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lunes, 3 de abril de 2017

Big Year al día. Marzo

En este mes que acaba de terminar, tercero del año, he sumado 26 nuevas especies de aves para mi Big Year. Así he acabado marzo con 172 aves en mi lista. Creo que voy a un ritmo bastante decente para el contexto de Castilla y León pero he de ponerme las pilas en este recién estrenado mes de abril que se me antoja crucial para el resultado final.
De este mes dependerá gran parte el número que podamos hacer al final y, lamentablemente, o cambia mucho o se presenta muy mal. La pertinente sequía que nos acucia está dejando secas nuestras zonas húmedas lo que impedirá la llegada masiva de limícolas, grupo de aves que debería dar un buen número de especies en abril. Si este mes nos falla, todavía tendremos una oportunidad entre agosto y octubre pero hay muchas especies que en esas fechas se rarifican aquí y, en cambio, serían mucho más fáciles en un año con unos niveles de lluvia normales en primavera.
No he salido de Zamora en todo el mes, salvo a un cercano humedal vallisoletano -Castronuño- dos tardes, pero esto va a cambiar a partir desde ya mismo pues debo salir en busca de las especies reproductoras que no tenemos en mi provincia. Marzo me ha traído, como es lógico, las primeras estivales como: cuco común, cigüeñuela común, milano negro, avión zapador, golondrina dáurica, mosquitero ibérico, autillo europeo, garza imperial, etc... Además alguna de las especies de paso prenupcial que no se pueden perder, como la cerceta carretona, porque sería mucho más difícil en el paso postnupcial. También he podido añadir alguna de las aves a las que hay que dedicarle el rato en exclusiva para sacarlas, como la ganga ibérica -que me ha costado 4 visitas-. El pato colorado no es difícil de añadir a nivel regional pero si no quería tener que ir al norte de Burgos a asegurarlo debía intentar verlo en alguno de los puntos más cercanos en los que está apareciendo de manera regular durante los últimos años, como en Zamora mismo. Y, para acabar, sin duda las especies más valiosas han sido esas que sí que puedes perder si no tienes suerte o estas rápido, ya que son muy escasas en Castilla y León aunque, es verdad, los últimos años no suelen fallar; en una misma tarde me taché: gaviota cana, gaviota enana y correlimos de Temminck.
Algunas imágenes de lo que he sumado en marzo, todas hechas en la provincia de Zamora:
Patos colorados.

Cogujada montesina, especie relativamente común que me costó lo suyo. Pues bien, una vez vista la primera que tanto costó, después todo han sido montesinas, como esta fotografiada al atardecer.

He visto bastantes alcaravanes a lo largo de todo marzo pero para el BY solo suma el primero... Unas cuantas fotos, ¡homenaje al ave que da nombre a este blog!

También sigue siendo un buen año de búhos campestres. Porque cuando sales al campo a buscar alguna especie objetivo siempre disfrutas de todas, demostrando así que el BY solo es una excusa más.

Pareja de cernícalos primillas justo después del aguacero.

Tremendo paso de zorzales este año. Como este zorzal común que compartí con un compañero y que él conocía como torda pedresa.

Bonito el macho de escribano soteño.


Una de las observaciones más prestosas del mes fue la que me brindó durante media hora este autillo recién llegado del sur.

Y, como "daños colaterales", toda esa otra fauna que comparte campo con las aves.
Corzo en el borde de un bosque-isla en Tierra de Campos.

Sapo común, una maravilla de animal que se puede disfrutar en noches húmedas y no demasiado frías de estos días.

Sapo de espuelas, otro de nuestros anfibios tan amenazados y que tan beneficiosos son para nosotros.

Polygonia c-album alimentándose en una flor de almendro. A esta especie le encantan las flores de esta especie de árbol y de ciruelo, manzano, rosal silvestre... Así ahora es muy fácil dar con ellas y disfrutarlas.

Y todo lo que nos da la naturaleza, esas imágenes que luego gusta compartir.
Lagunas de Matilla La Seca justo después de una granizada.

Quehaceres de las aves reproductoras en Timulos, Toro.

El Sol poniéndose en los páramos de La Guareña, desde La Bóveda de Toro.

