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jueves, 17 de marzo de 2016

16/03/2016. Sayago y Villafáfila

Ayer hice una jornada de campo completa, dividida en dos partes. Ha sido mi primer día de vacaciones y quería empezarlas haciendo lo que más me gusta de manera masiva. 
Así arranqué la jornada adentrándome en el suroeste provincial, por la comarca de Sayago para, después, ir volviendo hacia el noreste, por la comarca de Alba y acabar el día en Villafáfila con la intención de realizar un control sobre el dormidero de gaviotas que se está formando en estos días y que es inmenso, luego os cuento.
Voy a omitir los kilómetros que hice porque, fijo, alguno me saldrá con el tema de la huella ecológica y todas esas cosas. ¡Qué más quisiera yo que poder hacerlo sin contaminar lo más mínimo! Pero hoy por hoy me resulta imposible.
Mi único objetivo serio para tierras sayaguesas era el de detectar alguna de las aves estivales que deberían haber ido saliendo en estos días y que se estaban haciendo de rogar; una excusa como otra cualquiera para cambiar de mi hábitat natural, los humedales.
Estamos a mediados de marzo y aún no había visto mi primer milano negro en esta provincia, así que fui a lo seguro y mi primera parada la hice en el CTR. de Zamora capital. Aquí había una buena concentración de esta rapaz, con unos 150 ejs. estimados. Lo ocupaban todo, cielo, suelo y todos los apoyos eléctricos de la zona.

Además aún quedaban un puñado de gaviotas reidoras (+60), gaviotas sombrías (6) y cigüeñas blancas (+70).

Mi siguiente parada sería la presa del embalse de Almendra o salto de Villarino. Pero antes, por el camino, vi mi primer alimoche del año a la altura de Bermillo de Sayago.
La presa de Villarino está en el límite de las provincias de Zamora y Salamanca y es la presa más alta de España. Es una atalaya excelente para ver grandes rapaces y disfrutar de las imponentes vistas que ofrecen aquí las arribas del río Tormes. Es un lugar ideal para disfrutar de buitres leonados, alimoches, águilas reales, cigüeñas negras, vencejos reales, golondrinas dáuricas, roqueros solitarios, con suerte águila perdicera, y otras muchas especies típicas de estas depresiones rocosas. Además las observaciones suelen ser muy agraciadas porque las rapaces remontan desde abajo, gracias a la gran altura de la presa, y las vas viendo subir hasta que llegan a tu altura y, al salir del cañón, te sobrevulean bastante cerca. 

No tuve suerte ayer con las águilas pero sí pude disfrutar de cerca a buitres leonados y alimoches. La silueta de vuelo del alimoche sigue pareciéndome espectacular.

Desde la presa bajé garganta abajo hasta un precioso rincón conocido como La Cicutina, ya en Fermoselle. Aquí puedes seguir disfrutando de las grandes aves y, además, de multitud de pajarillos del monte mediterráneo. Es la misma arriba que ves desde la presa pero, ahora, estás metido dentro del cañón. Petirrojos, pinzones, ruiseñores bastardos, mitos, mirlos comunes, zorzales comunes y trepadores azules, lo inundaban todo con su canto.
Pocas aves de este hábitat me parecen tan bonitos como el trepador azul.

Para parar a comer elegí una de las atalayas sobre el Duero que más me gustan y que conocí hace años, la Peña del Cura, en Pinilla de Fermoselle. La hora no era la mejor por la posición de la luz pero, aún así, pude sacar un buen puñado de pajarillos. Entre ellos las abundantes, aquí, currucas cabecinegras, las primeras currucas carrasqueñas del año o los cantarines verdecillos, que ayer no daban tregua. Además me sobrevolaron 5 vencejos reales, los primeros para mi también este año y, a lo lejos, se cernía una culebrera en busca de reptiles.
Además pude dedicar un rato a las mariposas observando: Pararge aegeria, Papilio machaon, Iphiclides podalirius y Pieris brassicae.
La culebrera prospectando el terreno desde las alturas, parada en el aire.

Desde Pinilla seguí subiendo al norte, pasando por lugares preciosos como: Fornillos de Fermoselle, Palazuelo de Sayago, Fariza o Badilla, entre otros. Hice varias paradas en varios puntos que me ayudaron a ir sumando especies a la lista del día, que acabó en 66 especies solo para la zona montana, sin contar lo que vería después en Villafáfila.
Este mosquitero común hacía honor a su nombre cazando estos insectos alados sobre la ribera que atraviesa la población de Badilla.

