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sábado, 10 de septiembre de 2016

Anillamiento. Jornada 5 del postnupical... y un morito!!

El pasado día 08 tuvo lugar la 5ª sesión de anillamiento de paseriformes que el Grupo Ibérico de Anillamiento (GIA) realiza en la Casa del Parque de la R.N. Lagunas de Villafáfila. En esta ocasión decidimos aprovechar el día entero y tuvimos las redes abiertas de 07:15 a 21:45 o, lo que es lo mismo, de sol a sol.
La mitad del día estuvo nublado con una ligera brisa, mejorando a partir de las 13:00 horas aproximadamente para, al final del día, volver a levantarse algo de viento, en esta ocasión, mucho más fuerte provocando un bajón de las temperaturas que debieron estar entre los 12-27ºC a lo largo de la sesión.
La jornada fue muy completa, además, por la visita de varios amigos que se prestaron a echar una mano, lo que hizo que llegáramos a juntarnos 15 personas, con la de buenos ratos que ello conlleva.
Se anillaron un total de 132 aves + 2 autocontroles, de 20 especies diferentes. Estos son los resultados:
Torcecuello - 3
Cogujada común - 1
Lavandera boyera - 6
Lavandera blanca - 1
Pechiazul - 1 
Ruiseñor común - 5
Ruiseñor bastardo - 1 + 2 autocontroles
Carricero común - 15
Zarcero común - 4
Curruca mosquitera - 6
Curruca zarcera - 6
Curruca carrasqueña - 1
Mosquitero musical - 52
Mosquitero común - 1
Papamoscas gris - 4
Papamoscas cerrojillo - 6
Alcaudón común - 1
Urraca - 1
Jilguero - 16
Gorrión común - 2
Entre lo más interesante estuvo este pechiazul, primero de la temporada postnupcial, que ya se estaban haciendo de rogar.

Más interesante aún fue esta cogujada común. Si bien es una especie abundante en toda la zona es muy difícil de atrapar con las redes. Según los anilladores más veteranos, solo es la segunda que se coge aquí en 12 años. Así que la disfrutamos todo lo que pudimos.

Como es habitual en estas fechas, volvimos a tener unas cuantas capturas de torcecuello. Es probable que en las siguientes sesiones ya no anillemos más.

Lavandera blanca.

Lavandera boyera.

Ruiseñor común.

Ruiseñor bastardo, de los tres que capturamos, este fue el único que era nuevo.

Carricero común, uno de los protagonistas del día en cuanto al número de ejemplares.

Aún tenemos zarceros comunes entre nosotros.

Sin duda la estrella del día por número de capturas fue el mosquitero musical que vive, en esta semana, su pico de paso por la provincia de Zamora.

Entre los anteriores, este mosquitero común. En las próximas semanas irá cogiendo el testigo de su pariente en cuanto a la presencia en nuestra provincia.

Las currucas también hicieron acto de presencia, como esta carrasqueña.

Varias currucas mosquiteras.

Y otras tantas currucas zarceras.

Jornada muy floja de papamoscas para lo que cabría esperar en estas fechas.
Papamoscas cerrojillo.


Y los primeros papamoscas grises de la temporada.

Teníamos dos jóvenes alcaudones rondando el lugar. Este fue el menos hábil de los dos y cayó en una de las redes.

Pero su acompañante resultó ser un Jedi. En el momento de la imagen acechaba a un torcecuello que había en la red y que fuimos a socorrer al momento.

Este fue el pájaro más grande del día, toda una tortura tenerlo en la mano...

Y, por la tarde, capturamos un buen número de jilgueros, ave que no puede faltar en las sesiones del lugar.

Pero tuvimos muy buenas observaciones en las lagunas entre anilla y anilla. A eso de las 13:45 un morito apareció de la nada. Acababa de llegar seguro porque llevábamos toda la mañana pasando por el lugar y no lo habíamos visto. Además no dejaba de beber agua y se le notaba fatigado. No tengo puestas al día las citas de esta especie en Zamora así que no puedo deciros cuantas van. A ver si lo hago y os las presento para el resumen mensual. De momento, la foto.

Contamos hasta 4 zampullines cuellinegros y había media docena de especies de limícolas. Algunas de ellas: archibebe claro (1), andarríos bastardo (1) o aguja colinegra (11), entre otras. En la imagen, un juvenil de estas últimas.

miércoles, 10 de agosto de 2016

05/08/2016. Anillamiento. Jornada 1 del postnupcial.