Y aquí el mismo sol, pero otro día, con unos trigueros sobre una zarzamora antes de entrar al dormidero, en el teso de La Horca, Villalonso. Aunque el sol siempre es el mismo, no hay dos atardeceres iguales...
Y sigo teniendo problemas para dar con una especie que debería haber sumado casi la primera semana, el halcón peregrino. ¡3 meses ya y no hay manera! Creo que de abril no pasará...

jueves, 6 de febrero de 2014

06/02/2014. Sotos del Duero

Una de las razones por las que participo en el Big Year es por la intensidad con la que lo vivo. Procuro que no llegue ni a agobiarme ni a obsesionarme pero sí que me gusta que tenga ese punto de responsabilidad que haga que me esfuerce con, sobre todo, las especies más comunes. Si no fuera por esto, jamás habría salido de casa hoy con estos tres objetivos: escribano soteño, curruca capirotada y martín pescador. La mañana ha estado decente a primera hora pero la llegada de una nueva borrasca (esta se llama Ruth) ha hecho que se fuera tornando en bastante desapacible, hasta acabar llevándome a casa bajo un fuerte viento y una fina lluvia.
De mis deberes para hoy, solo he conseguido uno de ellos, el escribano soteño. Me parece increíble haber hecho muchos metros de orilla del Duero y no haber visto, ni oído, ni un martín pescador. Os prometo que, hasta este 2014, era de las especies fijas en mis listados de esta zona. Pero así es la ornitología, basta que quieras ver una especie concreta para que, aunque sea común, no des con ella. En fin, tarde o temprano caerá seguro. Si fuera fácil, no habría diversión.
Aquí os dejo una foto de... ¡ojo! el único escribano soteño de toda la maña. Sí, ya se que he pateado un montón de sotos pero, por lo visto, hoy no hacían honor a su nombre, salvo este precioso macho.

Pero la mañana empezó bastante antes y, además, con la mejor observación del día. Me sorprendieron las llamadas entre una pareja de azores en un pequeño soto de álamos y, mientras caminaba "haciendo el duende" para pasar lo más desapercibido posible, pude ver a uno de ellos, la hembra seguramente. Estaba posada muy cerca del nido, construido en lo más alto de un álamo y, a su vez, en lo más alto de este soto inclinado, asentado a ambos lados de un arroyo que baja al Duero, en medio de una ladera repleta de encinas. A las llamadas de la hembra acudió brevemente el macho y, al llegar, fue ella la que dejó el lugar para perderse monte arriba. ¡Cada vez soy más rapacero!
En este lugar, se refugiaban los pájaros del, cada vez más fuerte, viento. Carboneros, herrerillos, mitos, agateadores, mirlos comunes, palomas torcaces y petirrojos, montaban algarabía cada vez que vislumbraban la imponente silueta del azor. Alas cortas y redondeadas, cola larga y una cabeza enorme, imponen la ley del silencio en lo más profundo de la alameda.
Más abajo, ya a orillas del gran río, otros habitantes van saliendo a mi paso destacando alguno de ellos por discretos, como el picogordo o el pico menor. De este último, puedo hasta mostraros fotos. Pena de luz.



Hoy he podido disfrutar especialmente de los agateadores, siempre asociados a los bandos de páridos.

En la lejanía, una solitaria garceta grande.

Y este cormorán grande, con un bonito plumaje nupcial ya y que se agazapa como puede contra los envites del viento, cierra el paseo de hoy.
La lista completa para que os hagáis una idea de lo que se ve por aquí en un día como este jueves de febrero: ánade azulón, cormorán grande, garceta grande, garza real, cigüeña blanca, milano real, busardo ratonero, azor común, cernícalo vulgar, gallineta común, paloma torcaz, pico picapinos, pico menor, bisbita común, petirrojo, zorzal común, mirlo común, ruiseñor bastardo, mosquitero común, chochín, carbonero común, herrerillo común, mito, agateador común, rabilargo, corneja negra, estornino negro, gorrión común, pinzón vulgar, pardillo común, jilguero, verderón común, verdecillo común, picogordo y  escribano soteño.
35 especies en términos municipales de Toro y Peleagonzalo.
¡Lo se!, no doy ninguna envidia...