Después de acercarme brevemente a la presa de Mirando do Douro (Portugal) puse rumbo a otro de mis lugares favoritos, el salto de Villalcampo. Aquí añadí mis primeros mosquiteros ibéricos del año, pude disfrutar de la parada nupcial de una pareja de culebreras, del paso fugaz pero pletórico de un azor y de los pajarillos más bellos que pueblan este lugar ahora, el martín pescador y la lavandera cascadeña.
De interés también estuve mirando los galápagos en el lugar habitual. Aún no deben estar muy activos y vi solo 1 galápago leproso adulto pero, además, estaba acompañado por 2 galápagos de Florida, adultos también. Al menos uno de ellos era de la subespecie elegans, como podéis ver en las fotos. La otra no me enseñó la cabeza. Especie exótica invasora que jamás debió llegar aquí.

Esta sí es nuestra, un precioso galápago leproso.

Y siguiendo con especies exóticas invasoras, el embalse de Almendra tiene fama de albergar titanes en forma de carpas comunes. Para verlos solo hay que asomarse a la presa y veréis que impresionantes peces se mueven por ahí. La carpa común o europea Cyprinus carpio también es una especie introducida. Su origen debe estar en los ríos de curso lento y grandes lagos de la Europa oriental y Asia. Desde ahí se distribuyó por todo el Mundo ya que es apreciada para practicar la pesca y como animal ornamental. Hoy por hoy está en la "Lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del Mundo", que edita y mantiene la UICN.

Ya hace 2000 años los romanos mercadeaban con ella. Hoy por hoy es un plato típico de su zona de origen. Yo, por ejemplo, la he comido en Turquía donde, por cierto, la hacen muy rica, frita y con picante. Pero creo que en España no tiene mucho éxito gastronómico.

Para finalizar con esta parte del día, una miscelánea con algunos de los lugares que visité.
Presa de Almendra o salto de Villarino, recordemos, la presa más alta de España.

Fuente tradicional en Fornillos de Fermoselle. Fijaros en esas piedras trabajadas en forma de pila para abrevar el ganado.

Cortinas de piedra típicas de las comarcas zamoranas de Sayago y Aliste y, también, de su límite con la comarca de la Tierra del Pan. Este es un paisaje típico, en Palazuelo de Sayago.

Esplendor en la ribera de Badilla.

Las arribas que pueden verse sentado en la Peña del Cura, Pinilla de Fermoselle. Un placer que roza la perversión. Allí abajo vuelan buitres, alimoches, grandes águilas y cigüeñas negras.

Y llegué a Villafáfila, con las últimas luces del día. 
Tres días antes, Pepe San Román y J.Javier Orduña, contaron 3720 gaviotas reidoras entrando a dormir a las lagunas de Salina Grande y Barillos. Yo no puedo estar ajeno a semejante espectáculo así que ayer fue el día de contarlas. Desde el día 14, que fue cuando salió esa cifra, hasta hoy han debido bajar bastante. Además ellos contaron dos lagunas simultáneamente y yo como, de momento, no tengo el don de dividirme en dos, solo conté las de la Salina Grande. 
Al ser completamente de noche había sobre la laguna 1123 gaviotas reidoras y 16 gaviotas sombrías.
Vista de parte de la Salina Grande desde la balsa de la depuradora.

Tuve que esperar un rato a que entraran todas las gaviotas que andaban por los alrededores. En ese tiempo conté algunas cosas de interés como: zampullín cuellinegro (6), porrón europeo (39) y porrón moñudo (17). El resto de especies siguen siendo las que os he ido contando en estos últimos días. Además pude ver mi primer pechiazul del paso prenupcial, que trasteaba entre la junquera de los bordes de la laguna.
A este tractor lo seguían unas 200 reidoras y media docena de cigüeñas blancas.

La primera sombría que llegó, un adulto.

Y me entretuve con esas otras cosas que tienen los atardeceres de Villafáfila. 
Las nubes rosas que se ciñen, literalmente, a lo de nubes de algodón pero que, aquí, son de algodón de azúcar.

