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sábado, 17 de septiembre de 2016

16/09/2016. Más novedades por Ricobayo

Ayer realicé una nueva visita de control a la orilla habitual del embalse de Ricobayo, en los términos de Montamarta y San Cebrián de Castro. Esta vez estuve acompañado por uno de los nuevos fichajes del bicherío zamorano, la leonesa Nuria Álvarez-Acevedo, que por motivos laborales lleva viviendo en nuestra provincia unos cuantos meses. Esta vez decidí hacer una visita de tarde para observar como se mueven las aves a esas horas y no repetir constantemente de mañana.
El objetivo principal de la salida era que Nuria viera las cigüeñas negras que utilizan este lugar como zona de descanso en su periplo migratorio postnupcial. Por supuesto que las vimos pero, además de estas zancudas, hubo otras muchas observaciones de interés que paso a desgranaros.
Lo mejor fue un charrán común, de 1º inv., que volaba junto al fumarel que encontré hace unos días, en la orilla de San Cebrián. Lo descubrimos a última hora y a bastante distancia para una foto, con muy poca luz ya. A ver si los próximos días puedo repetir y hacerle algo, aunque sea, testimonial. Este charrán es la cita nº21 que se produce en Zamora.
La que se portó muy bien fue un joven de aguja colipinta que llegó volando y se posó en nuestra orilla, a pocos metros de nosotros. Como ya expliqué el otro día, estos jóvenes nacidos tan al norte no sienten miedo, aún, por el ser humano, lo que facilita -siempre que estén solos y no inmersos en un grupo de limícolas mayor- su acercamiento. Nuria se quedó al telescopio pero yo intenté arrimarme y me toleró hasta los 3 metros y porque no intenté algo más... La pena es que la luz era un poco lateral pero no se puede pedir todo.
La aguja colipinta es una especie que, en Zamora, solo se ve durante los pasos migratorios, principalmente el prenupcial. Eso sí, siempre de manera irregular con años muy buenos y otros, como este mismo, en que apenas se ha presentado durante la pasada primavera. Además el único punto donde podemos hablar de presencia de esta especie aquí es la R.N. Lagunas de Villafáfila. Fuera de ahí esta es mi segunda observación nada más. Os dejo unas fotos.
Fijaros en lo que cambia el aspecto del ave según va bajando la luz del sol -estaba atardeciendo rápidamente en ese momento-.

Otro dato importante de la tarde estuvo en el número de garcetas grandes que ya se agrupan a dormir entre San Cebrián y Perilla de Castro. Apuramos con ellas hasta que ya no se veía nada y contamos 36 ejemplares. Este número es, aproximadamente, la mitad de la cifra récord para este lugar (y la provincia). Además, entre ellas, vimos una anillada con pvc, con anilla roja pero, lamentablemente, era imposible leer su código. Según mi amigo Antonio Gutiérrez, experto en este tipo de marcajes, es muy probable que sea húngara.
Lo de la garceta grande en nuestro país, y más concretamente en esta región, es algo impresionante. Hace solo 20 años (tiempo biológicamente ínfimo) era toda una rareza. Para que os hagáis una idea, yo vi mi primera garceta grande en Zamora en el año 2001. Y ahora podéis ver estas fotos.

En la zona de San Cebrián también había espátulas (8) y lo mismo en Montamarta (1).

Este es el ejemplar solitario de Montamarta.

Por supuesto observamos limícolas aunque, al no visitar las orillas buenas de San Cebrián como suelo hacer cuando voy en sesión de mañana -debido a la posición del sol-, los números son anecdóticos, así que pongo solo el listado de especies entre los dos lugares: avefría europea, chorlitejo chico, chorlitejo grande, correlimos menudo, correlimos común, aguja colinegra, aguja colipinta, andarríos chico y combatiente.
Como he dicho antes, sigue el fumarel común que encontré el día 11. Hoy se posaba en la isla de arena que, por cierto, desde ese día hasta este ha desaparecido pero, como veis en las fotos, aún sirve de posadero para muchas aves. El pequeño junto a gaviotas reidoras.

También vimos gaviotas grandes, todas sombrías y todas adultas, 3 en Montamarta y 6 en San Cebrián. Estas dos son de las últimas.