miércoles, 15 de mayo de 2013

14/05/2013. Cabeza blanca y cabeza de chorlito


Mis planes para el día de hoy eran añadir unas cuantas especies para mi lista de la competición Big Year en la que, como ya he dicho varias veces, compito en la modalidad de local patch. Voy un poquito retrasado con las estivales por lo que debo darles caña durante las próximas dos semanas, antes de que dejen de cantar y se pongan a criar lo que hará, para algunas, que su localización sea más complicada.
Pero estos planes cambiaron cuando dos amigos gallegos me dijeron que estarían de visita por Villafáfila en la mañana de hoy, con la intención de ver alguna de las cositas de interés que tenemos por aquí ahora, sobre todo cernícalos patirrojos y correlimos de Temminck. Para colmo, Cristian lleva dos días observando un elanio común justo en los límites de la Reserva y este año los elanios se han puesto muy caros. Supongo que la ausencia de topillos tendrá algo que ver. No quiero perdérmelo porque podría ser el único que vea este año, así que había que compaginarse.
A primera hora en busca del elanio, después a las riberas del Esla en Bretocino a ver si saco las especies que tengo en mente y, luego, visita a Villafáfila para acompañar a Richi y Toñito un ratín. Pero, la cosa se fue torciendo...
El elanio no apareció y, aunque disfruté con currucas mirlonas, escribanos soteños, ruiseñores comunes, milanos negros y otros habitantes del encinar, no tardé en tomar dirección Bretocino. Aquí tenía, principalmente, dos objetivos: oropéndola y zarcero común. Lo de la oropéndola fue a los 20 segundos de bajarme del coche. A continuación, el potente reclamo del torcecuello salió de lo más profundo del soto inesperadamente... ¡no lo tenía aún en la lista! El zarcero común tuve que buscarlo pero no tardó en aparecer. Por el medio, más escribanos soteños, bisbita arbóreo, carricero común, colirrojo tizón, estornino negro, pito real, un somormujo lavanco en el río, 26 gaviotas reidoras río arriba y unos 120 cormoranes grandes río abajo. Los objetivos cumplidos así que me propuse irme a las linderas a por la cogujada montesina pensando que así me ahorraría una visita exclusiva para ella. 
Pero en esto me llega un WhatsApp de Richi diciéndome que han visto un cernícalo patirrojo pero.. ¡una hembra de 2ºcy.! Estamos hablando del cuarto patirrojo que se ve en Villafáfila este año... Se acabó lo que se daba, una vuelta rápida a todo el soto por si algo se me escapa y para Villafáfila... Total, ya tenía tres especies nuevas para mi lista que, sumadas a una tórtola europea que vi a primera hora camino del elanio, hacían cuatro. A estas alturas es un buen número para una jornada.
Cuando llego, desde luego, no queda ni rastro de la pequeña rapaz y tengo que conformarme con ver las fotos en la pantalla de la cámara de Toñito. Charlamos un rato y vamos al punto donde hemos venido observando los Temminck los últimos días que, al igual que hizo el elanio a primera hora, también fallan. 
Según me han contado hoy mismo este lugar, que es de fácil acceso, ha venido sufriendo molestias, los últimos días, por parte de uno o varios fotógrafos que no tienen bastante con disfrutar de la observación de las aves y con llevarse una foto de recuerdo de la mejor calidad posible que permitan el lugar y el momento. Esta gente, o esta persona en concreto, se ha presentado en el lugar haciendo gala del más absoluto desconocimiento de la mínima ética y sentido común que deben imperar en el respeto a todo lo que comparte naturaleza con nosotros. Siempre he dicho que gente como esta (hay fotógrafos que sí que tienen en cuenta estos aspectos, la mayoría espero) me parecen gente con complejos que buscan en conseguir y exhibir la mejor foto posible, cueste lo que cueste, ese resquicio de vitalidad que les faltan en el resto de aspectos de sus vidas.
Ornitológicamente el rato con Toñito y Richi fue más de charla y risas que de prospección y observación así que, consecuentemente, no tengo mucho que contaros. Siguen un grupo de 9 correlimos tridáctilos en los lavajos junto al pueblo y, para pájaro guapo, guapo, este ejemplar de culebrera de, seguramente, 2ºcy. que estos días hace las delicias del personal, no solo por lo bonita que es sino, también, por lo bien que se porta. No es la primera vez que muestro aquí mi devoción por esta magnífica rapaz.