Y la luna en su cuarto creciente, camino de llenarse en pocos días y volver a ofrecer un espectáculo por enésima vez... ¡y es gratis!

martes, 20 de mayo de 2014

19/05/2014. Carroñeras hambrientas por Tierra de Campos

La gente en general siempre suele asociar a las grandes rapaces carroñeras con las zonas de montaña, cortados o las paredes rocosas en los cursos fluviales. Y es cierto que utilizan estas zonas durante gran parte de su vida, como lugar de descanso y, sobre todo, como lugar de reproducción. Las aves especializadas exclusivamente en el consumo de carroña (animales muertos), en España, son 4: alimoche común, buitre negro, buitre leonado y quebrantahuesos. No me resisto a decir que hay una quinta, el buitre moteado, que es un divagante africano cuya observación cada vez es más frecuente en nuestro país, sobre todo, en el sur de la península cuando llega asociado a los buitres leonados que pasan el invierno, o parte de sus primeros años de vida, alimentándose de grandes herbívoros en las extensas sabanas africanas.
De las 4 especies comunes, 2 son reproductoras en la provincia de Zamora: alimoche y buitre leonado; y la tercera, el buitre negro, es de presencia cada vez más común, sobre todo, aves jóvenes en sus primeros 4 años de vida (subadultos).
El alimoche y el buitre leonado crían en los cortados fluviales de la provincia, las arribas del Duero y el Esla principalmente. El primero, incluso, en cortados de la zona de la Sierra de la Culebra y Carballeda. 
Fuera de la población reproductora tenemos una numerosa actividad de aves subadultas que patrullan la provincia en busca de alimento. La misma Sierra de la Culebra y las sierras del noroeste acaparan gran parte de esta población que prospecta el territorio en busca de cadáveres, principalmente, de la cabaña ganadera bovina de esas zonas. 
Pero no es raro encontrarse a estos enormes voladores en los cielos de la Tierra de Campos zamorana, así como en la comarca toresana y en la zona de La Guareña. Quizá aquí su sustento sea el ganado ovino, mucho más abundante que el bovino.
Pero corren malos tiempos para los buitres. Con los episodios de las "vacas locas" y la peste porcina, y la estricta regulación que el Estado sometió al abandono tradicional de cadáveres en el campo, las grandes carroñeras lo están pasando muy, muy mal. Antes, cuando a un ganadero se le moría una oveja, un cerdo o una vaca, tenía claro que el sitio para dejarlo era el muladar del pueblo, lo que en muchos sitios se llamaban "los hoyos". Era donde se dejaban las cabezas de ganado muerto para satisfacción de buitres, alimoches, milanos negros y reales, zorros, etc...  Cualquier paisano de un pueblo, de cualquier rincón de Zamora, te cuenta como siempre vivió las pitanzas de estos monarcas del cielo que se hacían plebeyos en el fragor de la batalla por la carne muerta. Hoy en día es muy difícil ver algo así por aquí, a no ser que alguna oveja muera en medio de la nada o una vaca o un caballo lo hagan en lo alto de la montaña.
Entonces, si no hay ganado muerto al alcance de los buitres terracampinos ¿qué buscan por aquí? Pues animales de menor porte, lo que sea, porque están pasando mucho hambre. Y las carreteras les proporcionan este alimento...
Hoy he visitado la R.N. Lagunas de Villafáfila por la mañana y, además de limícolas, anátidas, estérnidos y las aves típicas del lugar, he visto buitres. Y buitres buscándose la vida, además.
En el giro de un camino, junto al mismo pueblo de Villafáfila, los restos de una liebre atropellada eran malcomidos por un alimoche común. Ante la sorpresa de mi coche, el pequeño buitre blanco y negro y de cara amarilla preciosa, levantó el vuelo.

Se posó a unos 200 metros esperando a que yo me fuera para volver a rebañar lo que apenas eran unos pocos tendones de las patas traseras del lagomorfo.

Al final de la mañana, cuando me volvía a casa otra liebre, atropellada también, alimentaba a un imponente buitre leonado. Había tomado posesión del cadáver a pesar de tener a varios milanos negros alrededor de él. Tuve que parar el coche en medio de la carretera (provincial) para disfrutar del momento. 

La verdad es que da un poco de pena ver a una de estas aves tan bien dotadas para el consumo de grandes herbívoros, alimentándose de una liebre. Ese pico, capaz de abrir el cuero de una vaca, tiene que buscarse la vida para hurgar en las entrañas de un animal de 3 kilos...

Cuando ya no me quedó más remedio, tuve que pasar a su lado. Se apartó de en medio de la carretera pero se quedó a unos 15 metros de esta, lo que me permitió tomarle alguna foto para que lo veáis en detalle. Un adulto precioso (se puede ver por la gola de plumón blanco en la base del cuello y el pico del mismo color).