Retomando el principio, vuelvo al objetivo del día. Claro que vimos cigüeñas negras y, además, vimos 9, que son una más de las que había visto hasta hoy durante este año. En la foto, 4 juntas.

En el mismo lugar de las cigüeñas contamos también los somormujos lavancos ya que es lugar de concentración de la especie y suelen salir buenas cifras. Ayer había 262 ejs. Entre ellos, los 2 tarros blancos que llevan varias semanas en la zona.
De pajarillos lo más destacable es el paso notorio de tarabillas norteñas.

Y en cuanto a otro reino animal, vimos ciervos. Esta hembra con un cervato de este año ya crecido, de lo mejor.

Estas son las vistas del embalse desde la orilla de Valclemente. Fijaros en las estupendas orillas arenosas que tenemos en estas fechas. Además podéis ver el grupo de garcetas y espátulas en medio del agua. Como ya os he dicho, el día 11 había aflorado ahí una isla de arena con muy buena pinta. Pero ayer estaba cubierta aunque solo por unos poquísimos centímetros. 

Valclemente, en San Cebrián de Castro.

Y se nos hizo de noche bajo una impresionante luna llena mientras recorríamos los caminos del monte saliendo de las orillas del humedal. Estuvimos tentando a las aves nocturnas pero sin éxito, salvo un chotacabras europeo que vimos ya cuando volvíamos a casa.

sábado, 13 de agosto de 2016

12/08/2016. Embalse de Ricobayo

Ayer hice una nueva visita de control migratorio a la orilla sureste del embalse de Ricobayo, en términos municipales de Montamarta y San Cebrián de Castro, aunque la mañana la acabé en la parte norte, en Moreruela de Tábara.
Como cabe de esperar en estas fechas la migración es muy notable ya y hay un claro aumento de efectivos en todo el humedal. Además la Salina Grande de Villafáfila se ha secado del todo y muchas de esas aves se desplazan al cercano embalse, a poco más de 10 kilómetros en línea recta, para acabar de pasar el verano.
Justo antes de la salida del sol ya estaba en las orillas de Montamarta. Las garzas reales aún se estaban desperezando de pasar la noche en un gran grupo que se iba disolviendo según salía el astro rey por el Este.

Como siempre en estas fechas centro mis esfuerzos en las aves acuáticas que son las que más alegrías suelen darnos aquí. Y dentro de las especies asociadas al agua, lo mío son los larolimícolas.
Hoy anoté 9 especies de limícolas, todas ellas bastante escasas salvo el andarríos chico. Junto a este, las siguientes: avefría europea, chorlitejo grande, chorlitejo chico, correlimos común, correlimos menudo, archibebe claro, andarríos grande y andarríos bastardo. De esta última especie vi un ejemplar en Montamarta y otro en San Cebrián. Este es el último de los dos.

Lo más interesante fue la observación de un tarro blanco, un juvenil. Esta anátida, tan abundante en los últimos años en Villafáfila, es bastante escasa fuera de ahí por toda la provincia. Personalmente no debo tener más de 2-3 citas fuera de la Reserva Natural, con esta. Llegó al punto donde yo estaba, permaneció unos 5 minutos y voló hasta desaparecer.

En el punto habitual, hoy había 3 cigüeñas negras.

En San Cebrián, con la isla central ya formada, descansaban 26 espátulas, entre garzas reales, cigüeñas blancas y cormoranes grandes.

Con ellas también, 2 garcetas grandes.

El total de gaviotas que conté en todo el embalse fue: gaviota reidora (165 en Montamarta + 35 en San Cebrián), gaviota sombría (4) y gaviota patiamarilla (1). En la imagen, un par de sombrías con reidoras.

Parte del grupo de reidoras de Montamarta.

Y detalle de un adulto.

Desde la orilla de Montamarta conté 63 somormujos lavancos y con un pariente mucho más escaso en Zamora acabé la mañana, un zampullín cuellinegro desde la orilla de Santa Eulalia de Tábara.

Fuera del grupo de las aves acuáticas hubo cosas chulas.
Un par de alimoches, un adulto y su pollaco recién volado, por ejemplo.