El pasado día 05 de agosto comenzamos con la campaña de anillamiento postnupcial en la Casa del Parque de la R.N. Lagunas de Villafáfila, por parte del Grupo Ibérico de Anillamiento (GIA).
Abrimos las redes justo a la salida de los primeros rayos de sol y por suerte, ya que las temperaturas no apretaron demasiado, pudimos aguantar hasta casi las 14:00 hrs. Esto supuso unos buenos números, tanto de ejemplares como de especies, para lo que es normal aquí. No obstante el paso postnupcial (de otoño) siempre es más fructífero que el prenupcial (primavera) en Villafáfila.
Capturamos 71 aves de 18 especies repartidas así:
Mosquitero común (1), ruiseñor común (3), carricero tordal (2, 1rec.), carricero común (4), zarcero común (8), gorrión común (4, 1rec.), colirrojo real (1), urraca (1), alcaudón común (2), mirlo común (2), verdecillo común (1), lavandera boyera (35), lavandera blanca (1), ruiseñor bastardo (2, 1rec.), jilguero (1), curruca carrasqueña (1), estornino negro (1) y abubilla (1).
Todas las recuperaciones son nuestras, de aves locales.
Como habréis leído, la principal protagonista fue la lavandera boyera, especie que aún no habíamos capturado en todo este 2016. A esta hay que sumarles otro puñado de especies nuevas para este año: alcaudón común, mirlo común, urraca y lavandera blanca.
Así lucían las redes cuando cayeron 28 boyeras a la vez.

Vamos con el dossier fotográfico. Primero las novedades.
Uno de los dos jóvenes alcaudones que anillamos.

Dos lavanderas boyeras de diferentes edades.

Lavandera blanca.

Mirlo común muy joven.

Urraca en plena muda, mostrando esas características peladuras azuladas detrás del ojo, típicas de la especie en estas fechas.

Y ya con algunas de las especies típicas de los anillamientos de la Casa del Parque.
Abubilla, macho.

Verdecillo común.

Jilguero. Esta es de las especies que, salvo excepciones, son fáciles de sexar. Este es un macho.

Y, sin duda, el pájaro de la mañana fue este precioso macho de colirrojo real.

Ruiseñor común.

Zarcero común, de los que cogimos 8 ejemplares.

El único mosquitero de la jornada, un mosquitero común. Esperábamos haber cogido algún musical pero no hubo suerte.

El único ejemplar representando a las currucas, esta hembra de curruca carrasqueña.

Carricero común...

...y su primo de Zumosol, carricero tordal.

El periódico La Opinión de Zamora se hizo eco del inicio de la campaña otoñal. Podéis leerlo pinchando aquí.
Si alguno estáis interesado en participar en alguna de estas jornadas podéis apuntaros de dos formas; por mail: cp.villafafila@patrimonionatural.org. o por teléfono: 980586046.
Un apunte para acabar.
A la llegada al lugar, aún bastante oscuro, 5 martinetes levantaron el vuelo de las lagunas artificiales y pusieron rumbo noreste, seguramente, hacia el cercano río Esla. Además, a media mañana, levantamos de los árboles del Centro a otro ejemplar, un subadulto, haciendo un total de 6 los ejemplares que, como mínimo, habían pasado allí la noche, seguramente, pescando. Pues bien, esta supone mi especie número 241 para la Reserva. No había sido capaz de ver antes un martinete, seguramente, por no ir al lugar adecuado, en las fecha adecuadas y a la hora adecuada, hasta hoy. Durante los pasos parece que ejemplares de martinete utilizan la Casa del Parque como lugar de pesca o descanso y se van muy temprano -hoy eran las 06:30 h.-.
Esta era una de las especies fáciles que me quedaban por registrar aquí y que tenía doliendo como un callo en el corazón, como dice el gran Robe Iniesta.