Y una panorámica con la extensa llanura de fondo, lejos de la imagen típica que el público en general tiene de estas aves.

¿Y la Reserva? Pues a parte del alimoche en Villafáfila y el buitre leonado en Castronuevo, la mañana estuvo entretenida pero lejos de una jornada para el recuerdo. La segunda quincena de mayo es un momento de transición. Se acaba el paso prenupcial y todo comienza a llenarse de pollos de las reproductoras, mientras el agua se va perdiendo a pasos agigantados. Aunque estas semanas deparan alguna sorpresa todos los años, así que a ver si hay suerte...
Todavía pude anotar 14 especies de limícolas destacando, por su buen número, los chorlitejos grandes (127 ejs.), que está en su mejor mes del año. A parte de este y las tres reproductoras más comunes (avefría, cigüeñuela y avoceta) pude ver: chorlito gris, aguja colinegra, aguja colipinta, archibebe común, andarríos chico, correlimos común, correlimos tridáctilo, correlimos gordo, archibebe oscuro y combatiente.
Vi ejemplares de las dos especies de fumareles, común y cariblanco. Y 5 espátulas se buscaban la vida en la poco visitada laguna de Las Salinas, en Villarrín de Campos. ¿Y por qué yo fui hoy por allí? Pues porque, el día 09, Mariano Rodríguez descubrió una garcilla cangrejera que se ha vuelto a ver dos veces desde entonces. La última ayer, por Juan Sagardía. Yo, hoy, ni rastro de ella y ya la he buscado dos días...
De interés también, que la gaviota cabecinegra emparejada con una gaviota reidora sigue incubando en su nido, y dándose relevos  con su socia. Tengo ganas de ver que sale de ahí...
Y de enhorabuena estamos también por los zampullines cuellinegros. Ya se puede ver a una pareja incubando en un islote de la Salina Grande. He estimado hoy un mínimo de 5 parejas, pero casi seguro que hay más. Recordemos que solo es la SEGUNDA cita de cría para la provincia, en toda la historia conocida.
Y, por completar este rollo que he metido hoy, unas fotos de lo que le pasa a un pequeño y esquivo migrante, acostumbrando a moverse en lo más profundo de la vegetación leñosa cuando es sorprendido en medio de la estepa... ¡qué no sabe donde meterse! Aquí el amigo zarcero común.



Hoy el viento del suroeste pegó durísimo. Era un infierno mirar por el telescopio a los lejanos limícolas. Seguramente me he dejado mucho pájaro pero es lo que hay en días como hoy...
En esta foto, lo agitada que estaba la Salina Grande. El agua marrón y las "olas" de la superficie os darán una idea de como soplaba Eolo hoy.

Y unas panorámicas de Las Salinas, entre Otero de Sariegos y Villarrín. Una pena que sean tan incómodas de controlar, lo que hace que vayamos muy poco.


miércoles, 7 de mayo de 2014

03/05/2014. ¡Chorlito dorado americano en Villafáfila!