Otras rapaces del día fueron: buitre leonado, culebrera europea, milano negro, águila calzada, ratonero, aguilucho cenizo, aguilucho lagunero, cernícalo vulgar, alcotán y gavilán común.
Esta joven collalba rubia fue de los primeros pajarillos a los que iluminó el sol. Cerca de allí protestaba una curruca cabecinegra mientras era perseguida por un ruiseñor común.

Aprecié un pico de paso notorio de tórtola europea. Vi un total de unos 30 ejemplares en varios puntos que, por supuesto, no pienso hacer públicos. Como muchos sabéis este próximo lunes comienza la media veda y en pocos días muchas de estas bellezas, recordemos que es una especie en un estado de conservación lamentable tanto en España como en el resto de Europa, formarán parte de la percha de los cazadores. Es incomprensible que aún forme parte de la lista de especies cinegéticas. Cazadores que necesitan matar para acabar con ese mono que tienen desde enero. Sed de sangre, ni más ni menos.

Una abubilla, como no.

Fueran del orden de las aves, algunas observaciones interesantes.
En San Cebrián vi un par de segundos un eslizón tridáctilo y como es costumbre, a pesar de que esta vez le hice una espera de 20 minutos, fui incapaz de fotografiarlo.
Al que sí pude pillar fue a este galápago de Florida, como sabéis, especie invasora en nuestro país. Se trata de un animal adulto.

Y en un claro del monte sorprendí a esta cierva ocupada en dar de mamar a su recental.

Para acabar os mostraré un viejo puente que permanece bajo las aguas del embalse la mayor parte del año. Está en término municipal de San Cebrián de Castro y servía para pasar el arroyo Valdeladío, que desemboca en el río Esla. En esta parte, hoy en día, este arroyo no es más que un brazo del gran pantano, aunque el arroyo sí es tal aguas arriba, desde antes del mismo pueblo. El puente está en la Ruta de la Plata y seguro que ha conocido tiempos mejores en los que llegó a ser imprescindible para pasar el vallejo que forma el Valdeladío. Hoy en día todos los peregrinos van por el camino adyacente con un puente mucho más moderno.
Como véis está hecho, o forrado al menos, con el material estrella de la zona, la pizarra.
Todo esto es lo que vi prospectando una ínfima parte de las orillas de Ricobayo. Imaginaros lo que sería un censo completo...

lunes, 28 de septiembre de 2015

24/09/2015. Control Ricobayo y Villafáfila

El pasado día 24 hice una visita matutina de control del paso migratorio en las orillas clásicas del embalse de Ricobayo, Montamarta y San Cebrián de Castro, y en el único punto decente de agua en Villafáfila, este último según volvía a casa desde el pantano.
En el primer punto tuve un amanecer fantástico. Madrugué mucho para poder disfrutar de la falta de luz en el campo, algo que hacía tiempo que no veía. Mereció la pena ya que estamos en plena época de berrea de los ciervos y oír su ronco sonido rompiendo el alba es algo inigualable y que hay que aprovechar a disfrutar en estas incipientes semanas de otoño.
Entre bramido y bramido y según me acercaba a las orillas del embalse en Montamarta, una figura en vuelo, cercana sobre mi cabeza, pero apenas distinguible hasta que estuvo casi encima hizo que saliera del disfrute de los venados y me centrara ya sí en las aves. Era un águila pescadora que venía del monte donde, seguramente, había pasado la noche. Enfiló directa a las orillas del humedal donde la perdí.
Ya con los primeros rayos de sol estaba junto a la orilla del agua pero el día comenzó a ensombrecerse por una ligera nieblina alta y tardé un poco en poder disfrutar bien las primeras aves. 
En el lugar, como viene sucediendo desde los dos últimos meses, las primeras figuras en aparecer fueron las cigüeñas negras. En esta ocasión solo pude contar 4 ejemplares aunque, como siempre, es posible que hubiera más individuos escondidos en sus sinuosas orillas. Junto a ellas pude apreciar que ha aumentado el número de garcetas grandes. De hecho yo es el primer día que las veo en este lugar, durante esta temporada, pero compañeros en visitas previas ya las había ido controlando. Esta mañana anoté 13 ejs. Ambas zancudas, junto con las garzas reales, formaban un nutrido grupo de ictiófagos a le pesca del alburno.
Tres cigüeñas negras, tres garzas reales y dos garcetas grandes.

