el CTR. de Zamora capital. Aquí había una buena concentración de esta rapaz, con unos 150 ejs. estimados. Lo ocupaban todo, cielo, suelo y todos los apoyos eléctricos de la zona.

Además aún quedaban un puñado de gaviotas reidoras (+60), gaviotas sombrías (6) y cigüeñas blancas (+70).

Mi siguiente parada sería la presa del embalse de Almendra o salto de Villarino. Pero antes, por el camino, vi mi primer alimoche del año a la altura de Bermillo de Sayago.
La presa de Villarino está en el límite de las provincias de Zamora y Salamanca y es la presa más alta de España. Es una atalaya excelente para ver grandes rapaces y disfrutar de las imponentes vistas que ofrecen aquí las arribas del río Tormes. Es un lugar ideal para disfrutar de buitres leonados, alimoches, águilas reales, cigüeñas negras, vencejos reales, golondrinas dáuricas, roqueros solitarios, con suerte águila perdicera, y otras muchas especies típicas de estas depresiones rocosas. Además las observaciones suelen ser muy agraciadas porque las rapaces remontan desde abajo, gracias a la gran altura de la presa, y las vas viendo subir hasta que llegan a tu altura y, al salir del cañón, te sobrevulean bastante cerca. 

No tuve suerte ayer con las águilas pero sí pude disfrutar de cerca a buitres leonados y alimoches. La silueta de vuelo del alimoche sigue pareciéndome espectacular.

Desde la presa bajé garganta abajo hasta un precioso rincón conocido como La Cicutina, ya en Fermoselle. Aquí puedes seguir disfrutando de las grandes aves y, además, de multitud de pajarillos del monte mediterráneo. Es la misma arriba que ves desde la presa pero, ahora, estás metido dentro del cañón. Petirrojos, pinzones, ruiseñores bastardos, mitos, mirlos comunes, zorzales comunes y trepadores azules, lo inundaban todo con su canto.
Pocas aves de este hábitat me parecen tan bonitos como el trepador azul.

Para parar a comer elegí una de las atalayas sobre el Duero que más me gustan y que conocí hace años, la Peña del Cura, en Pinilla de Fermoselle. La hora no era la mejor por la posición de la luz pero, aún así, pude sacar un buen puñado de pajarillos. Entre ellos las abundantes, aquí, currucas cabecinegras, las primeras currucas carrasqueñas del año o los cantarines verdecillos, que ayer no daban tregua. Además me sobrevolaron 5 vencejos reales, los primeros para mi también este año y, a lo lejos, se cernía una culebrera en busca de reptiles.
Además pude dedicar un rato a las mariposas observando: Pararge aegeria, Papilio machaon, Iphiclides podalirius y Pieris brassicae.
La culebrera prospectando el terreno desde las alturas, parada en el aire.

Desde Pinilla seguí subiendo al norte, pasando por lugares preciosos como: Fornillos de Fermoselle, Palazuelo de Sayago, Fariza o Badilla, entre otros. Hice varias paradas en varios puntos que me ayudaron a ir sumando especies a la lista del día, que acabó en 66 especies solo para la zona montana, sin contar lo que vería después en Villafáfila.
Este mosquitero común hacía honor a su nombre cazando estos insectos alados sobre la ribera que atraviesa la población de Badilla.

Después de acercarme brevemente a la presa de Mirando do Douro (Portugal) puse rumbo a otro de mis lugares favoritos, el salto de Villalcampo. Aquí añadí mis primeros mosquiteros ibéricos del año, pude disfrutar de la parada nupcial de una pareja de culebreras, del paso fugaz pero pletórico de un azor y de los pajarillos más bellos que pueblan este lugar ahora, el martín pescador y la lavandera cascadeña.
De interés también estuve mirando los galápagos en el lugar habitual. Aún no deben estar muy activos y vi solo 1 galápago leproso adulto pero, además, estaba acompañado por 2 galápagos de Florida, adultos también. Al menos uno de ellos era de la subespecie elegans, como podéis ver en las fotos. La otra no me enseñó la cabeza. Especie exótica invasora que jamás debió llegar aquí.

Esta sí es nuestra, un precioso galápago leproso.

Y siguiendo con especies exóticas invasoras, el embalse de Almendra tiene fama de albergar titanes en forma de carpas comunes. Para verlos solo hay que asomarse a la presa y veréis que impresionantes peces se mueven por ahí. La carpa común o europea Cyprinus carpio también es una especie introducida. Su origen debe estar en los ríos de curso lento y grandes lagos de la Europa oriental y Asia. Desde ahí se distribuyó por todo el Mundo ya que es apreciada para practicar la pesca y como animal ornamental. Hoy por hoy está en la "Lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del Mundo", que edita y mantiene la UICN.

Ya hace 2000 años los romanos mercadeaban con ella. Hoy por hoy es un plato típico de su zona de origen. Yo, por ejemplo, la he comido en Turquía donde, por cierto, la hacen muy rica, frita y con picante. Pero creo que en España no tiene mucho éxito gastronómico.

Para finalizar con esta parte del día, una miscelánea con algunos de los lugares que visité.
Presa de Almendra o salto de Villarino, recordemos, la presa más alta de España.

Fuente tradicional en Fornillos de Fermoselle. Fijaros en esas piedras trabajadas en forma de pila para abrevar el ganado.

Cortinas de piedra típicas de las comarcas zamoranas de Sayago y Aliste y, también, de su límite con la comarca de la Tierra del Pan. Este es un paisaje típico, en Palazuelo de Sayago.

Esplendor en la ribera de Badilla.

Las arribas que pueden verse sentado en la Peña del Cura, Pinilla de Fermoselle. Un placer que roza la perversión. Allí abajo vuelan buitres, alimoches, grandes águilas y cigüeñas negras.

Y llegué a Villafáfila, con las últimas luces del día. 
Tres días antes, Pepe San Román y J.Javier Orduña, contaron 3720 gaviotas reidoras entrando a dormir a las lagunas de Salina Grande y Barillos. Yo no puedo estar ajeno a semejante espectáculo así que ayer fue el día de contarlas. Desde el día 14, que fue cuando salió esa cifra, hasta hoy han debido bajar bastante. Además ellos contaron dos lagunas simultáneamente y yo como, de momento, no tengo el don de dividirme en dos, solo conté las de la Salina Grande. 
Al ser completamente de noche había sobre la laguna 1123 gaviotas reidoras y 16 gaviotas sombrías.
Vista de parte de la Salina Grande desde la balsa de la depuradora.

Tuve que esperar un rato a que entraran todas las gaviotas que andaban por los alrededores. En ese tiempo conté algunas cosas de interés como: zampullín cuellinegro (6), porrón europeo (39) y porrón moñudo (17). El resto de especies siguen siendo las que os he ido contando en estos últimos días. Además pude ver mi primer pechiazul del paso prenupcial, que trasteaba entre la junquera de los bordes de la laguna.
A este tractor lo seguían unas 200 reidoras y media docena de cigüeñas blancas.

La primera sombría que llegó, un adulto.

Y me entretuve con esas otras cosas que tienen los atardeceres de Villafáfila. 
Las nubes rosas que se ciñen, literalmente, a lo de nubes de algodón pero que, aquí, son de algodón de azúcar.

Y la luna en su cuarto creciente, camino de llenarse en pocos días y volver a ofrecer un espectáculo por enésima vez... ¡y es gratis!