El pasado día 03 de mayo, Antonio Sandoval y yo, pudimos ver un chorlito dorado americano Pluvialis dominica en una zona de la Salina Grande, Villafáfila, R.N. Lagunas de Villafáfila. Este es el dato, histórico sin duda, y ahora paso a contaros la historia.
En la mañana del 01 de mayo, Manuel Rodríguez pasó la mañana de pajareo por la Reserva. Este fue el primer día de paso de limícolas notorio que hemos tenido esta primavera, si bien bajo en número de ejemplares, se pudo comprobar que los migrantes menos comunes pero regulares recalaron en la Reserva. Entre todas sus observaciones de este día comentó, en círculos cerrados, que había visto un chorlito diferente al resto, dando una serie de características que le hicieron pensar, y a mi personalmente también, en que había visto un chorlito dorado americano. Esta especie es rareza a nivel nacional pero todos los años se citan ejemplares en algún punto de la geografía española destacando, por el número de observaciones, la costa gallega y Canarias (como suele suceder con todas estas especies de origen neártico). Por lo tanto, una observación de esta especie en un humedal interior se antoja mucho más inusual si cabe. Así quedó la cosa.
En mi visita de la mañana del día 03, llevaba el comentario de Manu en la cabeza pero siendo consciente de que era una observación que había que tomar con prudencia. Este día recibía en mi local patch la visita del ilustre pajarero gallego Antonio Sandoval, autor del afamado libro "¿Para qué sirven las aves?", que en pocos meses ya se ha convertido en una lectura de culto dentro de los círculos ornitológicos, y fuera de ellos también. De hecho, el libro ya va por su segunda edición y desde aquí, aunque ya lo hice en su momento, vuelvo a recomendarlo tanto para pajareros expertos como para iniciados y, sobre todo, para las gentes de fuera del ámbito pajarero. ¡Es más! sobre todo se lo recomiendo a ellos porque muchos de nosotros ya sabemos para que sirven las aves y que nos aportan a nivel individual.
Una mañana de campo con Antonio, Toñete para los amigos, no puede más que enriquecerte. Lleva viendo pájaros desde hace décadas y, aunque su pasión son las aves marinas (seguramente sea el pajarero de Europa que más horas lleva observándolas desde tierra en su querida Estaca de Bares) no desdeña cualquier otro pájaro que llevarse a los prismáticos.
A eso de las 08:30 y mientras mirábamos un nutrido y variados grupo de limícolas en la zona de la Rasa de la Salina Grande, llegó uno que rápidamente llamó nuestra atención. Enseguida nos puso nerviosos porque sabíamos que no era una de las especies que habíamos estado viendo hasta ese momento y, a la vez, frustrados por el fuente contraluz y la distancia que teníamos. De un primer vistazo comprobamos que se trataba de un chorlito pequeño, con una proyección primaria potente, pico pequeño y fino, cabeza redonda y una ceja que llamaba mucho la atención vista en el telescopio, incluso en la sombra del contraluz. Se posó junto a agujas colipintas y era notablemente más pequeño que ellas.
Decidimos rodear al grupo para intentar ponernos la luz lo más a favor posible pero antes quise tomarle unas fotos, por si acaso, a pesar de la mala luz y la distancia. 
Durante el recorrido de esos escasos metros, el pájaro voló y lo perdimos de vista.
Ambos estábamos seguros de que, en los pocos segundos que duró la observación, habíamos visto un chorlito dorado americano pero esperábamos ver las malas fotografías en casa para confirmarlo antes de dar la voz de alarma en la comunidad ornitológica. Tengamos en cuenta que es la primera cita para Castilla y León y, aún no tengo datos, pero podría ser la primera o, en su caso, una de las pocas en el interior del país.
Aquí tenéis las primera de las 5 únicas fotos que pude tomarle y que, además, es la única en que se le ve decentemente.
 Acompañado de 4 agujas colipintas.

En esta otra, que no había enseñado aún, se le ve de espaldas entre dos chorlitos grises. La foto es muy, muy mala pero sirve para ver la diferencia de tamaño entre el yankee y los grises.

Solo que hubiera aguantado un par de minutos desde que nos pusimos la luz a favor, hubieran bastado para poder mostraros mejores imágenes.
La mañana con Toñete fue fantástica. Este día tuvimos un gran paso de limícolas y hubo entrada durante toda la mañana. A eso de las 12:00 hrs. nos acercamos al monte de Bretocino para que el gallego pudiera ver alguna de las especialidades de la zona, aunque la hora no era muy buena y solo pudo llevarse unas buenas observaciones de escribano hortelano. Cuando lo dejé en su hospedaje, yo volví a hacer un pequeño recorrido por si relocalizaba al chorlito, sin éxito.
En total me anoté este día 24 especies de limícolas, ¡a solo 2 de mi récord de 26 en una jornada!

No voy a poneros cantidades pero fueron estas: cigüeñuela común, avoceta común, avefría europea, chorlitejo chico, chorlitejo grande, chorlitejo patinegro, chorlito dorado americano, chorlito dorado europeo, chorlito gris, vuelvepiedras común, correlimos gordo, correlimos tridáctilo, correlimos de Temminck, correlimos zarapitín, correlimos común, correlimos menudo, combatiente, aguja colipinta, zarapito trinador, archibebe oscuro, archibebe claro, archibebe común, andarríos chico y andarríos grande.
Sencillamente... ¡espectacular!
Agujas colipintas.

Chorlito gris en plumaje nupcial.

Correlimos gordos.

Zarapitos trinadores.

Archibebe claro, en primer término, y agujas colipintas.

Chorlitejo patinegro.

Andarríos chico.