Y la cuarta cigüeña que estaba más cerca de mi posición.

Dos garcetas grandes más junto a una garza real.

También de interés la concentración de somormujos lavancos que se va produciendo aquí, como todos los años. Hoy ya conté 267 ejs.

En cuanto a limícolas, seguimos con un paso muy, muy flojo. En este punto conté: chorlitejo grande (12), correlimos común (5), correlimos menudo (1) y andarríos chico (+10). Triste.
Otras aves de interés fueron: 2 gaviotas sombrías (ad+jov), zampullín chico (1, para nada común en este lugar) y esmerejón (primera cita del año para la provincia).
De aquí me fui a la orilla de San Cebrián de Castro. Nada más bajar del coche, en un herbazal, levanté una buscarla pintoja. También pocos limícolas aquí: combatiente (1), correlimos común (5), correlimos menudo (1), chorlitejo grande (1), andarríos chico y chorlitejo chico (2). Las garcetas grandes en este punto fueron 9 ejs. y, con ellas, había 5 espátulas y 7 garcetas comunes.
Viendo que el condumio era exiguo decidí volverme ya para casa pero parando en el desagüe de la balsa de decantación de la depuradora de Villafáfila, que recicla el agua para verterla a la Salina Grande, creando así una hectárea de agua con 1-2 cm de profundidad, muy querenciosa para los limícolas. 
Los número que salieron fueron estos: chorlitejo grande (47), correlimos común (15) y chorlitejo chico (1). Sobran las palabras...

En la misma balsa había cucharas, azulones, frisos y cercetas comunes que salieron volando con mi llegada (es inevitable que suceda). En la superficie se quedaron los zampullines, a los que pude contar, dando 62 ejs. En la vegetación lacustre salía y entraba un pechiazul y, sobre el lugar, voló un adulto de águila culebrera que, seguramente, será la última que vea hasta el prenupcial del año que viene.
Poco antes de llegar a Villafáfila me entretuve con este macho subadulto de aguilucho lagunero.

En el arroyo donde desemboca la balsa de la depuradora fotografié a este macho de Aeshna mixta.

Y justo en el límite de la Reserva, pero fuera, sorprendí a tres corzos en el borde del monte. Por pocos metros no estaban dentro, lo que hubiera supuesto mi primera observación dentro de la R.N. Lagunas de Villafáfila y, por lo tanto, me hubiera prestado el doble. Aún así los dos corcinos aguantaron para una foto ya que su madre se internó en la vegetación antes. Aunque es una especie en expansión aún no es, para nada, abundante fuera de las comarcas de Sanabria, Carbayeda, Benavente y los Valles y, supongo, Aliste y Sayago.
Por lo tanto, me encanta encontrármelos. Cuando vivía en Burgos llegaba a ver decenas en una sola mañana por lo que no los valoraba. Pero ya lo dice el refrán: "Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde", pues eso.

Y no me resisto a acabar sin poner una foto del amanecer que viví en este segundo día del otoño. Imaginaros la imagen de esa tableta de colores que va rompiendo la noche, la silueta del borde del encinar, el fresco de la estación tempranera y el bramido imponente de los ciervos machos llamando a las hembras (desconsoladamente) y a otros machos (desafiantes).

viernes, 31 de julio de 2015

28-29/07/2015. Más Valverde

Esta semana he pasado dos días más en la comarca de Valverde, en Morales concretamente, y he podido dedicar algún rato al campo. Aunque mi objetivo principal sigue siendo completar las cuadrículas TM54 y TM64 para el futuro Atlas de las Aves Reproductoras de España, que coordina SEO/Birdlife, reconozco que invierto más tiempo en libélulas y mariposas, ambas en pleno apogeo ahora mismo.
En estas dos salidas he visitado los términos municipales de: Morales de Valverde (y su pedanía San Pedro de Zamudia), Pueblica de Valverde, Tábara, Santa María de Valverde, Bercianos de Valverde y Villanueva de las Peras. 
En lo que respecta al tema ornitológico he podido añadir varias especies al listado, cada vez más amplio, de ambas cuadrículas. Estas han sido: azor, gavilán común, cogujada montesina, totovía, escribano hortelano, herrerillo común, arrendajo, reyezuelo listado y acentor común. Pero además de estas he tenido otras buenas observaciones como las de los martines pescadores. Me está sorprendiendo la saludable población que esta bellísima ave tiene en el río Castrón. Ya llevo detectados varios grupos familiares en varios puntos diferentes y distantes entre sí.
El de la foto lo pillé entre Morales y San Pedro a última hora de la tarde y en una zona muy oscura debido a la tupida vegetación ribereña.