viernes, 9 de diciembre de 2011

La maldición del Duero

El río Duero es uno de los grandes de la península (897 km.) junto con el Ebro, Tajo, Guadiana y Guadalquivir. Durante siglos varias civilizaciones han aprovechado el vergel que han sido sus vegas para asentar desde pequeños poblados hasta grandes urbes. De él se ha extraído y se ha aprovechado todo lo necesario para que estos pueblos pudieran colmar sus necesidades. Cientos y cientos de generaciones de familias han vivido por y para el Durius flumen, primero y río Duero, después.
Pero estos privilegios tienen precio y, parte de él, es la niebla que nos llega con los días anticiclónicos del otoño, invierno y la primavera temprana. Las nieblas que aparecen en los valles de los grandes ríos de la geografía ibérica se hacen muy intensas en sus orillas. Nuestros mayores han vivido siempre con ellas y han sabido sobrellevarlas. Pero en estos tiempos en que nos hemos vuelto tan cómodos, no sabemos más que despotricar contra ella porque nos impide, entre otras cosas, conducir con tranquilidad o disfrutar de la luz del sol como nos gustaría. Las nieblas zamoranas son cansinas, agarradas, perezosas, muy húmedas y, en ocasiones, nos traen tremendas cencelladas. Recuerdo haber estado más de 15 días sin ver el sol no hace demasiados años. Bueno, sin ir más lejos, hasta la semana pasada tuvimos una racha, al menos en Toro, de 9 días sin levantar. Y aunque el zamorano debiera estar acostumbrado a convivir con ella, más de 5 o 6 días cansa a cualquiera. Es el precio que tenemos que pagar por vivir junto a sus amplias y fértiles orillas donde el tiempo se detuvo hace mucho...
En fin, al tema pajaril. El pasado día 07, José Alfredo Hernández estuvo controlando el joven (apenas 10 años) dormidero de garcillas bueyeras que tenemos en Zamora capital. Contó 530 ejs. una de las cifras más altas que se han registrado aquí. Este dormidero se asienta sobre una pequeña isleta de sauces, en su mitad secos, en la orilla izquierda del río. Es un espectáculo la llegada de los grupos al finalizar la jornada tanto de aguas arriba como de aguas abajo (estas últimas, seguramente, provenientes del vertedero de la ciudad donde se alimentan). El mayor registro es de 552 ejs. en noviembre de 2001, del propio Alfredo; aunque todavía tengo que mirar mis registros (un actual problema informático me lo impide) ya que yo lo controlaba habitualmente antes de irme de Zamora en el 2004.
Ayer, día 08, quise darme un homenaje y, aprovechando una rápida visita a la capital, me bajé a orillas del padre Duero para empaparme de garcillas. Pero el dueño del valle me estaba esperando con su maldición para, en apenas una hora, no dejar que viera más allá de 20 metros. En la siguiente foto la niebla nada más llegar, una hora después no tenía nada que enfocar.
Este cormorán grande pasó relativamente cerca y pude verlo unos segundos.



Apenas intuí media docena de garcillas bueyeras llegando a sus posaderos y, a las 17:30 h., el estar allí era tan frustrante que dejé el lugar y me volví a casa.


Un poco antes había estado entreteniéndome con un grupo de urracas que buscaban alimento en una tierra de maíz y estaban lo suficientemente cerca como para tomar algunas imágenes y así hacerlas protagonistas inesperadas de esta entrada. La remesica.
Vivir y aguantar estas nieblas es la maldición que nos ha tocado soportar por vivir junto a un enorme río. Pero soy consciente de que si en la provincia de Zamora tenemos esta riqueza ornítica tan brutal es debida, en gran medida, a nuestro querido Duero y sus afluentes, tan importantes como el Esla (con Tera, Aliste, Órbigo y Cea), el Valderaduey, el Guareña o el Tormes, que riegan nuestra provincia.

martes, 2 de agosto de 2011

Fotos pendientes. Julio

Estas son algunas de las fotos que no tuvieron cabida en las entradas de sus respectivos días. Además me sirven para ir mostrando el grupo de aves más comunes que habitan los campos de mi provincia. Estamos a mediados de verano por lo que todo son jóvenes o pájaros adultos o subadultos con mudas agresivas que les dan distintos aspectos. Ahora mismo en el campo no hay dos aves iguales de la misma especie.
Una lavandera blanca, muy blanca debido a la muda.
Lavandera boyera.
Mi amigo el mochuelo de Otero de Sariegos que me recibe desde su palomar en ruinas, junto a la Salina Grande, todas las mañanas cuando llego a la R.N. de las Lagunas de Villafáfila. Aquí lo llaman "fonso", por lo que a partir de hoy lo llamaré Fonsito y pondré una foto de él cada vez que se la tome.



Un macho de gorrión común con cebo antes de entrar al nido. Algunos todavía están con pollos.



Dos jóvenes fochas comunes en diferentes estados de crecimiento.


Joven cogujada común aplacando su sed en estos días calurosos.







Cigüeñuela en vuelo.



Joven cernícalo vulgar.



A los buitrones ahora se les ve en grupos familiares que son muy fáciles de detectar ya que todos van repitiendo su monótona voz de contacto.



Un vuelo de avutarda de las que se cruzan en el camino.



Adulto de pagaza piconegra con anilla metálica en tarso izquierdo. Una pena que la foto no fuera del otro lado porque casi seguro que llevaba anilla de pvc de lectura a distancia y hubiéramos sabido donde fue anillada.





A estas dos jovenzuelas pagazas les acababan de traer un jugoso topillo como desayuno y, mientras el que primero lo pilló trata de engullirlo rápidamente, no sin esfuerzo, su hermano llega para intentar quitárselo.





La nueva generación de perdices rojas.





Una nueva figura para adornar un palomar, con forma de ratonero común.



Y la urraca pescarranas que me encontré en una charca para ganado, cerca de Villafáfila. Espectacular como las pesca. Unas fotos de la escena.


Y, colorín colorado, el mes de julio 2011 se ha acabado... ¡qué largo!