Os adelanto que, en dos visitas sucesivas a estas y de las que ya os hablaré, he podido añadir alguna especie de limícola más como: aguja colinegra, zarapito real y andarríos bastardo. Por lo tanto, he visto 27 especies de este grupo de aves en 3 días...
Pero con Toñete, además, vimos otras cosas de interés: zampullín cuellinegro, gaviota cabecinegra, fumarel común, fumarel cariblanco, gaviota patiamarilla o espátula común, fueron alguna de las delicias.
La tarde de este día 03 de mayo la pasé, yo solo, en la ZEPA "Cañones del Duero" en Villaseco del Pan. La tarde no se me dio tan bien como esperaba pero pude disfrutar con alimoches, águilas reales, currucas mirlonas, chovas piquirrojas y otros pájaros de interés. Ya por la noche hice unas estaciones de escucha en la zona de Almaraz de Duero donde pude oír: chotacabras cuellirrojo, búho real, búho chico y lechuza común.
La visita a Villafáfila del día 04, junto a Cristian, tenía el claro objetivo de relocalizar el chorlito estrella pero no tuvimos suerte. El paso de limícolas había menguado considerablemente y algunas especies ni estaban y, las que permanecían, había bajado sus números a la mitad. Volvimos a ver, más o menos, las mistas especies que el día anterior pero en números mucho más bajos.
Volviendo de Villafáfila y en el término municipal de Castronuevo, casi me como dos buitres que estaban alimentándose de los restos de una liebre atropellada en medio de la carretera. Uno de ellos me llamó la atención enseguida por la palidez de su plumaje. Llevaba todo el equipo guardado pero, rápidamente, pude sacar las cámaras y hacerle algo testimonial para que podáis verlo.
En mis años en Burgos vi miles de buitres y jamás había visto ninguno como este. Sí que es verdad que hay individuos viejos que son muy pálidos pero nunca jamás había visto nada igual a esto. Me recuerda, incluso, a un buitre de El Cabo, algo imposible aquí. ¿Alguna idea o comentario?



Otras cosas de interés de estas últimas jornadas.
El día 02 estuve, en compañía de Carlos Ramírez, por las graveras de Coreses, donde el paso estaba muy flojo. Lo único que vimos de interés fue comprobar que seguía el macho de pato colorado, que ya va a hacer el mes en el lugar desde que lo descubrí.

A día de hoy sigue el macho de aguilucho papialbo en Vezdemarbán. Yo lo visité los días 01 y 05, este último para acompañar a otro amigo gallego, David Calleja, que lo pudo disfrutar muy bien.
La madrugada del día 06 la dediqué a hacer un recorrido por la comarca toresana. Tuve la gran suerte de poder VER, que no solo oír o detectar, a todas las rapaces nocturnas de la provincia de Zamora en una sola noche: búho real, búho campestre, búho chico, autillo, lechuza común, cárabo común y mochuelo europeo. De suplemento, también, oí a los dos chotacabras, europeo y cuellirrojo.
Los autillos se portaron muy bien, sobre todo uno.


Y, para acabar esta larga entrada, unas fotos de estas últimas jornadas de campo.
Escribano hortelano cantando a pleno pulmón en Bretocino. Dedicada a Toñete Sandoval que estaba a mi lado cuando la hice, compartimos una magnífica mañana, histórica y para el recuerdo, y me enseñó un montón de cosas.

Macho de aguilucho lagunero vigilando el pequeño carrizal donde tiene su nido, en Villafáfila.

Curruca rabilarga en Villaseco del Pan, capturando invertebrados con los que cebar a su pollada.

Macho de alcaudón común, también en la ZEPA "Cañones del Duero".

Hembra de avutarda en Vezdemarbán.

Dos preciosísimos lagartos ocelados en Villaseco. Dos auténticos dinosaurios, enormes.


De la salina nocturna por la comarca de Toro.
Un juvenil de culebra de escalera.

Y un adulto de sapo partero común.

La nota negativa de aquella noche, una joven hembra de garduña atropellada... A ver si un día tengo la suerte de poder mostraros a un ejemplar vivo de este precioso mustélido.

Y mi querida tierra zamorana en el esplendor de mayo...


Unos datos para acabar:
Con el chorlito dorado americano, la lista de las aves de la provincia de Zamora asciende a 334 especies. También aumenta la de Castilla y León, que se pone en 384. 
Zamora ha aportado a la lista regional, en los últimos 3 años, nada menos que 4 especies: charrán rosado (2011), andarríos del Terek y charrán patinegro (2013) y chorlito dorado americano (2014). Es la provincia que más da a la lista regional y esto no solo es por lo que tenemos, sino por el trabajo de los pajareros locales.
Para el Big Year 2014 , a día de hoy, llevo 222 especies en Zamora, categoría provincial.