Sin duda el grupo que más alegrías me ha vuelto a dar han sido las libélulas, de las que he detectado 14 especies. La mejor ha sido encontrarme con Cordulegaster boltonii en un punto del Castrón, en Morales de Valverde. Hacía ya unos años que no veía a este precioso odonato, uno de los más populares y uno de los primeros que conocí, en mis años en Burgos. Es una pena porque, a pesar de que la descubrí posada a apenas dos metros de mi posición, no aguantó a que sacara la cámara y pudiera hacerle una foto al menos y, como pasa muchas veces, levantó el vuelo justo en el momento en que estaba enfocando.
La segunda especie en interés para mi fue una hembra de Aeshna cyanea en Santa María de Valverde, junto al río Castrón también. Estaba posada en lo alto de un sauce y, por un momento, pensé que me encontraba ante otra Cordulegaster debido al contraluz y mi inexperiencia con este grupo animal pero, después, viendo las fotos y con ayuda de Víctor Salvador pude salir de mi error. Aquí la tenéis.

Otra especie de interés, aunque debe ser más abundante de lo que creo, es Sympetrum meridionale. Además si nos salimos de los machos, no siempre es fácil separar a estos condenados Sympretrum. Para este he necesitado la ayuda de Cristian, una vez más, al que le estoy agradecido. ¡Por cierto! para ti el martín pescador de arriba... :-)
Hembra de S. meridionale en el monte de San Pedro de Zamudia.

Y la cuarta en el ránking de estos dos días ha sido Erythromma lindenii, que tampoco la veo demasiado. Aquí una foto testimonial de un macho.

La última tarde se nubló y bajo la temperatura, además de levantarse algo de viento. Los únicos que me hicieron disfrutar fueron varios ejemplares de Ischnura pumilio.
En la siguiente imagen, un macho.

Y aquí una hembra de Ceriagrion tenellum.

Las mariposas se portaron en cantidad pero no hubo nada nuevo, como había sucedido en días previos. Hay una explosión tremenda en la zona de algunas especies como Pyronia tithonus, Pyronia cecilia o Coenonympha pamphilus, por ejemplo.
Saqué 18 especies de mariposas diurnas más 3 nocturnas. Hoy no pongo la lista entera porque sería repetir la serie del último mes. Eso sí, os dejo unas fotos.
Melitaea phoebe o doncella mayor. Bellísima y común.

Una especie que es su antítesis en cuanto a colorido, Hipparchia statilinus o sátiro moreno. Esta foto hecha en una zona de viñas abandonadas, a última hora de la tarde, entre maderas muertas y hojas secas hacen un conjunto ideal con el reverso discreto de sus alas. Un camuflaje perfecto.

Issoria lathonia o sofía, mostrando esas enormes machas plateadas del reverso de sus alas posteriores que guarda como un secreto cuando se posa con las alas abiertas...

Pyronia tithonus o lobito agreste, abundantísima en la zona ahora, con una generación nueva al completo.

En cambio, Spialia sertorius, que había sido muy abundante en semanas previas, se ha rarificado mucho. En la foto, molestada por dos hormigas.

Y entre las nocturnas la más diurna y, por lo tanto, popular y fácil de ver de todas, Macroglossum stellatarum. Por fin puedo colgar una foto de ella aquí.

Y sin salir de casa, las noches de verano también nos traen entretenimiento. Tyta luctuosa en una ventana.

Levanté a estos dos ciervos de su encame entre unas carrascas.

Y esta culebra viperina acechaba gambusias en el Castrón.