Yo no tengo ni idea de hacer fotos y mirar lo que me ha salido, así que imaginaros la distancia y la confianza del pájaro. Le dedico estas tomas a el/los imbécil/les que no les importa conseguir una buena foto sin justificación, a costa de lo que sea y de quien sea: saltándose las normas éticas y legales, engañando, mintiendo, depredando, molestando, etc.

lunes, 12 de noviembre de 2012

11/11/2012. Falaropo picogrueso en Villafáfila

 La visita de hoy a Villafáfila era obligada después del descubrimiento, por parte de Joan Ximenis, de un ejemplar de 1ºw. de falaropo picogrueso en la balsa de la depuradora. Llevaba sin ver esta especie aquí desde enero de 2009 por lo que podéis apreciar que no es demasiado común hacerlo.
La observación de falaropos, si se da en un lugar como este, es muy agradecida ya que esta especie apenas tiene miedo al hombre y se acerca muchísimo. Solo hay que acomodarse y esperar a que acabe pasando a tu lado.
Poco más tarde de las 08:00 h. y con una agradable mañana, dentro de lo que corresponde a esta épcoa del año (2ºC), llegué al lugar donde ya me esperaban Xurxo Piñeiro, Cristian Osorio y Manuel Rodríguez. El pájaro estaba exactamente en el mismo sitio donde el mes de diciembre pasado, año 2011, pudimos ver un falaropo picofino, mucho más raro aún que este.
Aquí os dejo unas fotos de esta preciosidad venida del frío norte. 
  
  
  
 
Apenas tenía tiempo en esta mañana para patear demasiado la Reserva debido a que entraba a trabajar a mediodía, así que tenía que decidirme por una opción concreta. El día anterior, Xurxo, Cristian y Joan decidieron hacer una minimaratón por la Reserva dando como resultado la observación y registro de, nada menos, que 90 especies de aves. Entre ellas, había tres (reyezuelo sencillo, curruca rabilarga y pinzón real) que nunca he observado yo dentro de los límites de la Reserva y me he propuesto ampliar mi lista personal para el lugar, por lo que les pedí que me enseñaran esos tres pájaros. Sin duda, los paseriformes en Villafáfila los tengo muy abandonados así que habrá que empezar a darles caña de verdad.
Cristian y Xurxo me llevaron, en primer lugar, la pequeño pinar de repoblación donde controlaban los reyezuelos sencillos, pudiendo dar con ellos en breve y disfrutándolos a placer. Este invierno, sin duda, podremos disfrutarlos a menudo y en muchos sitios, ya que parece que hay una buena arribada de ellos.
Dejo un par de imágenes. 
  
A continuación nos fuimos a una de las pequeñas manchas de monte mediterráneo que posee la Reserva Natural, ya en uno de sus bordes y apenas residual. Esta vez no tuvimos suerte y la curruca rabilarga nos dio esquinazo pero, bueno, conociendo el lugar lo intentaré más veces a lo largo del invierno. Eso sí, aqui de interés, pudimos disfrutar de un buen grupo de escribanos soteños. Dejo la imagen de un macho. 
Los pinzones reales los vieron, como suele ser habitual, asociados a un grupo de pinzón vulgar junto a otro pinar de repoblación del que salían y volvían a una tierra recién arada. Al llegar al lugar hoy no los vimos así que decidimos internarnos en el pequeño bosquete artificial donde pudimos disfrutar de varias especies. Entre ellas, un grupo grande de páridos formado por carbonero común, herrerillo común y carbonero garrapinos (varios). Por suerte, esta especie también me faltaba de observar dentro de los límites de la Reserva, así que pude añadir una más. Aquí también varios reyezuelos sencillos nuevamente.
Este invierno está siendo muy bueno en cuanto a la llegada de pinzón real, así que si les dedico tiempo a estos grupos de pinzones vulgares, tendré muchas posibilidades de añadirlo.
En el borde del pinar donde daba el sol vimos gran actividad de Sympetrum striolatum, contando hasta un mínimo de10 ejs. juntos. Dejo foto de un macho. 
Y poco más porque me tuve que volver. No miré gansos ya que no pasamos por el complejo lagunar ni por los campos propicios, limitándonos a los paseriformes. Solo que, desde la balsa, conté los tarros blancos de la Salina Grande, arrojando la cifra de 24 ejs. Por el camino a la curruca, un esmerejón.
Para completar, en el pinar de los páridos, nos paramos a mirar setas (yo no tengo ni idea salvo de cuatro contadas), disfrutando de una de las más bonitas, la venenosa Amanita muscaria, cuyos nombres vulgares son falsa oronja o matamoscas. Esta es donde vivían los pitufos, así que su color azul ya sabéis a que se debía... 
  
  
Próxima visita, prospección de verdad.